Canarias vivió ayer una jornada histórica en el Senado. La Cámara territorial española en una sesión plenaria que pasará a tener alto valor simbólico para el Archipiélago aprobó de una tacada la reforma las dos leyes fundamentales canarias, el Estatuto de Autonomía y el Régimen Económico y Fiscal (REF), los dos pilares sobre los que se asientan el encaje de Canarias en el Estado y la posibilidad de que los canarios tengan las mismas condiciones de bienestar y desarrollo económico que el conjunto del país. Con la presencia de una nutrida representación política e institucional de las Islas, encabezada por el presidente de Canarias, Fernando Clavijo, y la de la ministra de Política Territorial y Función Pública, Maritxell Batet, el Senado dio carpetazo a la tramitación parlamentaria de ambas reformas legislativas tras meses de complicadas y tensas negociaciones a varias bandas. Desde diciembre de 2015, en el caso de la carta magna canaria, y desde hace casi un año atrás el REF.

Una salva de aplausos del hemiciclo de la Cámara alta con los senadores y los invitados canarios puestos en pie saludó, en primer lugar, la aprobación definitiva de la reforma del Estatuto con el apoyo de 214 votos a favor, la abstención de los tres de Ciudadanos (Cs), y el único rechazo de los 18 escaños de Podemos. Una hora después, el Senado también daba el visto bueno final la reforma del REF económico, en este caso con el respaldo masivo de 222 votos a favor y de nuevo con la oposición en solitario de Podemos (12 votos). En ambos casos, los debates fueron una repetición de los argumentos que cada una de las partes han reiterado durante los largos meses de tramitación. Las 19 enmiendas que quedaban vivas en el caso del texto estatutario -14 de Cs y cinco de la senadora de ASG, Yaiza Castillo-, fueron rechazas, así como todas las de estas mismas formaciones que también permanecían activas en el caso del REF. Podemos había retirado la semana pasada sus 61 enmiendas al Estatuto durante el paso del proyecto por comisión en aras de agilizar el debate.

La voluntad de la mayor parte de las fuerzas políticas de la Cámara, en especial del PP que dispone de mayoría absoluta, de no introducir cambios en los textos que en ambos casos se remitieron por parte del Congreso permite que el nuevo Estatuto y el nuevo REF económico puedan ser publicados inmediatamente en el BOE y tener plena vigencia en apenas unos días. Se logró así eludir el peligro de que una hipotética disolución de las Cortes a cortísimo plazo hiciera decaer ambos proyectos antes de su aprobación definitiva, lo que les hubiera supuesto volver a la casilla de salida y empezar de nuevo su tramitación en una nueva legislatura.

Tanto el Estatuto como el REF contemplan en sus nuevas versiones novedades de importante calado que permitirán avanzar a Canarias en su autogobierno y en el reconocimiento de sus singularidades, así como en la mejora de las compensaciones que el Estado debe arbitrar en sus políticas para compensar la lejanía y la insularidad.

Estos fueron los mensajes centrales que ocuparon ayer tanto las intervenciones de los portavoces de la mayoría de los grupos parlamentarios durante los debates, como de los representantes del Gobierno regional, del Parlamento de Canarias y de los partidos políticos de las Islas que quisieron arropar con su presencia la aprobación definitiva de ambas leyes.

Insuficientes para Podemos

Pese a la retira de sus enmiendas al Estatuto, el portavoz de Podemos en el Senado, Sara Vilá, reiteró el duro discurso que esta formación ha mantenido contra las reformas en curso por considerarlas insuficientes y alentadas por los poderes económicos de las Islas. Un discurso que fue contestado por algunos de los portavoces de los partidos que han forjado el amplio consenso con que ambas normas fundamentales se han aprobado en las Cortes.

También Cs ha mantenido una actitud crítica hacia determinados aspectos de ambas leyes, pero finalmente en el caso del REF se sumó a la mayoría mientras que para el Estatuto mantuvo la abstención que ya defendió en el Congreso de los Diputados.

Todos los partidos que intervinieron ayer en el pleno de la Cámara alta y que han apoyado los dictámenes finales de ambos proyectos resaltaron de forma especial el hecho de que tanto en el Estatuto como en el REF se desvinculan los recursos de este último del sistema de financiación autonómica por el que el Estado reparte entre las comunidades del régimen común los recursos con los que compensa las tranferencias de los servicios básicos esenciales -educación, sanidad y servicios sociales-. La medida permite que Canarias pueda corregir su déficit de cobertura estatal del coste de esos servicios básicos. También el hecho de que el REF queda anclado en el Estatuto y por tanto con rango de ley orgánica que debe ser respetado y de obligado cumplimiento para los gobiernos centrales más allá de las circunstancias políticas o económicas de cada momento.

El único aspecto que ha provocado la división de los grandes partidos canarios en la tramitación de estas leyes ha sido la reforma electoral incluida en el nuevo Estatuo tras la negativa de Coalición a avalar el aumento de 60 a 70 el número de diputados a elegir, y a la creación de una lista regional de nueve escaños. También ASG rechazó ayer en la Cámara alta la reforma electoral, sobre la que el propio Estatuto establece que el Parlamento de Canarias debe aprobar en un plazo de tres años una ley definitiva. La reforma electoral, sobre la que todavía no hay certeza de cómo se aplicará en las próximas elecciones autonómicas de mayo, sí ha sido asumida por Podemos.

'In situ'

La trascendencia de la jornada de ayer fue ratificada por el masivo desplazamientos de personalidades hasta Madrid para presenciar in situ la votación y ser testigos del acontecimiento histórico. Clavijo, que mantuvo un encuentro institucional con el presidente del Senado, Pío García Escudero, antes del inicio de los debates, y con la ministra Batet una vez aprobado el Estatuto, estuvo acompañado por sus consejeros de Presidencia y Justicia, José Miguel Barragán, y de Agricultura, Narvay Quintero.

También asistieron a la sesión del Senado todos los miembros de la Mesa del Parlamento de Canarias, encabezados por la presidenta de las institución, Carolina Darias, así como los líderes de los partidos y la mayoría de los portavoces parlamentarios, que a su vez fueron recibidos por García Escudero para felicitarles por la trascendencia de lo que estaba a punto de aprobarse por parte de la cámara.

Asier Antona (PP), Ángel Víctor Torres (PSOE), José Miguel Ruano (CC), Román Rodríguez, quisieron ser testigos presenciales de la histórica jornada parlamentaria. No fue el caso de la portavoz de Podemos en el Parlamento de Canarias, Noemí Santana, la única que no asistió. Otras presencias destacada fueron las de varios representantes de Demócratas por el Cambio -el foro que ha estado detrás de las propuestas para la reforma electoral-, los secretarios generales de CCOO y de UGT, Inocencio González y Gustavo Santana, respectivamente, y los presidentes de las patronales de Las Palmas, Agustín Manrique de Lara, y de Tenerife, José Carlos Francisco. También asistieron al debate Melisa Rodríguez y Saúl Ramírez, diputados nacionales de Cs, formación sin presencia en el Parlamento de Canarias.

Los portavoces canarios de los distintos grupos, María del Mar Julios y Pablo Rodríguez por parte de CC, Julio Cruz por parte del PSOE, Jorge Rodríguez y María Auxiliadora Pérez por parte del PP, y María José López Santana, por parte de NC, recalcaron en todo momento la importancia de los dos proyectos que se sometían a su aprobación definitiva y respaldaron el hecho de que no se hubieran producido cambios en la tramitación en el Senado respecto a lo que ya se aprobó en el Congreso porque ese fue, en ambos casos, el consenso más amplio que se pudo lograr.

Yaiza Castillo, de ASG, por su lado, defendió sin embargo sus enmiendas a cada uno de los proyectos al entender que, son ser positivos en uno y otro caso, había posibilidad de mejoras sobre todo en interés de las islas no capitalinas, además de rechazar de plano la reforma electroral que rompe con la triple paridad que defiende su partido.