El empresario Eustasio López compareció ayer ante el magistrado Rafael Passaro, que instruye la causa que llevó a la desarticulación en noviembre de una red de prostitución de mujeres -algunas de ellas menores de edad- que operaba en el Sur de Gran Canaria camuflada tras la agencia de modelos 18 Lovas. El juez no le impuso ningún tipo de medida cautelar. López negó haber cometido delito alguno y confía en que se aclare cuanto antes su relación "circunstancial" con los hechos investigados.

El empresario del sector turístico prestó declaración en el marco de una pieza separada y declarada secreta por el juez del Juzgado de Instrucción número 2, tras la declaración de una de las jóvenes, menor de edad, que participó en una de las fiestas organizadas por la agencia de azafatas 18 Lovas en un chalé en Ayagaures, en San Bartolomé de Tirajana.

En presencia del juez instructor y de la fiscal Inés Herreros, López se acogió a su derecho a no declarar. Sólo contestó las preguntas de su abogado, José María Palomino, ya que desconoce el contenido completo del sumario de esta causa.

El empresario respondió, así, a las preguntas que le formuló su letrado, dando "cumplida y amplia explicación sobre su intervención" en los hechos, según informó en un comunicado. A continuación, su abogado argumentó que no se le ha dado acceso a "una parte de la documentación del procedimiento", por lo que López se acogía, "por ahora, a su derecho constitucional" a contestar sólo las preguntas de su representante legal para "evitar su indefensión", señala la nota.

Con anterioridad a su cita en sede judicial, el empresario compareció el 30 de marzo ante la Policía Nacional, que ha citado a varias personas que presuntamente usaron los servicios de la agencia 18 Lovas como clientes.

La brigada policial interrogó al empresario y, por orden del juez, le requisaron su teléfono móvil, cuyas claves fueron facilitadas voluntariamente por el empresario.

Ayer acudió al juzgado en calidad de investigado por supuestos delitos contra la libertad sexual y prostitución de menores y se ratificó en su testimonio que presentó por escrito el 2 de marzo en el juzgado, una declaración voluntaria que entregó al juez Passaro tras las noticias que le relacionaban con la trama.

Al igual que ocurrió hace mes y medio, López reconoció que estuvo en una ocasión en el chalé de Ayagaures, propiedad de Eugenio Hernández, uno de los imputados ligado a Agustín Alemán, presunto jefe de la red de prostitución, pero López sólo acudió por "razones empresariales", tras el ofrecimiento del dueño de la finca de agua para regar el campo de golf de Meloneras y abastecer los hoteles propiedad de Lopesan en esa zona.

Durante la jornada de trabajo y concluido el almuerzo, Hernández le comentó que había invitado a unas amigas a tomar unas copas. López aseguró que jamás se le pasó por la cabeza que alguna de aquellas personas pudiera ser menor de edad. Admite que intimó con chicas, pero eran adultas.

Ayer reiteró nuevamente que no ha cometido ilícito penal alguno y espera que se aclare cuanto antes su relación "circunstancial" con los hechos. Además, a través de un comunicado, subrayó que confía "plenamente en la Justicia" y reiteró su voluntad de "colaboración permanente con ella en todo momento".

El empresario llegó temprano a la Ciudad de la Justicia y entró por la puerta del Juzgado de Guardia. Su comparecencia duró alrededor de treinta minutos.

Su declaración se produce a raíz de las seis detenciones y acciones policiales emprendidas desde noviembre, que dieron lugar a una pieza separada con nuevas líneas de investigación. En cualquier caso, está previsto que durante esta semana posiblemente esta pieza apartada se una al sumario principal.

Ayer también compareció ante el juez el abogado Antonio Calvo Hernández, funcionario de San Bartolomé de Tirajana, que se acogió a su derecho a no declarar.