"Ha perdido usted el poco nacionalismo que le quedaba". La frase, un torpedo de Fernando Clavijo a la línea de flotación del nacionalismo de izquierdas de Román Rodríguez, terminó de encender el ambiente tabernario que por momentos se instaló en el Parlamento. El portavoz de Nueva Canarias (NC) pidió de inmediato el minuto de réplica. "Y usted es de derechas", le replicó al presidente del Gobierno autonómico.
Para quien no lo supiera, habría sido difícil imaginar que Rodríguez también fue un día jefe del Ejecutivo regional bajo las mismas siglas que hoy cobijan a Clavijo, es decir, las de Coalición Canaria. "De derechas", insistía el líder de NC después de que el presidente le preguntara por el alcance del "no estamos ni con Sánchez ni con Clavijo" al que Rodríguez se aferró para mantenerse equidistante. "Está usted con Sánchez, fue en las listas con Sánchez, así que no diga usted que es neutral cuando no lo es", casi gritó el nacionalista al, a su juicio, no nacionalista.
En el fondo de los reproches mutuos que se dedicaron uno y otro hay también cifras. Exactamente 50 millones de euros. Es la cantidad que según los cálculos que improvisó Rodríguez desde la tribuna de la Cámara faltarían para que Canarias estuviera en la media de la inversión en el conjunto del Estado. Dejando a un lado que el líder de NC dividió los más de 12.000 millones del total de la inversión directa entre el número de españoles -unos 261 euros per cápita-, mientras que en el caso de Canarias lo que dividió entre el número de habitantes no fue la inversión directa -283 millones- sino la suma de esta y las transferencias de capital, lo cierto es que el incumplimiento del Régimen Económico y Fiscal (REF) no solo se produce por la falta de inversión. También por la ausencia en los presupuestos de partidas específicas como, por ejemplo, la destinada para luchar contra la pobreza en tanto la Comunidad Autónoma no sea capaz de mejorar su situación socioeconómica. Lo cierto es que el incumplimiento del gabinete de Pedro Sánchez no sería, si finalmente no se reconduce la situación, el primero. Pero sí sería el primero desde que el fuero isleño es ley de rango constitucional, lo que pondría muy difícil la defensa del Estado en un eventual conflicto judicial. Sea como sea, los 50 millones que Rodríguez sacó a colación le bastaron a Clavijo para señalar que es esa cantidad, 50 millones, "lo que vale el apoyo de Nueva Canarias a los presupuestos". "Ha perdido el poco nacionalismo que le quedaba por un sillón en el Congreso", espetó el presidente canario al representante de la oposición. "A usted lo han engañado pero lo pagaremos todos los canarios", le contestó el portavoz de NC en alusión a la "pérdida" de 140 millones en la primera anualidad del convenio de carreteras por el acuerdo de Sánchez y Clavijo, luego roto por el socialista.
El enfrentamiento entre nacionalistas no fue el único. El portavoz de CC, José Miguel Ruano, arrancó los aplausos más sonados de la jornada -a los de su bancada se sumaron los del PP- cuando acusó a sus homólogas socialista, Loly Corujo, y de Podemos, Noemí Santana, de haberse presentado en el pleno para "hacer un papelón". "Sí, un papelón, el de defender al Gobierno de España renunciando a la defensa de los intereses de Canarias", enfatizó Ruano mientras Corujo y Santana cabeceaban en sus escaños sin poder dar la réplica, ya que ambas se habían subido a la tribuna antes que el representante de CC. Visiblemente molesto, Ruano incluso reveló la respuesta que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, le dio a la senadora nacionalista María del Mar Julios cuando esta le dijo que no podía votar a favor de elevar el techo de gasto en la Cámara Alta sin antes conocer en qué situación quedaría Canarias. "Ustedes ya tienen demasiado", le espetó Montero a Julios según contó ayer desde la tribuna el diputado de CC.
Y la paradoja del día la protagonizó la portavoz de Podemos. Apenas minutos después de lamentarse por las kilométricas colas en la autopista TF-5, Santana se desmarcó de la reclamación del Gobierno sobre el convenio con el Estado dejando claro que Podemos "va a defender a la gente y no a las carreteras".
