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Quevedo: "Aznar pretendía un alegato político y se empleó con dureza"

El diputado canario lamenta el "circo" que buscan el PP y otros partidos en la comisión

Quevedo: "Aznar pretendía un alegato político y se empleó con dureza"

La sesión de la comisión de investigación del Congreso que investiga la financiación ilegal del PP celebrada el martes fue "la tormenta perfecta" para el presidente de la misma, el diputado de NC Pedro Quevedo, que se vio obligado a driblar con intervenciones duras, desagradables y broncas para evitar que se convirtiera en un "circo". Quevedo señala que el expresidente José María Aznar fue "extremadamente agresivo", asistió a la comisión con la intención de lanzar un "alegato político" y se empleó con una inusual dureza contra algunos de los portavoces, entre ellos Gabriel Rufián (ERC), Pablo Iglesias (Podemos) y Oskar Matute (Bildu).

El diputado canario considera que al interés mostrado por la comparecencia del expresidente del Gobierno, se unió la reciente pérdida del Gobierno por el PP y que los populares nunca han aceptado esta comisión y desde el primer momento han puesto muchos problemas para su funcionamiento. "Tenía todos los ingredientes para que no fuera una sesión precisamente sencilla e intenté controlarla de forma razonable porque había portavoces que no lo ponían nada fácil para que así fuera", critica Quevedo. En su opinión si algún ciudadano habían concebido la esperanza de que esta sesión fuera a aclarar algo de la verdad fue todo lo contrario "porque ni ha ayudado a esclarecer nada ni ha mejorado la imagen que tienen los ciudadanos de la política".

Para el presidente de la comisión fue más desagradable enfrentarse al PP que a otros partidos. Del diputado de Esquerra Republicana, Gabriel Rufián, Quevedo dice que es un "tipo normal" cuando está fuera del Congreso pero en la Cámara Baja "hace una escenificación que es la que considera mejor para su público y su ideología, es una forma de interpretar la política y de representar a su electorado con la que no estoy de acuerdo pero es su forma de hacer las cosas".

En relación con el portavoz de EH Bildu, Oskar Matute, a Quevedo le sorprendió su corrección, con un discurso que "estuvo a la altura" pese a la intervención de Aznar acusándole de ser miembro de ETA. "Estuve a punto de reprender con dureza al expresidente pero el portavoz de Bildu me dijo que no hacía falta", indicó.

Sí fue peor el encontronazo de Pedro Quevedo con el portavoz del PP, Eloy Suárez, que recriminó al diputado canario su forma de llevar la presidencia de la comisión. "En el PP hay un sentimiento de agravio tras perder el Gobierno que les ha colocado en la posición de obstaculizar el funcionamiento de la comisión, por eso estimulan la bronca y pretenden convertirla en un circo, algo que intento evitar", añade el parlamentario.

Para Quevedo "es desagradable y molesto tener que estar recriminando los comportamientos de algunos diputados". Tras las críticas directas del portavoz del PP, el parlamentario de Nueva Canarias le hizo un chascarrillo: "Si consigue otro presidente me da usted la alegría del siglo". Tras acabar la sesión Quevedo se quejó a los dirigentes populares y les dijo que sus intervenciones habían sido "inaceptables".

Ideario ultraliberal

El diputado por Las Palmas considera que Aznar fue a la comisión a desgranar su ideario "ultraliberal" y algunas de las preguntas que le hicieron dieron pie a ello. No obstante, Quevedo indica que "decir a estas alturas que la sentencia de la Gürtel no tiene mayor importancia me parece poco razonable, Aznar tiene la personalidad que tiene, es correoso, está acostumbrado a la batalla política e hizo alusiones que no tenían nada que ver con lo que es una comisión de investigación".

Presidir una comisión de estas características y en las actuales circunstancias es un marrón para el parlamentario nacionalista canario. Recuerda que él y su partido fueron "arrastras" a la comisión y se vio obligado a presidirla porque había una situación de bloqueo por parte del resto del arco parlamentario: "Nunca he estado cómodo pero una vez que lo asumes hay que hacerlo, yo me suponía lo que podía pasar pero debido al contexto político actual la comparecencia de un expresidente como Aznar suponía la tormenta perfecta", agregó.

En un principio la comisión está prevista para al menos cuatro meses más y Quevedo espera que el dictamen esté terminado para el próximo mes de marzo. Hay peticiones de comparecencia para dos años más, pero el diputado canario no está dispuesto a seguir tanto tiempo al frente de una comisión que sólo le acarrea disgustos y cuya utilidad está cuestionada. Por ello es partidario de acortarla al máximo y su propuesta es que se cierren las comparecencias en diciembre, enero es inhábil desde el punto de vista parlamentario y que en febrero se prepare el dictamen para que esté finalizado en marzo. También propone que se realice una "selección" de las peticiones de comparecientes y que sean sobre todo técnicos y empresarios, que son los que arrojan más luz sobre el motivo de la investigación parlamentaria. En este sentido, Quevedo recuerda que "esto no es un juicio ni un debate político, es una comisión que trata de llegar a la verdad para que se asuman responsabilidades políticas".

En un primer momento el parlamentario tenía en mente que uno de los comparecientes podía ser el también expresidente del Gobierno Mariano Rajoy. Sin embargo, tras la sentencia de la Gürtel y la salida de dirigente del PP de La Moncloa por una moción de censura cree que ya no tiene mucho sentido y así lo defenderá cuando se reúna la comisión para aprobar la listas de nuevos comparecientes. "Rajoy está en su casa, como también lo está Aznar, dada la situación tiene poco sentido que venga a la comisión", añade el diputado de NC.

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