La bandera tricolor con siete estrellas verdes protagonizó ayer parte del debate en el Pleno del Parlamento de Canarias. Todos los grupos a excepción del PP apoyaron una proposición no de ley (PNL) instada por el grupo Nacionalista -en concreto por el presidente del Partido Nacionalista Canario (PNC), Juan Manuel García Ramos- para que se levante la prohibición de exhibir la mencionada enseña en los espectáculos deportivos y actos populares.

Los conservadores recurrieron a un argumento de peso. Su portavoz, Australia Navarro, afeó a García Ramos llevar a la Cámara la denuncia de unos hechos que son "falsos". Dicho de otro modo, resulta imposible "levantar una prohibición que no existe", en palabras de la propia integrante de la bancada popular. Su afirmación la corrobora la comisión estatal contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte, estamento que asegura desconocer la adopción de iniciativas de esa naturaleza por parte de la Delegación del Gobierno central en Canarias o la Liga de Fútbol Profesional (LFP).

En una reunión celebrada recientemente, la patronal del balompié aseguró que tampoco hay una lista de emblemas cuyas connotaciones violentas descarte su exhibición en los partidos de Primera y Segunda División. "Solicitar a la LFP la eliminación de la bandera tricolor canaria con siete estrellas verdes de su lista de emblemas que incitan a la violencia en los estadios de fútbol en los partidos bajo su delegación", reza, por ejemplo, una de las peticiones recogidas en la PNL. Sin embargo, el error de fondo no movió de su posición a García Ramos, empoderado por el levantamiento de 18 actas contra portadores de dicha bandera durante el encuentro de ida de los treintaidosavos de final de la Copa del Rey disputado recientemente por el CD Tenerife y el RCD el Español en el Heliodoro Rodríguez López. El parlamentario nacionalista citó como fuentes al club blanquiazul y varias peñas que se nuclean en torno a él.

Aparte de esta objeción, Australia Navarro advirtió de que la enseña con las siete estrellas verdes "no es la bandera de todos los canarios" y recalcó que fue la adoptada por "el movimiento independentista de los años 70", en referencia al Mpaiac. "La de todos es esta", enfatizó girándose para señalar el símbolo oficial canario presente en la sala y del que el diputado de Podemos Francisco Déniz había asegurado minutos antes que "no lo conoce ni dios".

El presidente del PNC admitió una enmienda planteada por el socialista Gustavo Matos, quien apuntó que el símbolo no es de ninguna formación política, sino de todos los canarios. En esa misma línea se expresó Luis Campos, de Nueva Canarias (NC), que apuntó, además, que quienes plantean que esa bandera incita al odio "no tienen idea de lo que representa".

Por su parte, desde el grupo Mixto Melodie Mendoza tampoco halló problema en la exhibición de la enseña de las siete estrellas verdes, ya que no genera violencia, si bien advirtió de la necesidad de estar vigilantes cuando la aparición de una bandera española conlleva protestas, silbidos y abucheos de rechazo.