Canarias podría afrontar el próximo año con el mismo estado de cuentas públicas con que va a cerrar el presente ejercicio, tanto en el ámbito regional como estatal. El horizonte de una prórroga de los Presupuestos del 2018 en las Islas y en el ámbito nacional está empezando a vislumbrarse y son muchos los factores que empiezan a confluir en esa dirección. Aunque los gobiernos respectivos se disponen a iniciar los procesos, o lo han hecho ya, para la elaboración de sus previsiones de ingresos y gastos de los próximos doce meses, podría tratarse más de un ejercicio de voluntarismo y de la inercia institucional, que de movimientos operativos eficaces hacia ese objetivo.
El contexto económico y político está lejos de ser el más idóneo para abordar una negociación con posibilidad de culminar con éxito, tanto en Canarias como en el conjunto del Estado, y todo parece indicar que en ambos casos los respectivos Ejecutivos se sienten muy cómodos con el presupuesto actual como rampa de lanzamiento hacia las elecciones autonómicas de mayo, y a unas generales probablemente a finales del año próximo.
Esta es una hipótesis que está tomando cuerpo en las cúpulas de los partidos políticos y, en el caso de Canarias, es un escenario no desdeñado para el Ejecutivo de Fernando Clavijo a la vista de la nueva situación política tras la moción de censura y el cambio de Gobierno en el Estado en junio pasado. Si la prórroga de los presupuestos regionales en las Islas puede ser una carta a la que no le quede más remedio que apostar por la posible falta de apoyos entre la oposición en el Parlamento regional, la de las cuentas estatales de este año es vista como la mejor de las jugadas posibles. Tanto en el gabinete de Clavijo como en las cúpulas de CC y de NC, los dos partidos canarios que pactaron los Presupuestos actuales con el PP pero que se aprobaron ya por el Gobierno socialista de Pedro Sánchez, ven una tarea imposible de mejorar en estos momentos la ficha canaria en un hipotético nuevo proyecto para el año 2019.
La primera pista sobre la posibilidad de una prórroga de los Presupuestos canarios la dio el propio Clavijo cuando el pasado miércoles advirtió que no apoyará "populismos" ni "falsas promesas" para sacar adelante unas nuevas cuentas que pongan en riesgo y "tiren por la borda" el trabajo de los últimos años en materia de saneamiento y rigor fiscal de la Comunidad Autónoma. "Preferimos renovarlo, pero no vamos a hacer un Presupuesto que deje a Canarias peor que uno prorrogado", afirmó.
Aunque señaló que se está "haciendo la tarea" de elaboración que corresponde a estas fechas para su presentación antes del 30 de octubre, y que será un proyecto "expansivo", no va a aplicar medidas "que puedan comprometer las buenas finanzas" regionales. Anunció que empezará a hablar con los grupos parlamentario en las próximas semanas, pero deslizó un claro mensaje de que no descarta la prórroga si las negociaciones no le satisfacen.
El Gobierno regional no cuenta de antemano con poder incorporar los 598 millones de superávit de que dispone, aunque no cierra la posibilidad de que a lo largo del año pueda hacerse si previamente se aprueba una reforma de la Ley de Estabilidad Presupuestaria que modifique la regla de gasto, que es lo que ahora le veta el uso de esos ingresos 'ociosos' en los bancos. Sin embargo, la idea que predomina entre los miembros del Ejecutivo y en las cúpulas de los partidos es que, finalmente, no habrá nueva senda de estabilidad, ni tampoco nuevos Presupuestos Generales del Estado, y sí un adelanto electoral.
La creencia más extendida es que el PSOE no logrará los apoyos necesarios en el Congreso para unas nuevas cuentas, incluso aunque llegara a un acuerdo con Podemos, porque los nacionalistas catalanes de ERC y PDeCAT, imprescindibles para ello, van a condicionar su respaldo a cuestiones relacionadas con la situación catalana que el Gobierno de Sánchez no podrá asumir.
Cabe añadir además que la maraña parlamentaria y legislativa en que se ha metido la aprobación de la nueva senda de estabilidad, necesaria para presentar unos nuevos Presupuestos, podría retrasar los plazos hasta fechas en que estos ya no fueran operativos.
Esta teoría se asienta también en el hecho de que a Sánchez los actuales Presupuestos le valen y le son útiles para aguantar un año más en La Moncloa y convocar elecciones a finales de 2019. Aunque la intención inicial del PSOE es presentar un nuevo proyecto en noviembre, un calendario muy optimista que seguramente se incumplirá, su objetivo de fondo es anunciar en él una serie de medidas en política social e inversiones que le sirvan de mensaje durante la campaña electoral.
Menor peso
En este marco, desde Canarias se considera que los Presupuestos estatales del 2018 contienen medidas e inversiones para las Islas que serán imposibles de mantener en su totalidad en un proceso de negociación en el que ya no son necesarios los votos de Ana Oramas (CC) ni de Pedro Quevedo (NC), como diputados 175 y 176 que salvaron los de los dos últimos años.
Distintos dirigentes señalan en este sentido que las cuentas en vigor recogen una abultada ficha financiara para las Islas en inversiones y convenios (carreteras, empleo, aguas, costas, vivienda, infraestructuras turísticas) que el actual Ejecutivo está bloqueando y que probablemente no estaría dispuesto a repetir en un nuevo proyecto de cuentas. Se da la circunstancia, además, que el actual presupuesto recoge un mandato para que esas cantidades se incorporen al próximo ejercicio tanto si no llegaran a ejecutarse en su totalidad durante el 2018, como para el caso de una posible prórroga.
También se valora el hecho de que un proyecto prorrogado mantendría elementos esenciales como el incremento al 75 % de los descuentos a los vuelos a la Península, la desvinculación de los recursos del REF de la financia- ción autonómica o un plan de lucha contra la pobreza en las Islas. La jugada combinada de la prórroga presupuestaria y el adelanto electoral está claramente a la vista en el tapete.
