El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska ha reprochado hoy jueves, en el Auditorio Alfredo Kraus en Las Palmas de Gran Canaria, a sus antecesores inmediatos en el cargo la "poca diligencia" que demostraron al no prepararse para un repunte de los flujos migratorios hacia España, aunque "se veía venir hace tiempo".

En un foro organizado por la cadena Ser, Grande-Marlaska ha abogado por llevar a cabo una política en materia de inmigración que combine "humanidad y seguridad", que preste una atención adecuada a quien "huye de su país" por diferentes circunstancias, pero que no tolere que se quebrante la ley, ni que "se acometa de forma violenta contra las fronteras ni contra los agentes de fronteras".

"No existe efecto llamada, existe efecto huida", ha remarcado el ministro, que considera que desde hace tiempo la situación que se estaba produciendo en el Mediterráneo hacía previsible pensar que en algún momento los flujos de inmigrantes iban a girar hacia España.

Grande-Marlaska ha defendido que la mejor política para tener una "inmigración ordenada" y dentro del marco de la legalidad es colaborar con los países de los que parten la mayor parte de esas personas, como se demostró hace doce años con ocasión de la crisis de los cayucos, cuando España comenzó a tener equipos conjuntos en esta materia con las autoridades de Mauritania y Senegal.

En este sentido, ha anunciado que, en breve, viajará a Gambia y Guinea Conakry para establecer contactos en esa misma línea, con lo que se convertirá en "el primer ministro de Interior español" que se desplace a esos dos países para discutir vías de colaboración.

"De la crisis de los cayucos aprendimos mucho", ha señalado el titular de Interior, que ha remarcado que los equipos de la Guardia Civil y la Policía que trabajan en países africanos en colaboración con las autoridades nacionales de esos estados han ayudado a frenar centenares de salidas hacia España, en particular hacia Canarias.Grande-Marlaska se ha declarado firme convencido de que España "va a necesitar a los inmigrantes para mantener su estado del bienestar", por lo que no debe cerrar los ojos ante ese fenómeno, sino tomar metidas para que sea ordenado y en el marco de la ley.

En este mismo ámbito, ha criticado la situación en la que se encontraba en su ministerio la oficina que tramita las solicitudes de asilo y protección internacional, a la que se va a reforzar con la contratación de 260 empleados que se sumarán "a los 60 que tenían desde su creación". Esa medida persigue dos finalidades, ha precisado: tramitar de forma más ágil aquellas solicitudes que se consideren justificadas, pero también impedir que nadie "se aproveche del subterfugio de haber solicitado asilo para permanecer 'sine die' en España" sin tener realmente derecho a tener esa medida de amparo internacional."Lo uno no quita lo otro", ha enfatizado.

El ministro del Interior ha anunciado este jueves que ya está en marcha el expediente para ampliar la capacidad del sistema electrónico de fronteras, el SIVE, en la isla de Lanzarote. Ha reconocido que el SIVE no está funcionando en toda su capacidad en Lanzarote, entre otras cosas, ha subrayado, porque el anterior Gobierno dejó que venciera su contrato de mantenimiento.

Interior, ha dicho su titular, ha puesto ya en marcha un expediente para ampliar la capacidad de ese sistema de vigilancia en la isla con nuevas estaciones, aunque se ha retrasado por cuestiones administrativas.

En este sentido, ha precisado que los planes iniciales tuvieron que reformarse después de que el Cabildo de Lanzarote informa en contra de una de las ubicaciones elegidas, debido cuestiones medioambientales.'Brexit'

Fernando Grande-Marlaska considera que "es negativo" que uno de los "pilares" de la Unión Europea (UE) como es el Reino Unido salga, solicitando que se celebre un segundo referéndum. "Queremos que el Reino Unido no hubiera salido de la UE e incluso diría por favor que haya un segundo referéndum, pero si han decidido salir es una mala noticia para la UE", apostilló, por lo que espera que si finalmente se mantiene la salida, no hay un segundo referéndum y no una retirada de la petición de salida, el Reino Unido se vaya de la Unión con un acuerdo para el que, matizó, aún hay tiempo hasta el 29 de marzo.

De todos modos, afirmó que "en el peor de los supuestos, desde hace meses", el Gobierno trabaja en el brexit con una comisión al respecto y unos planes de contingencia "preparados y dispuestos para hacer frente a una hipotética salida sin acuerdo", ya que reconoció que ese "sería el peor de los escenarios". Así, agregó, que hay planteados planes de contingencia en los sectores "principales y esenciales", como son los ciudadanos tanto españoles como los 300.000 británicos que viven en España, así como en el marco económico y de negocios "más sensibles" en alusión al transporte aéreo, marítimo, agricultura, pesca o el efecto turístico.

"Todos estos ámbitos serían objeto de un plan de contingencia concreta para minimizar cualquier efecto de los mismos", apuntilló para añadir la necesidad de trabajar también con el Reino Unido en materia de reciprocidad entre ambos países.