Las dos diputadas de Podemos por Las Palmas, Meri Pita, Carmen Valido, y el diputado tinerfeño de esta organización, Alberto Rodríguez, presentaron este miércoles en el Congreso una proposición no de ley (PNL) por la que solicitan la creación en aguas canarias del mayor santuario de cetáceos de Europa, propuesta que fue avalada por la organización ecologista WWF, y por la Sociedad de Estudios de Cetáceos del Archipiélago Canarios (Secac).

Junto a la iniciativa parlamentaria, la coordinadora del programa de océanos de WWF de Canarias, Beatriz Ayala, presentó las más de 52.000 firmas que apoyan esta propuesta para que al sur de las islas de Fuerteventura y Lanzarote se creen las condiciones de protección necesarias para garantizar la conservación de esos espacios y la vida de esta especie en esas aguas.

Los diputados canarios de la formación morada vuelven a llevar al Congreso una iniciativa que ya presentó en la pasada legislatura la diputada de CC, Ana Oramas, y que fue aprobada por unanimidad en junio de 2015 en la comisión de Agricultura y Medio Ambiente de la Cámara baja. Ayer, los tres parlamentarios isleños de Podemos insistieron en que se trata "de una fuente de riqueza y una fortaleza que debemos proteger para avanzar en un desarrollo económico más sostenible y de investigación en Canarias".

Carmen Valido recalcó que esta propuesta "no permitiría que se volvieran a realizar las prospecciones petrolíferas que movilizaron a toda la sociedad canaria en contra", recordando en este sentido que hace menos de un año el Tribunal Supremo dio por caducados los permisos para las prospecciones petrolíferas de Repsol en Canarias precisamente en esta zona. "Sabemos que el Gobierno del Estado tiene un proyecto diferente, que no aseguraría la protección del área marítima ni la incompatibilidad con las prospecciones. Por eso hoy traemos esta propuesta" afirmó la diputada por Las Palmas.

Beatriz Ayala, la dirigente ecologista, que también había llevado 50.000 firmas al Congreso en la pasada legislatura, señaló por su lado que "en esta zona se han registrado más de la tercera parte de todas las especies de ballenas y delfines conocidas a escala mundial". De ahí, recalcó, "la necesidad de alcanzar su protección real y efectiva a través de una gran Área Marina Protegida (AMP)" para asegurar, con una base legal, la gestión adecuada de este espacio, así como abordar las presiones a las que se ven sometidos estos mamíferos marinos, mundialmente amenazados.

A las 52.000 firmas registradas se unen las más de un centenar de científicos de centros dedicados a la conservación de cetáceos en Europa. La ecologista recordó además el apoyo recibido por parte de las instituciones del Archipiélago, especialmente de los cabildos de Lanzarote y Fuerteventura, así como el de todos los grupos del Congreso en el debate anterior. Por ello confió en que en la presente legislatura la iniciativa sí logre contar con el mismo "amplio apoyo" para crear el mayor área marina protegida de Europa.

Las principales amenazas a las que se enfrentan estos animales son la colisión con embarcaciones, los plásticos a la deriva y demás basuras, la contaminación acústica -debido al intenso tráfico marítimo- y los vertidos contaminantes.

Para WWF, la creación de esta área marina protegida (AMP) resulta fundamental para garantizar el futuro de estos emblemáticos animales marinos y de su hábitat, y el Gobierno dispone ya de suficiente información científica que avala la urgencia de materializar esta propuesta.

Ayala afirmó ante representantes de todos los partidos excepto del Partido Popular, que "Canarias alberga 29 especies diferentes de cetáceos, más de un tercio de las conocidas en todo el mundo y muchas de ellas, además, residentes". Por ello insiste en la necesidad de una figura legal que garantice su conservación y contribuya así a conservar una extraordinaria riqueza natural, vital como área de alimentación, cría y paso obligado en el migración de estos animales y otras especies amenazadas, como tortugas y aves marinas.

WWF insiste en la relevancia de crear esta área protegida en el lugar donde habita más de una de cada tres de las especies de ballenas y delfines conocidas del mundo para asegurar la gestión adecuada de este espacio, así como para abordar las presiones a las que se ven sometidos estos mamíferos, mundialmente amenazados.