Los afectados por el accidente del vuelo JK5022 de Spanair, una década después de aquel siniestro, reclaman el compromiso del Gobierno y los partidos políticos para que la "única" vía abierta que les queda, la comisión de investigación en el Congreso, no se cierre en falso. Fue el llamamiento realizado ayer por la presidenta de la Asociación de Afectados de este vuelo, Pilar Vera, durante el acto de homenaje en Madrid con motivo del décimo aniversario del siniestro, en el que murieron 154 personas y otras 18 resultaron heridas. "Diez años sin ellos", empezó Vera su intervención, y "duele cada año que pasa", añadió, pero aún así los familiares de las víctimas siguen trabajando para que una tragedia de este tipo, el mayor siniestro aéreo en los últimos treinta años en España, no vuelva a ocurrir.

Con este objetivo Vera pidió que los partidos políticos se "comprometan públicamente" para que la comisión de investigación parlamentaria "por esta vez, y por primera vez", sirva para aclarar lo ocurrido el 20 de agosto de hace diez años. La vía del juicio oral ya se cerró hace seis años y ahora esta es "casi la última opción que nos queda de todas las que hemos intentado una y otra vez", lamentó.

Por eso, la asociación confía en que el órgano parlamentario sirva para aclarar qué sucedió, pero Vera ya dijo "no confiar" en que pueda servir para "distribuir la responsabilidades" del siniestro: solo se trata de "un primer paso" para despejar las dudas que rodean a la "cadena de errores" que provocaron la tragedia.

En este mismo acto, el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, reconoció que esclarecer tanto la verdad como las responsabilidades es "de justicia" y, además de agradecer la labor realizada por la asociación, se comprometió a invertir y trabajar "incansablemente" por la seguridad de transporte. El titular de Fomento añadió que, muchas veces, "el afán por disponer de infraestructuras que nos faciliten el transporte o simplemente mantener los horarios han hecho descuidar la propia seguridad".

Fue durante el homenaje central ayer a mediodía en Madrid con motivo del décimo aniversario, junto al olivo en los jardines de la T2 del Aeropuerto de Barajas, donde se encuentra una placa con los 154 nombres de las víctimas mortales, pero también se realizaron actos en el Parque Juan Carlos I y en el lugar del accidente.

Los versos del canario Pedro Manuel Alfonso estuvieron acompañados por dos guitarras, también canarias, que, según la presidenta de la Asociación de Afectados, han traído "el sentimiento de una Isla que lleva 10 años llorando las pérdidas". Además del cante, algunos familiares, con la voz entrecortada, leyeron poemas dedicados a sus padres, hijos y hermanos que fallecieron.

Mientras, otros depositaron flores, como Loreto González, superviviente del accidente, que se acercó, despacio, a colocarlas ante la placa conmemorativa, con la ayuda de unas muletas con las que convive desde aquel 20 de agosto de 2008, en el que perdió a su hija Clara, de 23 años.

Entre los presentes en el acto estuvo Marcos Caballero, un canario de 45 años, hermano de David, paracaidista de Paracuellos del Jarama, que murió con 27 años cuando regresaba a Canarias para celebrar el cumpleaños de su hermana pequeña. Marcos, que vestía una camiseta blanca con la foto de su hermano, explicó que "las flores son para bodas y cementerios" y que él llevó a su hermano, en el homenaje, "su cervecita canaria, que es lo que le gustaba". Y disimuló su tristeza con una broma: "No le traigo su ' Interviú' porque ya sería un poquito escabroso".

Volar todos los años al homenaje de Madrid es algo que no se puede permitir porque le supone "un esfuerzo económico importante", pero quien sí lleva viniendo "sin falta" desde el primer trágico aniversario, pese a sus 84 años, es Víctor García, padre del piloto que comandaba el avión, Antonio García.

"Cada año me cuesta más venir", reconoció Víctor antes de señalar que, "pese a que necesite ayuda para llegar al parque Juan Carlos I", seguirá acudiendo hasta que le llegue su "hora".

Otro de los supervivientes del accidente, Rafael Vidal, madrileño de 40 años, puso voz a las reivindicaciones de la asociación y criticó la actuación de Mapfre, aseguradora del accidente, en la gestión de las indemnizaciones a las víctimas: "Esta mañana [por ayer] ha publicado un comunicado a toda prisa, será por algo: ' Excusatio non petita, accusatio manifesta'".

Pese a que es uno de los pocos supervivientes que lleva una vida normal, reconoció que ha tardado más de siete años en recuperarse de una herida abierta en la pierna izquierda que se le infectó por el agua sucia de un riachuelo en el que esperó desangrándose a que llegaran los servicios de emergencia. "Es un puto despropósito", calificó el veredicto de la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (CIAIAC), que aseguró que los servicios de emergencia actuaron adecuadamente, cuando él tuvo que sujetar, con el brazo roto, la cabeza de un hombre para que no se ahogara, durante 40 minutos.

Por la mañana, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ya había colgado un mensaje en su cuenta de Twitter de recuerdo a las víctimas y para asegurar que se trabaja "para determinar lo ocurrido y prevenir futuras tragedias".