Mariano Rajoy se ha equivocado esta mañana en una de las votaciones finales de los Presupuestos en el Congreso y su error provocó sudores fríos en las filas del PP, y aplausos irónicos en la oposición. No fue grave, porque sólo se votaba una enmienda, pero recordó que la aprobación de las cuentas estatales está tramitándose sobre el filo de la navaja, al borde del precipicio. La consigna era clara desde hacía días en las filas del grupo popular en el Congreso: ni un solo despiste a la hora de las votaciones finales. Una sola equivocación en aquellas en las que afectaran a los dictámenes de las distintas secciones del proyecto podrían suponer, además del evidente ridículo político, su devolución al Gobierno, es decir, dejar al país sin cuentas públicas. Por eso era tan importante el voto del diputado de NC, Pedro Quevedo, para completar los 176 escaños que necesita el Ejecutivo. Cualquier posible error tiraba por la borda todo el complejo proceso de negociación con los 'socios presupuestarios', C,s, PNV, CC y NC.

Afortunadamente para el Gobierno y para los grupos que finalmente han apoyado el proyecto, dos ausencia de la bancada contraria ha relajado el ambiente en el hemiciclo y ha dado mucho más margen para el error.

Lo que nadie podría imaginar (o sí) es que fuera el presidente del Gobierno quien finalmente metiera la pata. Quizá la tranquilidad con la que se estaban desarrollando las votaciones esta mañana por la ausencia de esos dos diputados en la oposición relajó al líder del PP y le llevó el dedo al botón equivocado. O que estuviera preocupado por los líos judiciales de su partido, o los asuntos de la fiscalía, aunque hay quien piensa que seguramente estaría ensimismado pergeñando la alineación de su querido Real Madrid para la final de la Champions el próximo sábado.

En cualquier caso, la anécdota resultó muy llamativa porque se además su voto estaba rechazando una de las más de 30 enmiendas pactadas con NC y fruto del acuerdo que él mismo había rubricado el día anterior en La Moncloa con el presidente de la formación nacionalista, Román Rodríguez. El error no tuvo consecuencias porque, paradójicamente, esa enmienda, como todas las del acuerdo presupuestario para el apoyo de Quevedo, fue respaldada por la casi totalidad de la Cámara (todos los grupos excepto ERC y Bildu). En ella se consigna una partida de 6,3 millones de euros del ministerio de Fomento para la regeneración urbana en Jinámar y Las Rehoyas.

Cadena de errores

También han errado los socialistas en la votación de otra enmienda de NC (en este caso de las que mantenían vivas sin pactar con el PP), en la que dividieron el voto por error. Más seria fue la equivocación de un diputado de C,s, que ha sumado un equivocado 'no' al de la oposición en la sección 32 del proyecto y ha provocado un peligroso ajuste de la diferencia de escaños (175 a 173). Si en este caso la bancada opositora hubiera estado al completo, el Presupuesto se habría esfumado definitivamente.

Quevedo bromeaba luego en relación al error de Rajoy señalando la extrañeza de ver a Pablo Iglesias, líder de Podemos, votando las enmiendas pactadas entre NC y el PP, y por tanto votando lo mismo que el ministro de Hacienda y Función Pública, Cristóbal Montoro, pero no así al jefe del Ejecutivo. También el propio Montoro se lo tomó con humor. "Debe haber algo del pacto con NC que no le gusta demasiado y le ha traicionado el subsconsciente", decía esbozando una sonrisa en conversación con Quevedo tras las votaciones de la mañana. "Ya vi ayer que dudaba algo durante la firma del acuerdo", remató ya a casi plena carcajada (o lo que sea eso que hace Montoro cuando se ríe). En todo caso, para el ministro, el "gran protagonista y triunfador" de las sesiones parlamentarias de los últimos tres días ha sido el diputado de NC, que, según reconoció, "ha llevado a cabo una buena negociación y ha conseguido cosas muy justas para las Islas Canarias".

El ministro llama la atención sobre el hecho de que las enmiendas pactadas, por valor estimados de 204,9 millones, hayan sido aprobadas por la mayoría de los grupos, incluidos el PSOE y Podemos, y cree que han "marcado un récord" de apoyo a enmiendas con contenido en una votación presupuestaria. "Le he dicho al secretario de Estado (Alberto Nadal) que ya sabemos cómo hacer los próximos Presupuestos y que sean aprobados por unanimidad, elaborarlos a base de enmiendas pactadas contigo", siguió bromeando ante Quevedo.