Dos empresarios, el secretario jurídico de una de estas empresas y el alto funcionario imputados en el "caso Eólico" han admitido hoy ante la Audiencia de Las Palmas que existió una trama de sobornos para conseguir ventajas en el concurso de parques eólicos convocado por el Gobierno de Canarias en 2004, al reconocerse culpables de los cargos de cohecho que les imputa la Fiscalía.

Solo el principal acusado en este proceso, Celso Perdomo, que era director general de Industria cuando ocurrieron los hechos, y su pareja sentimental, Mónica Quintana, seguirán defendiendo su inocencia durante la vista oral del caso, según han anticipado sus defensas en la primera jornada del juicio.

Por el contrario, los empresarios y directivos a quienes se responsabiliza de pactar el pago de sobornos, Alfredo Briganty, Enrique Guzmán y José Ignacio Esquivel, admitirán sus culpas y también el funcionario autonómico Honorato López, que va a "colaborar en todo lo que esté a su alcance" desde "un absoluto arrepentimiento", conforme a lo que ha avanzado su representante legal.

En similares términos se han pronunciado ante el Jurado las defensas de Briganty, quien "desea pasar página lo antes posible"; de Esquivel, que sostiene que "cometió un error" y desea "colaborar plenamente", y de Guzmán, quien "va a reconocer los hechos" y "a colaborar con la Justicia de manera activa, sincera y leal", de acuerdo a la exposición de sus letrados.

Su postura ha sido cuestionada, en todo caso, por la abogada de Celso Perdomo, quien ha afirmado que "probablemente los que se conformen no tienen tanto que perder" (se exponen inicialmente a penas de año y medio a dos años de cárcel, mientras que para su cliente se piden siete años).

Estos cuatro procesados probablemente prefieren declararse culpables para poder acogerse a rebajas de sus condenas, sostiene la defensa del principal encausado, que ha insistido en que Celso Perdomo "no ha hecho ni cometido los delitos por los que está sentado en el banquillo".

Más allá ha ido el abogado de la novia del director general, que ha asegurado que "el 'caso Eólico' no tiene nada que ver con Mónica Quintana" y que "su delito es ser pareja de Celso Perdomo".