Mientras los cabildos de Gran Canaria y Tenerife se muestran unidos en la defensa de sus trenes, pese a sus costes, desde el punto de vista de los expertos, tanto la directora de la Cátedra de Economía y Movilidad de la ULL, Rosa Marina González Marrero, como el catedrático Manuel Navarro coinciden en lo que ya expuso el también catedrático de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria Ginés de Rus justamente en la comisión parlamentaria, a la que fue como analista especializado.

Todos defienden, como recoge el dictamen, la necesidad de ese análisis coste-beneficio, que no es lo mismo que un análisis financiero, sino que, en cambio, se realiza "desde un punto de vista social". Y lo pertinente, como expuso De Rus en la comisión, es que esa evaluación "no la haga nunca quien promueve el proyecto", sino un órgano independiente.

Los cabildos de las dos islas capitalinas, por su parte, defendieron ayer al unísono la necesidad de que Gran Canaria y Tenerife tengan en un futuro próximo una infraestructura ferroviaria que alivie los problemas de movilidad. Los trenes son "irrenunciables" para los gobiernos insulares que lideran Antonio Morales y Carlos Alonso. Frente al parecer del Parlamento, que ha recomendado una evaluación "objetiva" de los proyectos de los trenes para justificar la cuantiosa inversión prevista ?unos 3.800 millones?, en los cabildos no solamente están convencidos de que el ferrocarril es vital para el futuro sistema de transporte público de ambas islas, sino que, además, aseguran que cuentan con estudios que así lo corroboran. Es más, los responsables de las áreas de Transportes de las dos corporaciones insulares coinciden en lamentar que el Parlamento no invitara a la comisión de estudio a los técnicos de los cabildos, lo que habría servido, argumentaron, para poner en claro los proyectos y explicar por qué la inversión está justificada.

El presidente del Cabildo de Gran Canaria puntualizó que el proyecto para construir una vía férrea entre la capital insular y la localidad sureña de Maspalomas tiene ya redactado un plan de viabilidad. Morales reconoció que se trata de un proyecto "ambicioso" y "muy costoso", si bien precisó que es la alternativa de movilidad "adecuada". Lo es, agregó en declaraciones que recogió Efe, "según los expertos". Y en términos similares se manifestó Alonso sobre los ferrocarriles que unirían Santa Cruz y Adeje, el llamado tren del sur, y Santa Cruz y Puerto de la Cruz, el tren del norte, dos infraestructuras que son "irrenunciables", enfatizó. "Nos sigue pareciendo parte de la solución para el problema de la congestión", continuó el presidente del Cabildo de Tenerife, que argumentó que en islas con una población tan densa en cifras globales y a la vez tan dispersa como las dos capitalinas la del tren es una oferta de transporte público absolutamente necesaria. Alonso ahondó en este planteamiento y apuntó que no conoce ningún territorio con características similares en el que el "transporte guiado" no sea parte del sistema de movilidad.

Todos a una

Lo cierto es que los discursos de ambas corporaciones son muy parecidos. No en vano, "en esto no hay fisuras entre Gran Canaria y Tenerife", resumió el director insular de Movilidad y Fomento del Cabildo tinerfeño, Miguel Becerra. Becerra explicó que el único aviso que recibieron en la corporación sobre el trabajo que iba a llevar a cabo la comisión parlamentaria encargada de analizar la situación del transporte le llegó a un jefe de servicio administrativo. Ni a los técnicos ni a los responsables políticos del área. Y de lo mismo se quejó el consejero de Transportes y Movilidad del Cabildo grancanario, Juan Francisco Trujillo, que al hecho de que tampoco se invitara a los técnicos de su departamento agregó el malestar por la ausencia de expertos en materia específica de transporte ferroviario en la comisión parlamentaria. "Con los técnicos del Cabildo no ha hablado nadie, y tampoco hubo expertos en ferrocarriles", insistió Trujillo, que negó que no se hayan hecho los estudios pertinentes, como podría desprenderse del dictamen de la Cámara autonómica. Por el contrario, el consejero aseguró que cuentan con distintos informes que demuestran que el tren es "socialmente rentable". Más rentable, continuó, "que muchas líneas que se han instalado en la Península". "Si nos hubieran llamado, habríamos estado encantados de enviarles el estudio que hicimos en 2011 y que se está actualizando con Ineco", la entidad de ingeniería industrial vinculada al Ministerio de Fomento, detalló Trujillo.

El dictamen del Parlamento afirma que el proyecto de los trenes es "muy costoso", por lo que aconseja realizar un análisis "coste-beneficio para ratificar que es la mejor opción posible". Al respecto, el director de Movilidad del Cabildo de Tenerife señaló que la factura bien podría pagarse, por ejemplo, con los beneficios de los aeropuertos de las dos islas, que generan cada año unos 200 millones de euros -dijo- que revierten en beneficio de AENA y no necesariamente en el de la Comunidad Autónoma.

En cualquier caso, Trujillo recordó que el tren de alta velocidad en la Península, el AVE, ha dado lugar a inversiones muy superiores a los 1.600 millones en que se calcula el ferrocarril de Gran Canaria o los 2.200 que harían falta para el del sur de Tenerife.