La Federación Canaria de Municipios (Fecam) celebra hoy su asamblea general anual en la capital grancanaria tras las convulsiones internas vivídas en los últimos meses por la gestión del equipo directivo de la entidad, encabezado por el presidente y alcalde de Alajeró, Manuel Ramón Plasencia (PSOE). Aunque la situación se ha calmado aparentemente, lo cierto es que una parte de la plantilla de la Fecam desconfía aún de que no se lleve a cabo un expediente de regulación de empleo o se prime a una parte de los trabajadores frente a otros, ya que ambos asuntos van a tratarse en la reunión de los alcaldes canarios.

El informe de la consultora encargado por la Fecam, que dio lugar a la alarma hace varios meses por una posible regulación de la plantilla, se llevará a la asamblea de hoy a pesar de que el comité ejecutivo lo dejó sobre la mesa y se abrió una negociación entre los representantes de los trabajadores y una comisión de alcaldes. La propuesta de acuerdo por la que se desechaba el ERE proponía una serie de medidas, entre ellas una reorganización interna de los puestos de trabajo y la creación de responsables de áreas con un nuevo complemento salarial.

Sin embargo, fuentes internas apuntan que este documento también se ha quedado sobre la mesa porque desde la presidencia se pretende incrementar los pluses a una parte determinada de los empleados. Los representantes sindicales avisan que esta decisión generaría una plantilla a dos velocidades con salarios diferentes. Finalmente, en el orden del día figura un informe de la presidencia que, según miembros del comité ejecutivo, se trata del estudio original que provocó el conflicto.

En relación con la situación financiera de la Fecam, las fuentes consultadas advierten que "no existe ningún tipo de control ni fiscalización externa, ni siquiera de la Audiencia de Cuentas", por lo que se han generado dudas jurídicas al ser una entidad que se financia con recursos públicos. Un ejemplo de ello es que en la contabilidad que se aprueba por la asamblea general "no aparecen de forma transparente la totalidad de los gastos del presidente de la Fecam porque, además de su partida propia, el resto lo diluye con los gastos generales del comité ejecutivo".

También ha provocado polémica el contrato de la gerente de la Fecam, Rosa Morales. Los estatutos recogen que la gerencia es un cargo de confianza adscrito a la presidencia y que cesa con el presidente. Sin embargo, la intención de convertir este contrato en indefinido ha sido cuestionado por buena parte de la plantilla, ya que ese puesto no figura en el convenio colectivo, que impide incrementar el número de trabajadores si no se negocia previamente.

La de hoy es última asamblea general del mandato de Plasencia, que cuando lleguen las elecciones cumplirá ocho años al frente de la Fecam, algo también inusual ya que los mandatos son habitualmente de cuatro años. Los críticos con la gestión del mandatario gomero consideran que la Fecam está perdiendo su identidad como órgano representante de los ayuntamientos canarios. Hay alcaldes que cuestionan algunas de las acciones de la presidencia pero el pacto de PSOE y CC con el que se formó el equipo directivo de la Fecam al inicio de la legislatura se ha mantenido sin mayores problemas. Son algunos alcaldes de NC, PP e incluso varios nacionalistas los que critican su forma de proceder.