Abrupto final de la legislatura más inestable de la etapa democrática española y sensación de total incertidumbre sobre el escenario que se abre a partir de ahora. Ese era el ambiente que se respiraba ayer en el Congreso tras constatarse el rechazo de la Cámara a los primeros Presupuestos del Gobierno de Pedro Sánchez con la aprobación de las enmiendas a la totalidad presentadas por el PP, Cs, ERC, PDeCAT, CC y Foro Asturias. Los 191 votos sumados por todas esta formaciones, más los dos de Bildu, los dos de UPN y uno de En Marea, frente a los 158 de PSOE, Unidos Podemos, PNV y Compromís, y la única abstención de NC, acabaron de fulminar las escasas expectativas previas de que los partidos independentistas catalanes dieran marcha atrás y cambiaran el rumbo de un tiempo político que se encamina hacia unas elecciones generales de resultado más incierto que nunca.
La devolución de los Presupuestos al Ejecutivo -segunda ocasión en que ocurre en la historia reciente del país desde la que se produjo en 1995 durante el último Gobierno del también socialista Felipe González- pone fin, por otro lado, a la controversia sobre el trato que en el mismo se daba a Canarias y que ha marcado las tensas relaciones entre los gobiernos central y regional en los últimos meses. Así, la votación de ayer supone de facto el mantenimiento formal de la prórroga de los Presupuestos del 2018, en vigor desde el 1 de enero, y por tanto la continuidad de la práctica totalidad de las inversiones y partidas contenidas en las anteriores cuentas, que para la mayoría de los partidos en las Islas y para el propio Ejecutivo nacionalista de Fernando Clavijo han sido las "mejores de la historia". Ese ha sido, de hecho, el argumento que sostuvo la enmienda a la totalidad presentada por CC y defendida el martes, con un discurso muy duro hacia el Gobierno central y con advertencias muy serias sobre las consecuencias políticas y sociales en las Islas, por parte de su diputada, Ana Oramas.
Oramas sumó, así, ayer sus votos a los del PP, CS y los partidos independentistas para tirar el proyecto presupuestario, ante las críticas de los diputados canarios del resto de formaciones, tanto las que lo apoyaban, PSOE y Unidos Podemos, como la del único diputado de toda la Cámara que se abstuvo, Pedro Quevedo, de NC. La diputada tinerfeña insistió luego en sus posiciones: "Eran los Presupuestos de un Gobierno que no pensaba en cumplir con Canarias, ni con su Estatuto no con el REF, ni las inversiones que le correspondían, y es lo mejor que ha podido suceder. No sabemos cuándo serán las elecciones, yo lo que deseo es que esa fecha se elija en función de los intereses del país y no de los intereses personales de Pedro Sánchez, ni de los del PSOE", resaltaba la diputada de CC.
También los representantes canarios del PP y de Cs insistían en la necesaria disolución de las Cortes para poner fin a un Gobierno en franca minoría y dar la voz a los ciudadanos, mientras que los de PSOE, Unidos Podemos y el propio Quevedo lamentaban que se devuelvan los Presupuestos más sociales de los últimos años, con los que se revertían las políticas regresivas de la crisis, y en cuya tramitación se contaba con mejorar las partidas canarias.
"Sánchez vuelve a ser en este momento el dirigente de un partido con 84 diputados y por tanto incapaz de garantizar la aprobación de ninguna norma. Cuanto antes haya elecciones, mejor para el país en la medida que tendremos un Parlamento que se parezca más a la voluntad de los españoles", afirmaba el diputado del PP Guillermo Mariscal. Meri Pita , de Podemos, consideraba por su parte que "ahora toca elecciones, porque sin Presupuestos no debe continuar un Gobierno y cuanto antes se llame a las urnas, mejor".
Por encima de la media estatal
La prorroga de las cuentas del 2018 es el objetivo, más o menos reconocido explícitamente, perseguido por el Gobierno de Canarias desde que conoció el proyecto en enero y tras constatar más tarde la imposibilidad de alcanzar un acuerdo para mejorarlos para las Islas en la medida que se pretendía. Esa fue la conclusión que extrajeron Clavijo y la consejera de Hacienda de Canarias, Rosa Dávila, tras la entrevista del pasado día 5 con la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y a cuya finalización CC acordó presentar la enmienda de totalidad.
Esa prórroga supone de facto que Canarias volverá contar para este año, al menos teóricamente, con más de 1.800 millones de inversión directa del Estado o de transferencias a la Comunidad Autónoma con las que se dotan los convenios de infraestructuras, lo que implica que se mantiene a las Islas por encima de la inversión media estatal. Es justamente el gran reproche que se hacía desde Canarias a las cuentas ahora devueltas, que la eliminación de partidas como las infraestructuras educativas, las obras hidráulicas, la ayuda al agua de riego, el plan de lucha contra la pobreza, o la reducción de la inversión en vivienda pública, entre otras, suponía un incumplimiento del mandato del REF y del Estatuto de destinar a Canarias al menos la media de inversión en el conjunto del Estado. Además, se conculcaba el fuero canario también en la aplicación de la nueva tributación del Impuesto de Sociedades al eliminar el diferencial fiscal para las empresas isleñas.
El diputado del PSOE Sebastián Franquis tachó de "triste noticia para la sociedad española y para Canarias" la derrota presupuestaria del Gobierno porque con ello, según él, "pierden las personas que peor lo han pasado en los años de la crisis". "En el rechazo han pesado más otras cuestiones que poco tienen que ver con el día al día de los ciudadanos y ha sido la derecha española junto con el independentismo catalán los que han propiciado esta situación. Es una triste paradoja que quienes han potenciado la crispación son los que se han cargado los Presupuestos", se lamentó el socialista.
