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Entrevista | Alfredo Briganty

"Hay una mafia judicial en Canarias para que no prospere la verdad"

"He reivindicado ante todas las instituciones la necesidad de un juicio en tiempo y forma", destaca el abogado y acusado en el ´caso Eólico´

Alfredo Briganty, durante la entrevista, celebrada en su despacho de Madrid. LOF

El juicio del caso Eólico ya tiene fecha, arrancará en junio. ¿Satisfecho?

Profundamente insatisfecho. La justicia a destiempo es muy injusta. Ya el daño está hecho.

Parte de ese retraso se debe a recusaciones por parte de los encausados.

Eso es una excusa. Aludir a las recusaciones es una de las estratagemas, burdamente montada, de este sanedrín mafioso al que aludo continuamente. Se han empeñado en elevar a la categoría de retraso lo que no es más que el ejercicio de un derecho constitucional. He reivindicado ante todas las instituciones la necesidad de un juicio en tiempo y forma.

Le piden un año y medio de cárcel. ¿Le tranquiliza saber que es difícil que pise la prisión?

Lo que más tranquiliza es saber que no se ha hecho nada. Lo que piden unos impostores no es más que lo que el papel aguanta. No he cometido ningún delito y, por supuesto, no puedo estar intranquilo por ir a la cárcel. Aunque le soy sincero, me gustaría ir para saber cuántos inocentes hay dentro.

¿Sospecha que abundan?

Sospecho que hay muchísimos.

¿Ha recibido alguna querella por las acusaciones y críticas que vierte en su libro El carnaval de los vientos ?

Ninguna y todavía no he dicho ni el 20% de lo que voy a decir.

En ese libro alude a un formato de trilogía. ¿Cuándo van a llegar las siguientes entregas?

Cuando resulte necesario. La clave del éxito cuando se lucha contra el sistema está en la administración de los tiempos. Los tres libros están escritos.

¿Cómo pueden estar escritos si no se ha celebrado el juicio?

Ese, el del juicio, lo van a escribir ustedes, la prensa, y les va a dar vergüenza de muchas cosas que se han dicho.

El magistrado Pedro Herrera es el presidente del tribunal del jurado. Tampoco sale bien parado en su libro. ¿Le inquieta?

El que tiene que estar muy inquieto es él. Yo sí que lo voy a dejar en su sitio el día que se ponga enfrente de mí, él como magistrado y yo como presunto delincuente. ¿Se refiere al padrino de boda del señor [Miguel Ángel] Parramón? [instructor del caso Eólico]. Es una extraña y pintoresca pareja en el sistema judicial canario. Son íntimos amigos y correligionarios en cuestiones políticas que nada tienen que ver con la Justicia. Tengo una carpeta que he llamado compadreo entre jueces.

Y si asegura esto, ¿por qué está tan tranquilo?

La verdad acaba con cualquier juez.

¿Quién es Alfredo Briganty en el caso Eólico ?

Un títere utilizado por el sistema, un abogado en ejercicio que se ve en la desagradable tesitura de pasar por una experiencia inaudita porque a otros no les interesa salir en las portadas de los periódicos. Un simple abogado al que no le gusta estar todo el día señalando a los demás. Son ellos los que se han empeñado en que lo tenga que hacer.

¿Nunca estuvo cerca del PP?

No, en modo alguno. Cuando Larry Álvarez llegó a ser el confidente del señor [José Manuel] Soria, me pidió que me afiliara para contribuir con 2.000 pesetas a las arcas de ese partido. Me di de alta, pagué durante un año y rápidamente me vi sorprendido por todo esto. Jamás he estado en un mitin, ni del PP ni de nadie, como tampoco he estado en la sede social de ningún partido y la política me importa bastante poco. Lamentablemente he tenido que leer algo con posterioridad al caso Eólico para enterarme de los entresijos y ciertamente es una trama política en la que me he visto inmerso sin comerlo ni beberlo.

Cuenta que en dos ocasiones se dirigió al señor Soria cuando era ministro...

No solo a él, sino a todas las personas que representan las instituciones judiciales estatales y de Canarias. Tengo más de cien cartas que publicaré en breve en un blog dirigidas a todos esos estamentos e incluso al rey. Exceptuando a este último y a alguna persona más, el resto no responde; deben estar temerosos de su participación en toda la corrupción institucional.

Lo que quería preguntarle es si ha intentado ponerse en contacto con él ahora que está alejado de la política.

No, no, no, no. Dime con quién andas y te diré quién eres. Déjeme apartarme de toda esa gente para poder vivir tranquilo y que no me vuelva a suceder lo mismo. Y no lo digo solo por el PP, creo que tienen todos una misma pasta.

Denunció presuntas maniobras del juez instructor, Miguel Ángel Parramón, para que un imputado declarara contra otros. ¿Por qué estima que fracasó en esa intención?

Hay una mafia judicial en Canarias, todos se ponen de acuerdo para que no prospere la verdad porque todos obedecen a unas mismas instrucciones.

¿Según usted toda la Administración de Justicia canaria está corrupta?

Perdón. He dicho todos y no es así, son unos cuantos. Le decía que no fracasé, sino que triunfaron ellos porque ocultaron la verdad, pero tengo un vídeo en el que se les ve y se les escucha. Verá cómo aquel triunfo fue una victoria pírrica temporal, porque realmente el señor Parramón se dedicaba a eso; él y otras personas relacionadas con él. Y hay un par de grabaciones más, una de un periodista con el abogado [Alberto] Hawach [que renunció a la defensa del ex director general de Industria Celso Perdomo] e incluso hay conversaciones entre el fiscal de la corrupción, que así lo llamo, Luis del Río, precisamente tratando de convenir las penas. También el abogado Sergio Armario intermedió al respecto de Mónica Quintana [pareja de Perdomo y también acusada en la causa].

¿Intermediaron en qué?

El juez no tenía ni tiene prueba alguna y se iba acercando a las personas para que, aunque fuera falso testimonio, dijeran algo previamente pactado. A cambio, él los sacaba del embrollo.

¿Tiene identificados a quienes integran la trama mafiosa de la que habla?

Por supuesto. Por eso el tercer libro de la trilogía se titula Con nombres y apellidos. Algunos están identificados en la Audiencia Nacional también, porque todo este contubernio nace como consecuencia de que se admite a trámite una querella en el Juzgado Central de Instrucción número 2, las diligencias 2315/2005.

¿Quién aparece?

Entre otros, el que fue suegro del señor Parramón [Ángel Ferrera]. Comenzar a comprender el porqué del caso Eólico y de la trama institucional es tan fácil como solicitar esa querella.

¿Dos denuncias presentadas a la vez en Madrid y Canarias?

No fueron simultáneas. Presentan una en Madrid y de manera milimetrada luego otra en Las Palmas, un sábado en la Supercomisaría. El lunes entró de guardia el señor Parramón , se retuvo la denuncia para que dedocráticamente le tocara a este juez. La de Madrid se oculta y por arte de birlibirloque llega a manos de uno de los imputados y procesados, que soy yo. Se hizo lo mismo dos veces y como no convenía que salieran a la luz los nombres de algunas personas de las incluidas en la querella de la Audiencia Nacional, tuvo que salir la de Canarias.

¿El mismo denunciante?

El mismo, el que ahora no recuerda nada. Pues tendrá que acordarse, porque yo tengo la querella y las diligencias.

¿En la Audiencia Nacional se archivó?

No, se escondió.

¿No se acaba todo si muestra esa querella?

No es el momento. No solo está don Ángel Ferrera.

En el libro carga especialmente contra él. ¿Es una cuestión personal?

No. Yo no sé quién fue el iluminado al que le dio por señalarme a mí para utilizarme como moneda de cambio. Pudiera ser él porque yo me dedico al mundo de la distribución y asesoraba a concesionarios Toyota en alguna época. Si fue otra persona, ellos sabrán, pero no tengo absolutamente nada contra el señor Ferrera, creo que ha prestado grandes servicios a la mafia institucional.

Suena a lo contrario. Sí parece tener algo en su contra.

No, en absoluto, cuando uno entiende las claves del sistema, ni en contra ni a favor. Sería interesantísimo por el bien de la democracia que no existieran estos sanedrines mafiosos, pero si lo veo, le doy un abrazo.

¿Dice que le señaló alguno de los que estaba en la querella que se presentó en la Audiencia Nacional para librarse?

Sí, eso he dicho. Bien es verdad que también están don Wilebaldo [Luis] y el Zorro Plateado [José Miguel Suárez Gil], que lo de este último es paradigmático. Está en todo el contubernio que denuncia el señor [Alberto] Santana Ramírez y después resulta que al juez se le olvida llamarlo a declarar. A él y a otros como a los señores Irisarri y Caruana. Debieron recibirse instrucciones muy concretas en relación con algunas personas. No es la única cosa extraña.

¿A qué se refiere?

Todas las actuaciones judiciales tienen que tener un número de identificación general. Pues el auto de detención de una serie de personas no lo tiene, es decir, no se hizo con el sistema Atlante ni lo hizo el Juzgado de Instrucción número 7. ¿Quién lo hizo? ¿Por qué la letra no es Arial como la que usa el sistema judicial canario? ¿A quién hubo que cambiar ahí en ese momento? ¿Por qué estuve en esta misma mesa secuestrado más de siete horas sin orden judicial?

¿Faltan más detenidos?

O más personas o los que realmente había que detener.

¿Hablaba con el ex director general de Industria del Gobierno canario Celso Perdomo?

Fíjese si hablaba que lo defendí en la comisión de investigación interna por el concurso eólico. No se llegaron a determinar responsabilidades administrativas. Ganamos.

¿Qué tiene usted que ver con el concurso eólico?

Contactaron conmigo unos abogados de Tenerife y yo era asesor jurídico de una sociedad que se iba a presentar, de don José Ignacio Esquivel. Teníamos muy claro que Red Eléctrica no podía enganchar los parques y estuvimos hablando de la necesidad de crear un equipo jurídico para, posteriormente, una vez fallado el concurso, poder prestar servicios jurídicos a los adjudicatarios. Tanta razón debía tener que, durante una decena de años, no han existido más que problemas. Y quieren echar los políticos la culpa al caso Eólico cuando hasta el propio Gobierno de Canarias ha sido condenado a pagar indemnizaciones por una cuestión que solo tiene que ver con la incapacidad de las instituciones.

¿Se refiere a la posterior anulación del concurso?

Posterior, no. Hay una sentencia de septiembre que no se publica curiosamente en el BOC [Boletín Oficial de Canarias] hasta marzo, tras las detenciones. Estaba todo atado y bien atado. Si no hay concurso, si ha sido anulado, ¿cómo se presta el señor Parramón a las detenciones? Porque él sí sabía que existía una querella en Madrid en la que estaba inmerso su propio suegro.

¿Le dice algo la presencia simultánea de los hermanos Esquivel y...?

(Interrumpe) La querella de la Audiencia Nacional aclarará toda esa simultaneidad.

No he terminado, le pregunto por la presencia simultánea de ellos y el entonces consejero de Industria, Luis Soria, en Magdeburgo, sede de uno de los gigantes de la aerogeneración.

No estuve, no me lo pregunte a mí. Le digo que cuando vea la querella de la Audiencia Nacional, usted mismo se responderá y la opinión pública, también.

¿Esa querella existe?

Sí, tiene diligencias previas, un número de registro, un juez encargado y alguien que es capaz de ponerla siempre al final de un montón.

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