La salida del Reino Unido de la Unión Europea nunca pareció tarea fácil, pero se ha complicado más si cabe con el paso atrás de Theresa May en la Cámara de los Comunes británica.
Siempre, desde el principio, he sido muy partidario de que hubiera negociación entre Londres y Bruselas y, más allá, de que esa negociación acabara en una solución. Creo que los dirigentes del Reino Unido han cometido un gran error con las decisiones que han tomado en las últimas semanas, aunque deseo y espero que todavía tengan arreglo.
¿Considera que aún estamos a tiempo, o que están a tiempo en Londres y Belfast?
Bueno... Quedan estas semanas, estos días hasta final de año, y sí, todavía queda abierta la posibilidad de que el Parlamento británico vote sí a la propuesta que le va a presentar la primera ministra, Theresa May. De lo contrario, nos encontraríamos ante una situación muy difícil, porque el próximo marzo está a la vuelta de la esquina, y ahí vence el plazo que nos hemos dado. Espero sinceramente que no se produzca una ruptura total, porque eso sería muy malo para todos, pero, sobre todo, sería especialmente malo para el Reino Unido.
Canarias es una de las comunidades autónomas que más se juegan en el brexit . Por un lado por los millones de turistas británicos que cada año pasan sus vacaciones en las Islas; por otro, porque Londres es destino principal de las exportaciones agrícolas de la región. Durante meses se ha alentado desde Canarias y otras instituciones la posibilidad de que el Archipiélago disfrute en el futuro de un estatus especial con el Reino Unido al amparo de su condición de RUP. ¿Ve esto posible?
Lo cierto es que Canarias forma parte de la Unión Europea, de modo que si el Reino Unido abandona la Unión, la relación de Canarias con Londres tendrá que ser a través de Europa. No podrá ser una relación bilateral entre las Islas y el Reino Unido. Otra cosa distinta es que si finalmente se llega a ese acuerdo general en el que yo todavía confío, el posterior acuerdo comercial entre la Unión Europea y el Reino Unido sea un acuerdo razonable para todos, porque entonces será también positivo, con toda seguridad, para Canarias.
El pasado marzo afirmó usted no estar contento con su partido, con el Partido Socialista. ¿Está hoy contento con el PSOE?
Sí, sí lo estoy.
¿Y con el Gobierno?
Estoy también contento con el Gobierno.
¿Y con la forma de afrontar la crisis territorial, o mejor dicho, el desafío de los secesionistas catalanes?
Creo que el presidente del Gobierno está haciendo todos los esfuerzos posibles para mantener en todo momento una mano tendida, y creo que es su obligación hacerlo. Y al mismo tiempo hay que defender, defender hasta el final, que España es un país constitucional y que hay cosas que se pueden hacer dentro de la Constitución pero que fuera de la Constitución no pueden hacerse. Y el Gobierno no las puede tolerar.
La extrema derecha está en auge en Europa. Y ya ha llegado a España.
No me gusta. Pero espero que los que creemos que la vida política debe ser de otra manera, los que creemos en la democracia, los que creemos que no se puede vivir con autocracias, sino en regímenes que cumplan las leyes, espero, insisto, que sigamos teniendo más votos que los demás. En los países democráticos se vota, hay que votar, y confío en que los que somos demócratas de verdad acabemos votando más que los que no lo son.
No lo veo preocupado por Vox.
Por ahora no lo estoy.
