Las redes sociales se lían con el Día de Canarias. Con el ánimo de criticar los actos del 30 de mayo hasta la portavoz de la formación morada, Noemí Santana, o varios dirigentes destacados del PSOE dan por veraz y amplifican un bulo que se ha hecho viral en los últimos días y en el que se suma mal y se lee hasta la mitad. En definitiva, se miente.

Varios mensajes en Twitter y Facebook han tratado de echar por tierra el evento que protagonizará Ferran Adrià el día 29 en el instituto Virgen de la Candelaria de Santa Cruz de Tenerife. En él el chef -considerado por los especialistas como el mejor cocinero del mundo cuyo restaurante, El Bulli, fue elegido durante cuatro años seguidos como el mejor del planeta- reinterpretará el puchero canario en una clase magistral que seguirán en directo por videoconferencia los estudiantes de los ciclos formativos de cocina y gastronomía de las ocho islas. El coste para las arcas públicas es cero euros. Desde luego no "miles de euros" como asegura la dirigente de Podemos o los 400.000 en los que insisten otros muchos de los tuit confundiendo el gasto total de las celebraciones con la clase en la que un número uno de los fogones se pone delante de jóvenes promesas canarios que, a buen seguro, lo idolatran.

Negar el enriquecimiento y la inspiración que para ellos representará el catalán es como negarle a Santana, o a cualquier otro podemita, un tet a tet con José Mujica, expresidente de Uruguay, o a un neoliberal con una Margaret Thachet resucitada, por poner un par de ejemplos.

Ya se anunció durante la presentación del programa de actos del Día de Canarias que el Gobierno ha contado con colaboración privada, en este caso Movistar. La empresa de telecomunicaciones se hace cargo de conectar a los centros de FP desde El Hierro a La Graciosa y de traer al chef catalán a las Islas.

400.000 euros es el coste del medio centenar de actos previstos en el Archipiélago, que ya arrancaron el pasado fin de semana y llegarán hasta el 1 de junio con un curso de garrote canario en el polideportivo Villa de Mazo, en La Palma.

Llama la atención que se cuestione precisamente una iniciativa que ahonda en la formación de los jóvenes canarios y con la que se logra dar visibilidad internacional a la cocina de las Islas y a sus creadores; promocionar aún más si cabe el Archipiélago como destino turístico, añadir calidad y diversificar la primera industria canaria más allá del sol y la playa y acabar por vincularla al sector primario. En definitiva, lo que demandan un día sí y otro también los propios políticos en el Parlamento regional y aconsejan todos los especialistas.