El Gobierno balear optó ayer por mantenerse al margen del malestar expresado por el presidente canario, Fernando Clavijo, tras la aprobación en el Consejo de Ministros del pasado viernes del Régimen Especial de Baleares (REB) vía decreto. Por su parte, Agustín Manrique de Lara, líder de la patronal de Las Palmas, rechazó "la forma" en que el Ejecutivo de Pedro Sánchez ha aprobado este REB, un fuero que se asemeja al Régimen Económico y Fiscal (REF) de las Islas.

"Sorprende", expuso ayer el presidente de la Confederación Canaria de Empresarios (CCE) al comparar la larga tramitación y el proceso de debate que requirió la reforma del REF con la entrada en vigor de una figura similar en el otro archipiélago español, en el que, a diferencia de Canarias, sí gobierna el PSOE.

La propia presidenta balear, Francina Armengol, destacó el viernes que solo se han necesitado ocho meses de Pedro Sánchez como presidente de España para que las ventajas que reclamaba, algunas ya en vigor como el 75% de descuento en los viajes de avión a la Península para los residentes, hayan visto la luz.

La crítica de Manrique de Lara se agrandó al incidir en que mientras ocurría esto, el Gobierno central ponía "trabas" a la aplicación de un REF y un Estatuto de Canarias aprobados hace solo tres meses. En opinión del presidente de la CCE, los empresarios de baleares pueden "defender, como todos", sus demandas. Sin embargo, la tramitación debe seguir "los mismos pasos" que el REF canario, incluso pasar por el tamiz de la Unión Europea (UE) en caso de ser necesario. En resumen, todas las medidas que encierra deben ser "analizadas y debatidas" para conformar un "proyecto de ley" con el fin de escuchar todas las voces. "El problema no está en el fondo" de lo aprobado, sino "en la forma", matizó.

Manrique de Lara coincidió con Clavijo y otros destacados miembros de Coalición al denunciar el carácter "electoralista" de la medida, "como otras" que se han puesto en marcha a través de reales decretos. Las organizaciones empresariales ya clamaron contra el Gobierno central cuando tomó esta misma senda para dar carta de naturaleza al incremento del salario mínimo interprofesional, quebrando, en su opinión, el diálogo social.

Por otra parte, el Ejecutivo balear optó por mantenerse al margen de las críticas vertidas por Fernando Clavijo. El presidente canario ha mantenido una estrecha relación de colaboración con su homóloga balear, Francina Armengol, en la defensa de los intereses comunes de ambos archipiélagos. Antes de pronunciarse, la socialista esperará a hablar con Clavijo.

Mientras desde el Ejecutivo canario no se han ahorrado críticas, en Baleares la aprobación del REB se vive como un fracaso de mínimos. El presidente autonómico mostró su total conformidad con que Armengol persiga los mejores acuerdos para Baleares, pero acusó de "sectarismo" a Sánchez por atender con rapidez a una comunidad autónoma en la que gobierna el PSOE mientras "incumple en solo dos meses" el REF y el Estatuto de Autonomía de Canarias que se aprobaron en el último tramo del año pasado.

Además, el presidente canario aseguró que el real decreto fomenta "el pleito territorial" a las puertas de las elecciones generales del 28 de abril, sin atender a las diferencias socioeconómicas de los dos archipiélagos.

Clavijo y Armengol han mantenido posiciones muy próximas y hasta han generado un frente común para reclamar cuestiones como el incremento hasta el 75% del descuento en los billetes de avión para los desplazamientos a la Península de los residentes de ambos archipiélagos. También han unido esfuerzos al demandar una mejora de la financiación, por ejemplo.