La bajada o no del IGIC se ha convertido en el centro de la batalla presupuestaria en Canarias. El Partido Popular ha condicionado su apoyo a los presupuestos para el 2019 a que se lleve a cabo una rebaja generalizada de dos puntos sobre el actual tipo impositivo, hasta el 5%. Y el propio presidente del Gobierno canario ha entrado en el debate para despejar cualquier duda al respecto. Así, Fernando Clavijo ha puntualizado esta semana que está dispuesto a prorrogar las cuentas actuales antes de apoyar "falsas promesas" y "populismos" que "puedan comprometer las buenas financias de la comunidad". Como mucho, explicó, Coalición Canaria está dispuesta a "hacer rebajas fiscales puntuales con sentido común". Ni siquiera en el caso de que el Estado flexibilice la regla de gasto y los objetivos de estabilidad, advirtió el presidente del Ejecutivo canario, se optaría por esta medida: "No podemos reclamar 600 euros de superávit para servicios esenciales y recortar nosotros 400 millones. Tenemos que ser coherentes".
Días atrás, la secretaria general y portavoz parlamentaria de los conservadores canarios, María Australia Navarro, había advertido al Gobierno canario que no diera por hecho el apoyo del PP a los presupuestos de la comunidad autónoma. E insistía en que su apoyo pasa "por la bajada sustancial de impuestos" porque, en su opinión, "los canarios no pueden esperar más. Hay que sacar la mano de sus bolsillos". Navarro secundaba así la postura de su presidente regional, Asier Antona, que ya había convertido el IGIC en el caballo de batalla de las infructuosas negociaciones para entrar en el Gobierno tras la ruptura con los socialistas. Ambos dirigentes del PP recordaban la subida del IGIC realizada en 2012 "iba a ser transitoria, pero han pasado seis años y las circunstancias son diferentes: ya hemos salido de la crisis y la recaudación es histórica".
Recaudación histórica
Efectivamente, los ingresos del IGIC han superado por vez primera en los siete primeros meses de este año los mil millones (1.034). Y acumula ya, en consonancia con el éxito de su principal fuente de ingresos: el sector turístico, cifras récords de recaudación. Hasta el punto que en seis años ha duplicado los recursos obtenidos por este impuesto en ese periodo: 550 entre enero y julio de 2013. En el acumulado anual, el crecimiento medio ha sido de cien millones más cada año entre 2011 y 2017.
Clavijo no está, sin embargo, dispuesto a ceder a las presiones de su principal apoyo potencial para sacar adelante las cuentas del próximo año, "aunque vaya en contra de las expectativas electorales de CC".
Pero no solo el PP ha convertido la bajada del IGIC en "una exigencia irrenunciable". Son sobre todo los empresarios los que presionan día sí y día también, en todos los foros posibles, para que dicho impuesto disminuya: "El sector turístico necesita una bajada del IGIC para afianzar su crecimiento, reactivar la renovación alojativa y consolidar la creación de empleo", según el presidente de la Confederación Canaria de Empresarios (CCE), Agustín Manrique de Lara.
Todas las patronales, provinciales y sectoriales, han coincidido en calificar esta rebaja de "objetivo inaplazable". El presidente de la Federación de Hostelería y Turismo (FEHT) de la provincia de Las Palmas, José María Mañaricua, llegó aún más lejos, al defender en una entrevista radiofónica la conveniencia de que la bajada fuera aún mayor de dos puntos. Así, al comparar las condiciones del turismo balear y canario, señaló: "El IVA turístico balear está en el 10%, es decir a la mitad del IVA general que es del 20%. De acuerdo a ese criterio, nuestro IGIC turístico debiera igualmente ser la mitad del tipo medio: el decir, pasar del 7% actual al 3,5%".
Lo que no dicen el presidente de la CCE y de la FEHT, ni tampoco sus homólogos de las patronales de la otra provincial: José Carlos Francisco y Jorge Marichal (CEOE Tenerife y Ashotel), es que en una comparativa con sus principales destinos competidores Canarias registra una diferencia clara a su favor en términos impositivos.
Tal es así que las Islas podrían importar la coletilla de "una hora menos en Canarias" para aplicarla a su fiscalidad, tanto si se compara con otros destinos españoles y europeos como del Caribe o el Mediterráneo.
¿No se sabe o no se dice?
Como sostiene el presidente del FEHT, a Baleares y al resto de destinos españoles se les aplica un tipo impositivo reducido al sector turístico: el 10% del IVA a los servicios alojativo y de hostelería frente al 21% general sobre el consumo. En el caso de Canarias, el impuesto sustitutivo, el IGIC, es del 7% en ambos supuestos.
Por lo que respecta a los restantes destinos europeos, competidores directos como Portugal, Grecia o Croacia, el IVA turístico es del 13% frente al 23%, 24% y 25% general respectivamente. En el país luso, a sus destinos insulares se les aplica también un tipo diferenciado, pero de apenas un punto en el caso de Madeira mientras en Azores cae hasta el 9% el reducido. Italia y Francia se asemejan por su parte a los destinos peninsulares: 10% reducido frente al 22% y 20% general. La media de la UE está, en fin, en el 21,6% y el tipo reducido del 10,5%.
Fuera del territorio comunitario, es esfuerzo inversor sigue siendo mayor tanto para destinos competidores del norte de África como del Caribe. En el caso de Egipto es del 10%, mientras en Túnez y Turquía se aplica el mismo tipo: 18% general y 8% turístico. Es decir, entre uno y tres puntos por encima del destino Islas Canarias. En el caso de República Dominicana el diferencial es aún más pronunciado: su impuesto al sector turístico es del 16%, el más alto.
Canarias tiene, en definitiva, la fiscalidad turística más baja de España y de las menores de Europa e, incluso, de la mayoría de destinos no europeos con los que compite. Son datos que apenas se plantean en el debate sobre la política fiscal abierto, bien porque se desconocen o bien porque simplemente se esconden. Lo cierto es que, pese a este diferencial, los empresarios turísticos no cejan en Canarias en defender la necesidad de una bajada de actual tipo del 7% del IGIC.
Cuando el ex presidente del Gobierno canario, Paulino Rivero, tomó la decisión de subir dos puntos este impuesto -al tiempo que ex presidente nacional Mariano Rajoy realizaba la misma subida al IVA turístico-, las patronales pusieron al unísono el grito en el cielo. Calificaron la subida de "alarmante" o "descomunal". Criticaron "la voracidad recaudatoria" del Gobierno y auguraron una pérdida de competitividad del destino, por el impacto de la subida impositiva en los precios.
El aumento fiscal se produjo sin embargo en el momento en el que el sector turístico se hallaba inmerso en plena subida de llegada de visitantes, a consecuencia del impacto de la primavera árabe de 2011 y la crisis de inseguridad de sus competidores del norte de África. Desde entonces hasta 2017, el empresariado turístico ha tenido una de las rentabilidades turísticas más altas que se recuerdan.
Lograr una minoración del IGIC ha sido una constante también frente al gobierno de Fernando Clavijo, dado que la medida fue tomada con carácter transitorio. Y cada vez que, frente a la escasa financiación de los servicios esenciales, el Gobierno ha alegado necesidad de mantener los ingreso, los empresarios han respondido cuestionando los criterios de gasto de las administraciones.
En el actual debate sobre la fiscalidad turística tampoco se tiene en cuenta otra ventaja competitividad del Archipiélago: las deducciones a la inversión. La Reserva de Inversiones de Canarias (RIC), que reduce al mínimo la presión fiscal sobre las empresas que operan en las Islas condicionada a su reinversión, ha crecido de manera notable en los últimos años, acercándose a los niveles anteriores a la crisis, cuando las dotaciones a la RIC alcanzaron el promedio anual de mil millones de euros.
De hecho, el "ahorro fiscal" de las empresas que operan en Canarias ha sido tan significativo en los últimos siete años, que llevó al ex ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, a blandir estos datos para "neutralizar" las peticiones canarias de mayor financiación. La memoria de los actuales Presupuestos Generales del Estado 2018 cifra en 457,8 millones el montante de deducción fiscal a las empresas canarias, es decir, los recursos que ha dejado de ingresar el Estado. Es decir, cien millones más que en 2012, cuando supuso 355 millones. En los tres anteriores ejercicios presupuestarios, los incentivos fiscales experimentaron una subida global del 46,5%.
Competitividad o rentabilidad
Visto lo visto, surge la duda de si cuando los empresarios canarios solicitan una rebaja del IGIC, de hasta el 5% o el 3,5%, lo hacen pensando en la competividad del destino o en su cuenta de resultados: "La subida del IVA de un 8 a un 10% en los hoteles de España en el año 2012, [del 5% al 7% del IGIC en el caso de Canarias] provocó las críticas de los empresarios del sector, afirmando que afectaría a la rentabilidad de las empresas y con ello a una pérdida de calidad y competitividad del producto ofertado. Pero no existen estudios que confirmen el impacto de dicha subida", señala Sonia Rubio en su Estudio sobre la fiscalidad del turismo en España y la Unión Europea.
Y la investigadora de la Universidad Pública de Valencia concluye que "una menor imposición en materia de IVA podría beneficiar al sector en cuanto a mantener unos precios más competitivos en relación a otros países competidores. Esta situación sería muy positiva para destinos turísticos maduros basados en la turoperación. Sin embargo, teniendo en cuenta el volumen de turistas extranjeros que acuden a nuestro país, el mantenimiento del IVA en un 10%, o incluso un crecimiento moderado de éste, para los hoteles y apartamentos turísticos, podría implicar una mayor recaudación tributaria beneficiosa para un país que tiene un déficit público entorno al 97% de su PIB".
