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68.390 facturas sin pagar en Sanidad

Un informe de la Intervención de la Comunidad Autónoma revela un grave descontrol en el pago a proveedores durante la gestión del socialista Jesús Morera

El presidente Fernando Clavijo y Rosa Dávila, en un Consejo de Gobierno. LP / DLP

El Servicio Canario de la Salud (SCS) cerró el año 2016, mientras estuvo al frente de la consejería el socialista Jesús Morera, con 68.390 facturas sin pagar. Sanidad acumuló un periodo medio pendiente de abono de 83,16 días desde la fecha de conformidad de los recibos. Un informe la Intervención General de la Comunidad Autónoma, dependiente de la Consejería de Hacienda, revela que los dos centros hospitalarios de referencia de Tenerife -el Hospital Universitario de Canarias y el de La Candelaria- son los que acumulan más deudas con 21.764 y 14.386 facturas pendientes de pago respectivamente, lo que equivale a 45,8 y 41 millones de euros. En Gran Canaria es el complejo hospitalario Materno-Insular el que cuenta con 12.100 cargos pendientes, mientras que el Hospital Doctor Negrín tenía al cierre del ejercicio anterior 10.986 pagos pendientes. En total, más de 240 millones de euros.

Hacienda también ha detectado más cargos contables en otros servicios mientras el socialista Roberto Moreno estuvo al frente del SCS. Por ello, el informe urge a que se agilicen los trámites de ejecución de las facturas para evitar que afecte al resto de la Comunidad Autónoma. La Ley de Estabilidad Presupuestaria establece como periodo medio para pagar a los proveedores en 30 días o, en caso contrario, el Ministerio de Hacienda puede tomar medidas extras de ajuste con las comunidades incumplidoras.

Canarias cerró 2016 cumpliendo los plazos del pago a los con 21,5 días de media, aun cuando la demora del SCS se disparó bajo la gestión socialista a 30,6 días.

El cierre del mes de enero de 2017 -el PSOE dejó el Gobierno en diciembre- es el que ha hecho saltar todas las alarmas ya que Sanidad eleva su morosidad hasta los 41 días, lo que supone elevar la media de la Comunidad Autónoma a 32,4 días y que haya facturas sanitarias con más de seis meses de impago.

Este incumplimiento y el plan específico para resolverlo se pusieron ayer en conocimiento del Ministerio de Hacienda, según explicó la consejera Rosa Dávila, esperando que no haya consecuencias. El departamento que encabeza la dirigente nacionalista asegura que el problema para saldar la deuda no es ni ha sido de liquidez. De hecho, se van a abonar de inmediato los primeros 53 millones de euros; en una segunda fase se liquidarán 67 más, mientras que los 121 millones restantes se resolverán en seis meses para que el SCS se ponga al día con sus proveedores.

Pugna con el PSOE

La pugna entre los exsocios por la gestión de la Consejería de Sanidad vive un nuevo capítulo. La exvicepresidenta del Ejecutivo, Patricia Hernández, y el portavoz del PSOE en el Parlamento, Iñaki Lavandera, acusaron ayer a Dávila de montar un "follón" con las facturas impagadas de Sanidad para "tapar el caos" provocado por el cierre anticipado del presupuesto en septiembre. Los socialistas defienden la gestión de Morera y aseguran que si con él se acumularon operaciones pendientes sin partida presupuestaria por 121 millones de euros, en 2014 fueron 145 millones y en 2015, 122.

Dávila rechazó estas acusaciones y reiteró que el cierre del presupuesto no afectó en absoluto a la gestión de las facturas. Este descontrol no se registró en ninguna otra consejería, tampoco en las otras tres que gestionaban consejeros del PSOE. Es más, el problema empezó desde julio, dos meses antes de su decisión. En ese mes se produce un incremento sustancial de la demora en los pagos y se pasa de 4,2 días de media a 10,6 por la Comunidad Autónoma, mientras que Sanidad pasó de 3,9 días a 11,8.

Además de negar cualquier influencia negativa de la medida que tomó tras el verano para evitar que se desbocara el gasto, Dávila aseguró ayer que gracias a esa orden los cerca de 25.000 trabajadores del SCS pudieron cobrar la nómina de diciembre porque el departamento de Morera "ni tenía recursos ni los había previsto". Por ello "gracias a los fondos de otras consejerías se pudo ingresar la nómina del personal".

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