Una avioneta de la Dirección General de Tráfico ha sobrevolado Gran Canaria durante esta semana para probar un nuevo sistema de radar que permitirá sancionar desde el aire, tal y como realiza en estos momentos sus helicópteros con el aparato denominado Pegasus, que desde hace cuatro años recorre las principales carreteras de la Península para registrar sanciones desde el aire.

Fuentes de la Jefatura de Tráfico de Las Palmas señalaron que, en ningún momento, las imágenes que tome el aparato serán trasladadas a sanciones posteriores después de que varios mensajes a través de las redes sociales advirtieran de que la DGT estaba utilizando la aeronave para este motivo.

Otras fuentes precisaron que en el interior del aparato viajan tanto el piloto como un ingeniero, que se están encargando de implantar el Pegasus en la avioneta, propiedad de la multinacional española Indra. Este sistema tiene un mecanismo y software incluido en la cámara de vigilancia que llevan los helicópteros y que es capaz de controlar la velocidad de los vehículos y detectar infracciones desde el aire, según informa en su página web.

La DGT anunció que en los tres primeros años de funcionamiento se realizaron 3.821 horas de vuelo de vigilancia, se controlaron más de 75.000 vehículos y se denunciaron a 18.274 conductores. Y es que hasta ocho de los doce helicópteros con los que cuenta este organismo estatal contaban en 2016 con esta tecnología.

Los radares Pegasus constan de dos cámaras, una panorámica que facilita el seguimiento y captación de la velocidad y otra de detalle que tiene un objetivo que permite leer la matrícula del vehículo llegando incluso a poder detectar velocidades de hasta 360 kilómetros por hora, según informó la DGT en una nota.

Una de las diferencias con respecto a un radar fijo, con el que se controla solo un punto concreto de la carretera, este sistema aporta la facilidad para vigilar cientos de kilómetros en un vuelo de apenas dos horas de duración.

Asimismo, la DGT recalca en esa nota explicativa sobre el Pegasus que desde el aire, con una mejor visión, se puede ser mucho más selectivo en el control de vehículos que circulen con exceso de velocidad o conductas temerarias, además este sistema permite controlar un vehículo cada tres minutos de vuelo, por lo que la posibilidad preventiva y disuasoria que aporta este sistema es incomparable.

Este sistema no se ha utilizado, hasta el momento, en el Archipiélago, donde la velocidad se controla a través de radares móviles tanto de la Guardia Civil de Tráfico como de las diferentes policías locales, que en muchos casos utilizan vehículos cedidos por la DGT; y por radares fijos situados en los pórticos de las principales carreteras de las Islas..