El Frente Polisario pierde una de sus piezas clave. Su representante ante la Organización de Naciones Unidas (ONU) y miembro de su Secretariado Nacional, Ahmed Bujari, falleció el martes por la noche. El principal negociador político de este movimiento y el dirigente con más bagaje en los círculos internacionales, murió en un hospital de Bilbao, tras una larga enfermedad.

Bujari fue el primer representante del Polisario en España, delegado para Europa y embajador en varios países latinoamericanos, entre ellos México, Venezuela y Panamá, además de que ocupó puestos de responsabilidad en el movimiento. Desarrolló buena parte de su labor en Nueva York y fue miembro de la comisión que negoció con Marruecos tras el alto el fuego en 1991, vigilado por la Misión de la ONU para el Referéndum del Sáhara Occidental (Minurso).

Nacido en Tiris en 1954, se afilió al Frente Polisario en su juventud cuando aún era estudiante. Inició sus estudios de Derecho en la Universidad de la Laguna, en Tenerife, y los finalizó en Madrid.

Fue "un luchador con fuerza y convicción, abnegado, leal a sus principios, firme en sus decisiones y claro en sus planteamientos. Convencido de la victoria de su pueblo, es motivo de orgullo y ejemplo a seguir para el pueblo saharaui", destacó la delegada saharaui en España, Jira Bulahi. El Gobierno de la autoproclamada República Árabe Saharaui Democrática (RASD) ha declarado siete días de luto oficial. Será enterrado en Tinduf.

La última visita del diplomático a Canarias fue en junio de 2017, cuando mantuvo un encuentro con el presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, junto a la activista saharaui por los Derechos Humanos, Aminetu Haidar.

Ayer, el consejero insular de Solidaridad Internacional, Carmelo Ramírez, lamentó el fallecimiento de Bujari, cuyo "legado es la posición irrenunciable del pueblo saharaui a vivir en su territorio, que se acate la legalidad internacional en el Sáhara Occidental y Marruecos cumpla los acuerdos y resoluciones de la ONU en lo referente al derecho de autodeterminación".

Mientras que la jurista comprometida con la causa saharaui y también consejera de Política Territorial del Cabildo, Inés Miranda, destacó que Bujari era "un hombre sabio, luchador, valiente y muy dedicado a su pueblo y a su causa". Mohamed Said, miembro del Polisario en Canarias, conocía a Bujari desde la niñez y destacó que ha sido "uno de los diplomáticos más brillantes en la lucha del pueblo saharaui".

Bujari es un viejo conocido de Canarias, ya que fue representante en las Islas y en Madrid de la organización saharaui.

Son famosas sus amenazas a los pescadores canarios por seguir faenando en el llamado banco canario-sahariano. En rueda de prensa en Las Palmas de Gran Canaria el 13 de abril de 1977 avisó: "No garantizamos la vida de los que transitan por el Sáhara o por sus aguas territoriales. Muy poca gente creía que nosotros podíamos hacer ataques por mar, pero hoy se ha de saber que somos capaces". En febrero de 1978 Bujari advirtió a los pescadores canarios y a sus familias: "Que elijan entre el hambre o la orfandad".

Fue expulsado por el Gobierno socialista de Felipe González en octubre de 1985, después de que un mes antes miembros del Polisario ametrallaron y mataron a dos personas en el pesquero canario Junquito y en la patrullera Tagomago en un ataque. Amenazó entonces a España con una "escalada bélica".

Más de 200 canarios desaparecieron, fueron secuestrados o asesinados frente a la costa vecina entre 1977 y 1987 en asaltos y atentados perpetrados por el Polisario.