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La tragedia de Spanair Música y versos en Gran Canaria para evocar una década de sufrimiento

Los versos de una historia sin guión

Ciudadanía y autoridades políticas rinden un emotivo homenaje a las víctimas del vuelo JK5022

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Actos en Gran Canaria por el décimo aniversario del accidente del vuelo JK5022

Había tantos besos en el aire como rosas blancas en el mar. Miradas perdidas tras gafas oscuras y abrazos a niños y niñas que no entienden de justicia o de verdades, sino de no tener a su lado a quien ni siquiera llegaron a conocer. Diez años después del despegue que marcó un antes y un después en la historia de los accidentes aéreos, la tragedia del JK5022 sigue latente en muchos corazones, sobre todo en quienes continúan luchando por la verdad y la justicia.

"Sabemos a quién nos enfrentamos, a todo el sistema de aviación civil, a un gigante económico como Boeing y a una multinacional de los seguros como Mapfre", explica Federico Sosa, familiar de cuatro víctimas mortales de la catástrofe y vocal de la Junta Directiva de la Asociación de Afectados del Vuelo JK5022 (AVJK5022). Sosa afirma que la compañía aseguradora ha hecho todo lo posible por humillar a las víctimas durante esta década. "Dice que desde el minuto uno se puso a disposición de las familias y públicamendigo que es falso", asegura. Asimismo increpa a la estadounidense Boeing por, entre otras razones, no haberse presentado ante varias citaciones judiciales "para explicar por qué el relé falló".

Este interrogante es solo uno de tantos que una década después de la tragedia no se han cerrado. Ya en 2008, la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (Ciaiac) aprobó el informe del accidente que señalaba que durante el despegue los flaps no estaban activados. Se trata de un informe que Sosa califica de "nefasto", y añade que "tapó los errores y cerró la causa en vía judicial". Fue, insiste el familiar, una manera de decir "aquí no ha pasado nada. Es como si la culpa la hubiesen tenido nuestros familiares por haberse subido al avión", explica. Por ello, la Asociación solicita que la Ciaiac "desaparezca de la manera en la que está constituida y se cree un órgano multimodal independiente del Ministerio de Fomento". Es algo que también denuncian Saro y Mari Lola Delgado, hermanas de la fallecida Lidia Delgado, quienes piden que la Comisión "sirva para depurar responsabilidades".

"Desde el momento en que empezaron a llegar todas las familias canarias a Madrid, sentí que algo me olía a tufo, hablando en plata", manifestó ayer el cantautor Sergio Alzola tras interpretar su tema JK5022 ante la familia, la ciudadanía y las autoridades políticas que acudieron a la Plaza de la Memoria, lugar que también conmemoró el décimo aniversario de la tragedia, tras la ofrenda floral en La Puntilla junto al monumento Luces en el vacío. El cantautor anima a "llegar hasta las últimas consecuencias para conocer la verdad".

Estas respuestas perdidas suponen, en palabras del alcalde capitalino, Augusto Hidalgo, "una pesada carga" para quienes mantienen una lucha lenta y valiente. Se trata de un camino en el que Sosa siente que se ha hecho una doble condena, a las víctimas y a sus familiares pues, en su opinión, "nuestro país está empecinado en no cuestionar el sistema". Esto no ha achantado a los miembros de la Asociación que, con su presidenta Pilar Vera a la cabeza, siguen escribiendo una historia para la que Sosa asegura que no hay guión. Un ejemplo de ello es su último logro, el haber conseguido la constitución de la Comisión de Investigación sobre el accidente en el Congreso de los Diputados el pasado 18 de abril.

Hidalgo aplaude el trabajo de la Asociación, la que considera "un ejemplo para la ciudadanía". Y hace lo propio también el presidente accidental del Cabildo de Gran Canaria, Pedro Justo, quien destaca que las familias de los fallecidos "se han dejado la piel en sacar, de una situación particular, un beneficio para todos mejorando la seguridad aérea". Y es que la AVJK5022 doblegó al Ministerio de Fomento para que aprobase un Protocolo de Coordinación para la asistencia de las víctimas de accidentes de la aviación civil y sus familiares, un trabajo que, para Sosa "no le correspondía hacer a la Asociación".

La dejadez de los poderes públicos es precisamente lo que destaca Justo en su intervención en La Puntilla, pues tilda de "poco cooperativa", e incluso de negativa, la labor del Poder Judicial, el Legislativo, el Ejecutivo, así como "la del defensor del pueblo y el diputado del común". En este sentido, Sosa denuncia que "no puede ser que murieran 154 personas y que todo siga igual", y lamenta que el país que no protegió a las víctimas, tampoco los protege a ellos.

"La muerte les llegó temprano, una muerte que no era suya", versos de un poema de Benedetti que valía ayer a los familiares de las víctimas para intentar transmitir el dolor de lo que Sosa describe como "3.650 veintes de agosto". Y es que aunque hayan pasado diez años, para muchos fue ayer. La pena y la impotencia persisten tan firmes como el compromiso con quienes se marcharon en un viaje más largo del que esperaban, en un avión cuyo mayor peso no era el de los pasajeros, sino el de una cadena de errores que cambió para siempre la vida de muchas personas. En los acordes de Sergio Alzola, fue el verano más frío, en el que 154 ángeles vivos reunieron a "un centenar de familias en un mismo río".

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