El Presidente del Gobierno central, Pedro Sánchez, deshojó la margarita y decidió por fin la fecha de las elecciones generales. El 28 de abril los españoles vuelven a las urnas para elegir a sus representantes en el Congreso y en el Senado, tercera ocasión en que lo hacen en poco más de tres años, y pone en alerta a todos los partidos políticos ante la vorágine interna que se avecina para la elaboración del programa electoral y la confección de las listas. Un proceso que no se esperaban y que además les sorprende en plena tarea de preparación de las elecciones autonómicas, locales y europeas del 26 de mayo.
El nuevo escenario trastoca los planes de la mayoría de las formaciones, que se ven obligadas a paralizar parte de sus agendas territoriales, y a cambiar el objetivo de sus maquinarias electorales para centrarse en unas generales que se avecinan inciertas y en las que sus respectivos líderes políticos se lo juegan casi todo. El decreto de convocatoria se publicará el próximo 5 de marzo y a partir de ahí empezarán a correr los plazos del calendario, lo que implica que los partidos deberán formar sus coaliciones antes del 15 de marzo y presentar sus candidaturas antes del 25.
Los partidos políticos canarios asumen esta nueva situación con distintos grados de desarrollo de sus procesos internos, aunque en general muy lejos aún de lo que sería habitual si no se tratara de este final abrupto de legislatura a que ha abocado el rechazo de los Presupuestos estatales que pretendía aprobar el Gobierno socialista. Desde este mismo momento, todos se verán obligados a convocar a sus respectivos órganos de decisión y a sus estrategas electorales, y a desarrollar, en tiempo récord, sus variados procedimientos de elaboración de listas para presentar a los canarios sus propuestas políticas y los nombres que deberán representarlas y defenderlas en las Cortes. El ambiente para estas elecciones está marcado por la gran inestabilidad política previa de los últimos años y la incertidumbre que genera la aparición de una extrema derecha que hasta ahora no contaba, y el efecto del conflicto de Cataluña. En Canarias, entra en juego un elemento más como es el enfrentamiento del Gobierno regional y el Ejecutivo de Sánchez por el supuesto incumplimiento de compromisos en relación con la agenda canaria.
Solo tres de las seis principales formaciones canarias tienen previstas en sus estatutos elecciones primarias consultando a los militantes para designar a sus cabezas de cartel, el PSOE, Podemos y Cs, mientras que las otras tres, PP, NC y CC, lo hacen a través de procedimientos internos de decisión de sus cúpulas y de sus respectivos comités electorales.
En todo caso, de una u otra manera, todos los partidos se enfrentan al debate y a las inevitables luchas internas sobre los nombres que integrarán esas listas. La primera impresión es que no habrá excesivos cambios en los nombres que integrarán esas listas, al menos en el caso del Congreso, de forma que los candidatos que aspiran a uno de los 15 escaños canarios en juego -siseis por Las Palmas y siete por Tenerife-, serán en muchos casos los mismos que ya optaron a ellos en las anteriores elecciones.
Así, mientras el PP, Podemos, Cs, CC y NC prácticamente podrían presentar a los mismos candidatos que ya han ocupado un escaño en la legislatura a punto de acabar, aunque en el caso de los populares modificando las posiciones, sólo el PSOE parece que apuesta por cambios significativos, aunque dependerá también de lo que digan los militantes en las primarias que deberán celebrar en las próximas semanas. De entrada, el cabeza de lista por Las Palmas en las tres últimas elecciones, Sebastián Franquis, cambia de campo de juego y aspirará en primarias a ser cabeza de lista por Gran Canaria al Parlamento regional el 26 de mayo. Además, es seguro también que en esta ocasión el PSOE y NC no formarán lista electoral conjunta como la de 2015 y 2016 y cambiará por tanto también el número dos que en esas ocasiones ocupó el nacionalista Pedro Quevedo, que a su vez será el candidato de su formación para tratar de mantener el escaño que en las dos últimas legislaturas logró en la lista del PSOE. Quevedo y NC, que nunca se habían presentado en solitario en unas generales, creen que su papel en el Congreso durante los tres últimos años constituyen argumentos sobrados para lograr ese escaño, ya que tampoco se dan las condiciones de un posible acuerdo preelectoral con CC.
El nombre que los socialistas canarios barajan para sustituir a Franquis es la actual Delegada del Gobierno en Canarias, Elena Máñez, que sería la réplica femenina a la cabecera de cartel del partido en la otra provincia, probablemente el actual director de Turespaña, Héctor Gómez. Al que pasa por ser uno de los principales hombres de Pedro Sánchez en las Islas le seguiría en la lista tinerfeña la actual diputada por esa provincia, Tamara Raya, siempre en función de los resultados de las primarias y de la aparición de otros posibles aspirantes.
En las filas del PP, no parece haber duda de que Guillermo Mariscal, actual diputado y hombre muy próximo y de la máxima confianza del presidente nacional, Pablo Casado, será el cabeza de lista por Las Palmas. Queda una razonable duda sobre si María del Carmen Hernández Bento, que encabezó la lista en 2015 y 2016, será la número dos, pero distintas fuentes del partido lo daban ayer por seguro, así como que Ana Zurita repetirá como cabeza de lista por Santa Cruz de Tenerife.
Podemos es la única formación canaria que tiene prácticamente todo el procedimiento concluido al haber elegido en primarias a sus principales candidatos al Congreso desde hace casi dos meses y haber confirmado que sus tres actuales diputados repetirán en los mismos puestos que en anteriores elecciones, Meri Pita y Carmen Valido, en este orden, por Las Palmas, y Alberto Rodríguez por la circunscripción occidental, en la que como número dos ha logrado plaza Patricia Mesa.
En Cs deben resolver también de forma urgente las primarias a que obligan sus estatutos para las cabeceras de lista al Congreso, proceso que no tiene vuelta de hoja en relación con Santa Cruz de Tenerife, donde Melisa Rodríguez, portavoz adjunta en el Congreso y persona muy allegada al líder del partido, Albert Rivera, tiene asegurada la designación. Sin embargo, la cosa no está tan clara en Las Palmas, donde el actual diputado Saúl Ramírez ha decidido presentarse a las primarias pese a haber anunciado que no lo haría de cara a las próximas elecciones.
CC se lo juega todo a la figura de Ana Oramas, que vuelve a ser pieza clave en las expectativas electorales de la formación nacionalista. Oramas logró el escaño en las últimas elecciones por escaso margen de votos y jugará en esta ocasión la baza del enfrentamiento al Gobierno de Sánchez por los incumplimientos respecto a la agenda canaria y del fuero canario que representan el REF y el Estatuto, cuyas reformas se han aprobado justamente en esta legislatura. La enmienda de CC a los Presupuestos del 2019 ha sido un adelanto de su campaña electoral.
