El PP mantiene su apuesta de traer a Canarias el modelo sanitario de Madrid pese a los cuestionamientos que acumula desde los ámbitos profesional, político y social. Asier Antona, el presidente de la formación en las Islas, lanzó ayer un plan, que denominó Integral Operativo (PIO), para reducir las listas de espera en el Servicio Canario de Salud (SCS). "Con 14 millones de euros anuales, el 0,5% del presupuesto para Sanidad del Gobierno canario, se puede acortar la demora para pruebas médicas complementarias a 30 días; menos de 60 días para consultas de atención especializada y tres meses para intervenciones quirúrgias", sostiene.

Desde el punto de vista de los populares las listas de espera sanitarias en Canarias no tiene que ver ni con la falta de dinero ni de personal, sino con "un problema de gestión por parte de quien tiene la responsabilidad de gobernar: Coalición Canaria".

Imbuido ya del espíritu de la precampaña electoral -a falta de siete meses para la cita con las urnas- el presidente de los populares canarios sostiene que en la Comunidad de Madrid, donde gobierna el PP, los tiempos de espera para ser atendido en el servicio de salud público son hasta seis veces menores a los de las Islas, "lo que se destina por usuario del sistema está en torno a 1.241 euros y en Canarias es 1.268 euros", un dato que confirma que la peor situación del Archipiélago no se debe a falta de dinero, sostiene.

Ante ese diagnóstico, el PP ha elaborado este plan que elevará al Parlamento regional con el objetivo de que el Gobierno lo haga suyo porque, asegura Antona, es una herramienta que hará viable que los pacientes sean atendidos mucho antes que hasta ahora.

Diseñado por un grupo de trabajo conformado en el seno del PP para formular iniciativas en materia sanitaria en que figuran veteranos profesionales del sector como el jefe del Servicio de Hospitalización a Domicilio del Hospital Doctor Negrín, Miguel Ángel Ponce, o el médico de familia y especialista en cirugía general, Jorge Lahoud, el proyecto establece como meta "reducir los tiempos de demora actuales a plazos técnicamente aceptables". Un objetivo, dijo, que "no es un canto al sol, no es una utopía, es lo que existe en otras comunidades".

Para demostrarlo, asegura que en Madrid -cuna de las mareas blancas en defensa de la Sanidad pública- un ciudadano aguarda, de media, dos meses para ser sometido a una operación y menos de un mes para que le atiendan en la consulta de un especialista, mientras que en el Archipiélago esos tiempos se alargan hasta más de medio año en el primero caso y hasta más de cuatro meses en el segundo, recoge Efe.

Entre las medidas que propone el PIO a propuesta de los especialistas consultados por el PP se incluyen acciones como ampliar la atención médica especializada a la jornada de tarde o incentivar económicamente al personal que trabaja en esos servicios para fomentar la eficiencia y la competitividad; se propone también unificar los criterios de actuación en todos los niveles del sistema sanitario público, promoviendo, por ejemplo, que en la atención primaria se resuelvan todos los casos posibles para evitar que se remitan a la especializada pacientes que no lo necesitan realmente y contribuyen a colapsarla; analizar las causas de suspensiones quirúrgicas; o la coordinación del servicio de salud con el sociosanitario, "ya que muchos ciudadanos ingresados en hospitales son en realidad personas que no tienen estrictamente problemas de salud sino otros del ámbito sociosanitario", apuntó ayer Antona durante la presentación de su propuesta.