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Alerta ante una nueva crisis de cayucos

Canarias ha recibido 311 inmigrantes en lo que va de año, más de la mitad de ellos desde el sábado

Canarias ha recibido en lo que va de año a 311 inmigrantes irregulares. Más de la mitad de ellos, 190, llegaron de la otra orilla desde el último sábado: 152 personas lo hicieron a bordo de un cayuco al sur de Gran Canaria y otras 38, repartidas en dos pateras, a Lanzarote. A estas cifras se suma que un helicóptero de Salvamento Marítimo busca desde el domingo una lancha neumática que partió de las costas de Marruecos con unas 25 personas. El repunte que puede producirse en la llegada de sin papeles a las costas canarias como consecuencia del blindaje de las fronteras en varios países del Mediterráneo preocupa en las Islas. El presidente del Ejecutivo regional, Fernando Clavijo, ha solicitado una reunión urgente con el jefe del Gobierno central, Pedro Sánchez, para coordinar una respuesta ante la posible reactivación de la ola migratoria. Organizaciones y expertos advierten, a su vez, de la importancia de estar preparados para atender a los inmigrantes que opten por la ruta del Atlántico Norte para acceder a Europa.

Lejos queda, aunque aún pervive en la memoria de la sociedad canaria, lo que en 2006 se denominó crisis de los cayucos. En aquel año, según los datos publicados por el Ministerio del Interior, llegaron al Archipiélago 31.678 inmigrantes en 596 embarcaciones, un 565% más que en 2005. Juan Carlos Lorenzo, coordinador de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) en Canarias, no alberga en su pensamiento que se produzca una situación similar a la de aquella época. Pese a que entiende que aún es pronto para hablar de un cambio de tendencias en la afluencia de las rutas migratorias, Lorenzo sostiene que es importante tener "capacidad de previsión para afrontar con garantías la acogida de las personas" que lleguen.

Las vías de colaboración que se abrieron con los países de origen de los inmigrantes, como Senegal o Mauritania, así como las medidas que España adoptó junto con la Unión Europea (UE) para atender esa situación de crisis humanitaria hizo que el número de sin papeles disminuyera progresivamente. No en vano, en 2007 desembarcaron en las Islas 12.478 inmigrantes mientras que en 2008, 2009, 2010 y 2011 hicieron lo propio 9.181; 2.246; 196 y 340 personas, respectivamente. Desde entonces el número de llegadas se mantuvo por debajo de las 300 personas hasta que en 2015 se registró un ligero repunte, pues 875 inmigrantes pusieron rumbo a Canarias. Un año después arribaron en las costas isleñas 672 personas, 254 más que en 2017.

Clavijo destacó ayer que el fenómeno migratorio perdurará hasta que no se solucione en origen el problema, según informó Efe, pues siempre habrá gente que decida buscar una vida mejor al otro lado de la orilla. A juicio del jefe del Ejecutivo regional, ""Europa no ha sabido dar una respuesta" a la actual emergencia humanitaria.

Podemos, por su parte, exigió a Clavijo que active el Pacto por la Inmigración de 2002 y ponga en marcha medidas consensuadas con los partidos con presencia en el Parlamento canario en esta materia. La formación morada teme que la cita de Clavijo con Sánchez "sea una excusa para demandar la convocatoria de la Comisión Estado-Canarias para desarrollar el artículo 37.1 del Estatuto de Autonomía en lo referente a limitar la residencia y trabajo de extranjeros en Canarias", tal y como ocurrió en 2013, según destacó el partido en un comunicado.

"Vasos comunicantes"

El recrudecimiento de la situación que se vive en la ruta del Mediterráneo Occidental, donde más de un millar de inmigrantes cruzaron el mar para pisar tierras andaluzas en busca de un mejor porvenir solo durante el último fin de semana es una señal. El director del Instituto de Derechos Humanos de la Universidad de Valencia, Javier de Lucas, explica que las vías de acceso a Europa funcionan como "vasos comunicantes". De Lucas sostiene que "es absolutamente claro que si se cierra el control de la ruta del Estrecho, antes o después va a aparecer la de Canarias".

La presión de las "franquicias" de Al Qaeda y del yihadismo, "tanto en el sentido directo terrorista como en el de fuerzas fundamentalistas islámicas" en la franja subsahariana, puede hacer, bajo su punto de vista, que quienes no se incorporen a las "peligrosísimas" rutas del desierto "elijan ir hacia la costa para embarcar en cayucos hacia Canarias". Otras de las causas que empujan a los migrantes a jugarse la vida son, por ejemplo, el incremento exponencial de las desigualdades o la falta de expectativas de mejora entre la población joven.

La responsable de Desplazamiento Global de Oxfam Intermón, Eva Garzón, no descarta que haya un aumento de la presión migratoria en el Archipiélago por la ausencia de opciones legales para emigrar y el recrudecimiento del control fronterizo sin que se habilite vías de petición de asilo. Garzón critica que la situación actual es producto de "políticas migratorias miopes y cortoplacistas" que tratan de impedir "a toda costa" que las personas pidan protección o emigren a Europa. "Lo único que consiguen es modificar temporalmente las rutas y llevarse más vidas por delante", apunta.

A golpe de naufragios y rescates, la crisis migratoria se ha ganado un lugar preponderante en la agenda política estatal y europea. Con motivo del Día Mundial de las Personas Refugiadas que se celebra hoy, Cruz Roja informó ayer que ha incrementado su intervención dentro y fuera de España. En el caso de Canarias, esta institución cuenta con dos proyectos para la atención y apoyo a las inmigrantes y solicitantes de asilo así como de un equipo de emergencia de ayuda humanitaria en cada isla. Y desde aquí también mira al exterior, pues diez delegados han participado en el operativo humanitario que desde 2015 tiene desplegado en Grecia, país en el que aún continúa Greisy Trejo.

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