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22 días de un siniestro en aguas canarias | Respuesta de las administraciones

Capitanía descarta descargar los restos de fertilizante del ´Cheshire´ en Canarias

Luis Molina señala que las Islas carecen de centros de gestión para estos residuos tóxicos

El helicóptero contratado por Resolve Marine mientras deposita materiales necesarios para la inspección del buque ´MV Cheshire´ en su cubierta

La compañía propietaria -Bibby Line Limited- del buque británico incendiado y cargado con fertilizantes, MV Cheshire, todavía no tiene constancia de la cantidad de mercancía que se ha salvado tras el accidente, el pasado 14 de agosto, que por razones que aún se desconocen, hizo que entrara en combustión por un aumento de las temperaturas. Después de que los técnicos especialistas subieran a bordo, de nuevo, este jueves, la empresa asegura que "algo de carga queda", pero no saben "en qué condiciones está ni si se podrá utilizar". Los expertos "han cogido muestras de la mercancía de las bodegas 1, 2, 3 y 5", apunta, y aunque no se tengan más datos hasta que lleguen los resultados del estudio, los dueños garantizan que "no existe peligro". Por su parte, tanto Fomento como el Gobierno de Canarias y el Cabildo de Gran Canaria han asegurado que "no se descargará en ningún puerto canario".

Lejos de que pueda suponer ningún riesgo para la población o el medio ambiente, según garantizan ambas instituciones, Luis Molina, subdelegado del Gobierno en Las Palmas, explica que esa acción no se llevará a cabo en las Islas porque no tiene "un centro de gestión de este tipo de residuos, y en caso de que el armador solicite que el barco entre en un puerto canario, sólo accederá para recibir reparaciones mínimas y después irse a donde puedan tratar dichos residuos, fuera de Canarias".

Tanto el presidente del Ejecutivo canario, Fernando Clavijo, como el presidente del Cabildo, Antonio Morales, el alcalde de San Bartolomé de Tirajana, Marco Aurelio Pérez, y Luis Molina, hicieron hincapié, ayer -durante una nueva convocatoria del comité asesor del Plan Especial de Seguridad y Emergencias (Pecmar)-, en que "no existe ningún temor de contaminación ni de hundimiento". "Tenemos absoluta tranquilidad, ya que los técnicos dicen que no hay riesgos en cuanto a la estructura del barco ni en relación con los residuos que puedan quedar tras la reacción química por la combustión de la carga", afirma el subdelegado. A pesar de que Molina dijo a este periódico que técnicos de Capitanía Marítima accedieron al buque, este jueves, para revisar la situación del mismo, ayer comentó que todavía no han subido a bordo y que están a la espera de que se ejecute ese paso para conocer los resultados de la inspección que realicen para tomar decisiones sobre la entrada -o no- del carguero a un puerto canario. "Capitanía verificará en último extremo el estado del barco y decidirá si puede acceder", asevera Marco Aurelio Pérez.

Por el momento, Bibby Line Limited determina que los seis expertos que accedieron al granelero, este jueves por la tarde, "desde una Zodiac, ya que el estado del mar lo permitió", agrega, trabajan en la inspección de la cubierta principal, "en la que hay un mínimo daño debido al calor que ha sufrido entre las bodegas". Actualmente, el carguero está situado a unas 42 millas náuticas del sur de Gran Canaria, aunque los dueños han pedido permiso a Capitanía para "acercar más el buque a la costa para facilitar las tareas de traer y llevar materiales al buque", apuntan. Como respuesta, la misma empresa propietaria cuenta que la autoridad cree que "no es del todo seguro anclar el buque sin que la máquina principal funcione", pero afirma que están dispuestos "a inspeccionar el barco cuando sea el momento". Hasta entonces, no puede acercase más de 12 millas.

Las condiciones meteorológicas "continúan limitando las tareas", comenta Bibby Line Limited mientras Luis Molina expresa que "no hay prisa, porque no hay riesgos y podemos disponer del tiempo necesario para adoptar las medidas oportunas como hasta ahora". Además, el subdelegado destaca la gestión "impecable" que Capitanía ha ejecutado con el accidente.

En cuanto a la temperatura de las bodegas -uno de los aspectos que más preocupaba a los implicados por suponer un handicap para trabajar a bordo-, los dueños informan de que "quedan una o dos zonas de calor activas" y "los técnicos pudieron tocar la superficie de dos bodegas y ya no quemaban". Por ahora no han decidido si iniciar un enfriamiento directo sobre estos puntos de calor -como habían previsto desde el principio- o esperar, porque dependiendo del ritmo que lleven "pueden llegar a enfriarse solas como hasta ahora", indican.

Una vez los expertos llevados por Resolve Marine -compañía contratada por los propietarios para coordinar el plan de salvamento- acaben sus labores y den a conocer a Capitanía sus intenciones, esta mandará a sus técnicos a bordo para realizar la última inspección y decidir la entrada a puerto canario, si así lo solicitan. Los resultados se trasladarán al comité asesor del Pecmar para trabajar en conjunto.

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