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Los presupuestos de la Comunidad Autónoma para 2019 Rebaja fiscal

Canarias deja de ingresar 15,3 millones por las herencias a sobrinos y hermanos

La bonificación del Impuesto de Sucesiones amplía el rango de parentesco y alcanza también a los tíos del fallecido

Canarias deja de ingresar 15,3 millones por las herencias a sobrinos y hermanos

Canarias dejará de ingresar el próximo año 15,3 millones de euros de las herencias que reciben sobrinos, hermanos y tíos de sus familiares fallecidos. Estos herederos ya no tendrán que pagar el impuesto de sucesiones desde que se aprueben los presupuestos de la Comunidad Autónoma para 2019. La medida supone de facto la supresión del tributo en las Islas. Así, la Hacienda regional cobrará el próximo ejercicio menos de diez millones de euros por un impuesto que ha llegado a reportar más de 70 millones a las arcas públicas en años anteriores.

Canarias recuperó el 1 de enero de 2016 la bonificación del 99,9% en el pago del impuesto de sucesiones y donaciones. Esta rebaja fiscal ya se había aplicado entre 2009 y junio de 2012, cuando el gobierno que presidía Paulino Rivero decidió subir el IGIC y volver a cobrar a los herederos para aumentar los ingresos. Fue la vía de urgencia para tapar los agujeros que la crisis abría en las cuentas públicas. Superada la fase más dura de la recesión, la Consejería de Hacienda lleva casi tres años sin exigirle a los herederos que paguen el tributo, cumpliendo así el compromiso que Fernando Clavijo había asumido en su discurso de investidura. Las personas que hasta ahora no tienen que abonar el impuesto son exclusivamente los hijos, los padres y el cónyuge del fallecido que deja la herencia. Sin embargo, cuando entren en vigor los próximos presupuestos, cuya aprobación está garantizada con los votos de Coalición Canaria, Partido Popular y Agrupación Socialista Gomera, tampoco tendrán que pagar el tributo los hermanos, sobrinos y tíos incluidos en el testamento.

La idea del Ejecutivo autonómico al bonificar el impuesto es que un hijo, por ejemplo, no se vea obligado a renunciar a la herencia que le dejan sus padres por no poder pagar a Hacienda. No obstante, el sobrino que ha cuidado de su tío o la persona que se ha ocupado de su hermano mayor en los últimos años de su vida sí han tenido que seguir tributando por el impuesto de sucesiones al heredar los bienes -y en ocasiones también las deudas- de sus familiares. Una especie de agravio comparativo con el que la Consejería de Hacienda, que dirige Rosa Dávila, quiere acabar a partir del próximo 1 de enero ampliando los parentescos que se pueden beneficiar de la medida.

A partir de entonces, cuando la persona que reciba la herencia sea hijo, padre, cónyuge, hermano, sobrino o tío del fallecido en ningún caso tendrá que pagar el impuesto. La extensión de la bonificación le costará a las arcas regionales esos 15,3 millones de euros, que es la cantidad que se ahorrarán los herederos que hasta ahora no podían beneficiarse de la rebaja, según los cálculos de Hacienda.

Enormes diferencias

La diferencia entre heredar en Canarias o hacerlo en, por ejemplo, Aragón, puede ser abismal. Un contribuyente soltero de 30 años que recibe de sus padres una herencia de 800.000 euros paga en el Archipiélago 134,23 euros, es decir, prácticamente nada. Pero el mismo ciudadano abona en Castilla y León más de 80.000 euros; más de 103.000 euros en Asturias; y hasta 155.000 en Aragón. Estas enormes diferencias entre comunidades autónomas -los gobiernos regionales tienen potestad para bonificar el impuesto- están detrás de la propuesta que el líder de Ciudadanos (Cs), Albert Rivera, defendió ayer en el Congreso para acabar con esta especie de competencia fiscal desleal entre territorios. ¿Cómo? Quitando el impuesto en todo el país.

"Quiero que en mi país la gente no esté preocupada por ver dónde se muere". El argumento de Rivera no convenció, sin embargo, a la mayoría de la Cámara Baja, que rechazó la propuesta de suprimir el tributo. A excepción de PP y Foro Asturias, según informó Europa Press, las demás fuerzas políticas no secundaron los planes de Cs. El PSOE dijo que el Gobierno central estudia cambios en el impuesto pero no su eliminación, y Podemos se niega de plano a acabar con un tributo que combate las "desigualdades".

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