Un total de 93.063 canarios consiguieron escapar de la pobreza a lo largo del año pasado. Cada día son una media de 255 los ciudadanos de las Islas que logran mejorar su situación socioeconómica lo suficiente para no estar incluidos entre la población en riesgo. De hecho, la Comunidad Autónoma no solo es la región que más redujo su tasa de pobreza a lo largo de 2017, sino que, además, soporta una ratio que ya es inferior a la que sufría antes del estallido de la crisis, algo que no se ha logrado aún en el conjunto del país. Un avance en el que subyace, sobre todo, la mejora del empleo.
Así lo pone de manifiesto el último informe que acaba de publicar la Red Europea contra la Pobreza en el que se pone de manifiesto que aunque Canarias sigue con una tasa de pobreza sensiblemente más alta que la del conjunto del país -algo que viene arrastrándose desde antes de la crisis-, esta se reduce más rápido y con mayor intensidad que en el resto de comunidades. Al menos así ocurrió en 2017. Un dato que contrasta con la mayoritaria reprobación que ayer recibió la consejera de Empleo, Políticas Sociales y Vivienda del Gobierno regional, Cristina Valido, en el Parlamento autonómico, donde su partido -CC- fue el único que no se sumó a la censura (los tres diputados de la Agrupación Socialista Gomera se abstuvieron en la votación). Aunque la reprobación se aprobó en lo formal por la deficiente gestión, a juicio de la mayoría de la Cámara, del sistema para la atención de las personas dependientes, lo cierto es que los discursos de los portavoces fueron más allá y, en el fondo, sirvieron para cargar contra el Ejecutivo por una pretendida falta de vocación social. Sea como sea, los números y porcentajes de la Red Europea contra la Pobreza, que el año pasado sirvieron a la oposición como ariete contra el Ejecutivo, reflejan que aunque aún a la cola del país, el avance es notable.
Algo más de 640.000 canarios (642.610) están en riesgo de pobreza, según el informe. Son un 12,6% menos que en 2016, es decir, esos 93.063 menos. La tasa de riesgo de pobreza en España es de un 21,6%; en el Archipiélago, de un 30,5%. Pero la diferencia se acortó sensiblemente en 2017, ya que si se redujo apenas siete décimas en el conjunto del país -de un 22,3 a ese 21,6%- alcanzó hasta cuatro puntos y medio en la Comunidad Autónoma, de un 35 al 30,5%. Es más, en ninguna otra región del Estado se registró una reducción mayor de la ratio de riesgo de pobreza. Y no solo eso, sino que, además, Canarias tiene menor tasa que en 2008, esto es, que antes de la crisis, cuando era dos décimas superior (30,7%). España todavía no ha conseguido volver a los números anteriores al período de la Gran Recesión (2010-2014), cuando la ratio era solamente de un 19,8%. "La tasa de riesgo de pobreza en Canarias se redujo en 4,5 puntos porcentuales, que es el mejor desempeño de todas las regiones y que la ha llevado, incluso, a valores inferiores a los que registraba antes de la crisis", reza el estudio.
Y ¿qué hay detrás de la mejora en el último año? Pues básicamente el adiós al período de estrecheces y su repercusión en indicadores como, sobre todo, el del empleo. En este sentido, Canarias acaba de batir su particular récord de afiliados a la Seguridad Social, con 803.010 personas en alta laboral el mes pasado. Y, además, la tasa de paro se ha reducido un 11,3% desde 2017.
Al margen de este empujón del sector privado, desde la Administración autonómica se ha apostado por el Plan de Empleo Social como la herramienta para facilitar la inserción laboral de las personas con más dificultades para encontrar un puesto de trabajo, como los parados de larga duración o aquellos canarios con déficits formativos. De los dineros para el Plan de Empleo Social, un total de 42 millones, hasta 21 provienen del Plan Integral de Empleo de Canarias, el PIEC, que no se firmó hasta ayer.
En el debe continúa, cabe subrayar, el hecho de que la tasa de pobreza siga siendo más alta en el Archipiélago que en el conjunto del territorio nacional, hasta casi diez puntos superior.
En cuanto a la pobreza severa, en España creció un 0,5%, hasta un 6,9% de la población, mientras que en las Islas se redujo en más de tres puntos, de un 13,6 a un 10,3%. Pero también aquí hay una particular cruz de la moneda, ya que aunque se ha producido esa caída, la tasa de pobreza severa sigue siendo la más alta del país. La sufren 217.000 personas que viven con menos de 355 euros al mes.
