Tras muchas semanas de inertidumbre y un alto grado de secretismo en la negociación con la dirección nacional, el PP canario cerró ayer casi al completo sus listas electorales para la jornada del 28-A en un ambiente de tensión y malestar entre amplios sectores del partido en las Islas. La pretensión del presidente regional, Asier Antona, de realizar movimientos significativos en la confección de las planchas, tanto al Congreso como al Senado, para tratar de colocar a personas de su entorno político, chocó con los criterios de la dirección y con quienes iban a ser apartados de la carrera por la elección, todo ello en un contexto de malas expectativas electorales y de una más que probable pérdida de algún escaño en la Cámara baja y, varios de ellos en la camára teritorial.
En todo caso, la batalla ha llegado a su fin con una especie de entente entre los distintos sectores y entre Canarias y Madrid en el que la dirección nacional, a la postre competente en la confección de las listas en una elecciones generales, impone a sus candidatos para el Congreso, y cede a Antona espacios para sus peones en las listas al Senado, un acuerdo que el sector del presidente regional considera "significativo" y que consolida su liderazgo. Así, finalmente será María del Carmen Hernández Bento, diputada en las dos anteriores legilaturas y cabeza de lista en las elecciones de 2016, la que ocupará el segundo puesto en la lista al Congreso tras Guillermo Mariscal como cabeza de cartel, en lugar del desconocido Sergio Rámos, la propuesta con la que Antona sorprendió a Génova y a muchos en el PP canario. Ramos, que al igual que Hernández Bento pertenece al Comité Ejecutivo Nacional, estuvo con Mariano Rajoy en la Moncloa y es además secretario de Comunicación Corporativa de la actual dirección, salta al Senado y será el primero de los nombres del PP en la papelata por Gran Canaria.
Tras la exdelegada del Gobierno de Canarias, el PP coloca a Jorge Rodríguez como número tres en una posición teórica de salida pero que el partido reconoce en el aire por lo fragmentado que a va estar el voto. A Rodríguez le siguen en la lista al Congreso sendos representantes de las islas menores de esta circunscripción, Francisco Cabrera por Lanzarote, y Celia Alberto por Fuerteventura.
En el caso del Senado, la batalla de Antona por lograr protagonsimo en la confección de las listas canarias se ha traducido en que Ramos ocupe la primera posición y para ello ha forzado que su apellido sea el que alfabéticamente esté por delante de la otra candidata del PP, Rosa Viera, algo que puede resultar determinante a la hora de contabilizar los votos dado el sistema de votación a la cámara territorial.
La plancha popular por Tenerife irá encabezada por Ana Zurita. Le siguen el palmero Ernesto Aguiar, al que Antona logró adelantar una posición; Sebastian Ledesma, presidente del PP del Puerto de la Cruz, y Manuel Torres en el cuatro puesto.
La lista al Senado por Tenerife seguirá siendo encabezada por el actual senador Antonio Alarcó y aparecerá también en ella Isabel García Luis, actual senadora. Por La Palma se presentará Borja Pérez, Jesica de León por Fuerteventura y Joel Delgado por Lanzarote.
La elaboración de listas ha sido tortuosa en el PP, más que nunca en la historia reciente de este partido en Canarias, seguramente porque sus expectativas electorales son pesimistas.
El empeño de Antona por colocar en segunda posición en ambas circunscripciones canarias al Congreso a dos personas muy cercanas a él y de su círculo político, como son los casos de Ramos en Las Palmas y Aguiar en Santa Cruz de Tenerife, en ambos casos contra el criterio de Génova, ha provocado reacciones muy airadas. El caso de la provincia oriental ha sido especialmente tenso porque esa elección suponía desplazar al número tres a una persona de mucho peso en la historia reciente del partido como es Hernández Bento. El malestar por la apuesta de Antona por Ramos se une a la que en otros ámbitos ha provocado la designación de Mariscal, en este caso desde Madrid, como cabeza de lista, una candidatura que estaba cantada por ser el único dirigente canario que apostó por Casado en el Congreso nacional del pasado julio frente a Soraya Sáenz de Santamaría, pero a quien algunos consideran un dirigente ajeno a la realidad política canaria por residir en Girona.
En todo caso, el malestar sobre cómo se ha gestionado el proceso está muy extendido, tanto en Canarias como en el conjunto del Estado. "El partido está echando fuego por todos los lados", señalaban ayer distintos dirigentes del PP canario. Pero llama la atención el hecho de que, mientras en el resto del Estado ha sido la marginación de los dirigentes asociados al anterior presidente del partido, Mariano Rajoy, lo que ha provocado malestar en los sectores afectados, en Canarias ha sido el empeño de Antona por colocar en las listas a un 'sorayista', como lo fue él mismo, frente al criterio del equipo de Casado.
