El conflicto laboral de Grecasa (Gestión Recaudatoria de Canarias SA) llega a su fin. Veinticinco días después de que los 134 trabajadores de la empresa pública iniciaran una huelga indefinida para exigir cobrar lo mismo que los funcionarios de la Agencia Tributaria Canaria, la plantilla firmó un acuerdo con la entidad por el que, "a falta de los informes pertinentes", se reconocen parte de sus reivindicaciones.

"Hemos suspendido la huelga, pero vamos a estar alertas al cumplimiento por parte de la empresa de los puntos del acuerdo. Han sido 25 días de esfuerzo, de compromiso, de unidad, de organización y disciplina, pero también de nervios y de angustia", expusieron ayer los trabajadores de la empresa pública Grecasa en el perfil de Twitter creado para difundir sus reclamaciones.

Entre las reivindicaciones que han mantenido los empleados de la entidad durante el parón destacan una subida de sueldos del 2,5% como el resto de trabajadores públicos; la reposición del recorte del 5% anulado por el Tribunal Constitucional o volver a la jornada semanal de 35 horas.

Llegar a un punto de acuerdo no ha sido fácil. Hace apenas ocho días la dirección de Grecasa se reunió con los trabajadores sin que se lograse aproximar posiciones. Los representantes de la plantilla, incluso, se retiraron de la mesa de negociación al considerar insuficientes los compromisos adquiridos por la empresa. La huelga mantenida desde mediados de enero provocó que más de 55.000 trámites estén pendientes de resolver en la Agencia Tributaria Canaria y que haya cerca de 130 cajas amontonadas con papeles y notificaciones. Incluso Rosa Dávila, consejera de Hacienda, reconoció a principios de esta semana que la prolongación del parón ha ocasionado un "grave perjuicio" para los contribuyentes y para las arcas del Gobierno regional.

La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) también celebró el fin del conflicto, por lo que agradeció la labor de los delegados del comité de empresa, a los trabajadores que han sufrido recortes salariales y una gran tensión emocional, y a todas las organizaciones sociales y políticas "que de una manera u otra han apoyado esta demanda de justicia".