El exconsejero de Industria del Gobierno de Canarias Luis Soria "nunca" autorizó al director general del área y principal acusado en el caso Eólico Celso Perdomo filtrar a ninguna empresa las bases del concurso de 2004 antes de la publicación de la convocatoria, ya que eso conllevaría "dar ventaja" a unos competidores frente a otros.
Así lo afirmó Soria en calidad de testigo en la quinta jornada del juicio con Jurado presidido por el magistrado Pedro Herrera, que se celebra en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Las Palmas en el inicio de la prueba testifical. Hasta el 5 de julio prestarán declaración 72 testigos.
Cuatro de los acusados en la presunta trama de corrupción, el abogado Alfredo Briganty, el funcionario Honorato López, y los empresarios Enrique Guzmán y José Ignacio Esquivel, han reconocido ya los hechos y confesado los delitos. Sólo Celso Perdomo, exdirector general de Industria del Ejecutivo, y su pareja Mónica Quintana, funcionaria del Cabildo de Gran Canaria, mantienen su inocencia.
El hermano del exministro de Industria, Energía y Turismo y expresidente del PP en Canarias José Manuel Soria no dudó ayer ni un segundo. Luis Soria fue tajante al asegurar que "nunca" dio instrucciones a Perdomo ni a nadie para facilitar las bases del concurso eólico antes de su publicación oficial ni ninguna información relativa a los terrenos donde se podían ubicar los parques eólicos o teléfonos de contacto de personas titulares de estas parcelas. "No había ninguna instrucción", aseveró.
"Mucho interés"
Soria, que nombró a Perdomo como director general de Industria, respondió al fiscal Anticorrupción de Las Palmas, Luis del Río, que uno de los objetivos prioritarios de su departamento era convocar el concurso eólico, "no sólo por la importancia de los recursos de energías renovables en Canarias, sino también porque brindaba oportunidades empresariales". De hecho, comentó que la adjudicación de los parques suscitó "mucho interés". "Se sabía de antemano la inversión en que se iba a incurrir y aproximadamente también los costes y era un negocio donde el riesgo era bastante controlado", apostilló, puesto que existía un compromiso de la administración autonómica de adquirir toda la energía que generaran las infraestructuras.
Durante su intervención, Soria contestó que "nunca", mientras él estuvo al frente de la consejería, tuvo conocimiento de que Perdomo hubiese avanzado información a empresarios sobre el concurso antes de su publicación. De ser así "habría alguien con ventaja", le planteó el fiscal, a lo que Soria contestó: "Por supuesto".
En respuesta a las preguntas de la letrada de Perdomo, María del Mar García, sobre si mantuvo algún encuentro con empresarios o administraciones para ofrecer datos sobre el concurso antes de presentar las bases, Soria reconoció que tuvo "muchas" reuniones con organizaciones empresariales, sociales, sindicales, ayuntamientos y cabildos porque el concurso causó "gran expectación".
Precisó que en dichas citas traslabada las "directrices políticas". En concreto, "las limitaciones" del territorio desde el punto de vista de que "somos unos sistemas eléctricos insulares y que los proyectos que se pudieran presentar tuvieran la menor afección posible al medioambiente". "Eran todo marcos generales orientados a la política", reiteró Luis Soria.
Además, con su testimonio rebati las tesis de la defensa de Perdomo sobre que la información que aportó su cliente a determinadas empresas figuraba ya en la web de Industria. Soria negó que se divulgaran en la página de Internet de la consejería datos referentes a las bases del concurso antes de su publicación. Si bien matizó que "circulaba información", pero desconoce qué tipo de información exactamente y quién la puso en circulación.
Sin embargo, el empresario jubilado Wilebaldo Yánez, "muy amigo" del suegro de Perdomo y que en 2004 representaba a una empresa que suministraba equipamientos a parques eólicos y que recibió un borrador del concurso con idea de remitírselo a una compañía interesada en concursar, sostuvo que el borrador del concurso estaba en la web de Industria. "Recuerdo que se podía ver perfectamente", afirmó, para sorpresa del fiscal, que señaló que eso no lo había dicho Yánez "nunca, ni en su primera declaración".
De igual modo, mientras en su primera declaración reconoció haber recibido dos correos electrónicos de Perdomo con el borrador del concurso y las fichas de Excell con el listado de terrenos y teléfonos de contacto, ayer juró que recibió sólo "un contrato que se iba a hacer con teléfonos de personas y alcaldes", a los que nunca llamó. "Ni utilicé los teléfonos ni vi nada del listado de terrenos. No llamé a ninguna de las personas que estaban allí", insistió Yánez, que alegó: "Lo que me dieron a mí es lo que le dieron a todo el mundo, por lo menos es lo que yo creo. No tuve ningún privilegio ni me vi favorecido".
El representante del Ministerio Fiscal hizo constar las contradicciones en la declaración de Yánez respecto a su comparecencia inicial en el Juzgado de Instrucción 7 de la capital grancanaria.
Asimismo, declaró como testigo el ingeniero Daniel Fernández de Salamanca, directivo de una de las empresas concursantes en colaboración conYánez. Reconoció que recibió en agosto de 2004 las bases del concurso para adjudicar energía eólica que se publicaron en octubre, aunque negó que utilizase contactos políticos ni contase con una posición de privilegio. "Entendí siempre que era una información general que se entregó a muchos o a todos los que tenían interés en participar para facilitar el éxito del concurso", argumentó.
