El Consejo de Gobierno dio ayer vía libre para la puesta en práctica de la Estrategia canaria de infancia, adolescencia y familia, un ambicioso plan para el que se destinarán 544 millones de aquí a 2023 y que tiene entre sus objetivos la ayuda y protección a los niños transexuales. La estrategia, que ya había recibido a mediados de diciembre el visto bueno de la Comisión Interadministrativa de Menores (el órgano que reúne a representantes del Ejecutivo, de los cabildos y de los ayuntamientos), abarca desde la formación y la conciliación familiar hasta la proliferación de los ecocomedores escolares, todo ello pasando por la mejora de la oferta de becas y ayudas, la mejor regulación de la familia numerosa, la optimización de las rutas de transporte escolar o la construcción o habilitación de recintos para nuevos centros socioculturales. Un amplísimo marco global que presta especial atención a los niños transexuales, para los que prevé una serie de medidas concretas.

La estrategia plantea de entrada la necesidad de reformar la ley que protege los derechos de las personas transexuales, una reforma que, "en especial, ampare a los menores trans, reconociendo su identidad y sus derechos en todos los ámbitos". Además, la idea es mejorar la formación de los técnicos municipales, insulares y regionales que se ocupan de la atención a la población infantil y juvenil, y dentro de este objetivo general, que se formen particularmente en el ámbito de los menores transexuales, de modo que puedan ayudarlos, asesorarlos y protegerlos con todas las garantías.

Los 544 millones se distribuirán en los siguientes cinco ejercicios a razón de casi 108,7 millones de euros al año. La estrategia de infancia, adolescencia y familia será así uno de los programas que más recursos moverá en los próximos presupuestos de la Comunidad Autónoma. Según se expone en el documento aprobado por el Consejo de Gobierno, el objetivo general es acabar con la "sensación de incapacidad e indefensión" de los padres ante las nuevas necesidades a que han dado lugar los cambios sociales de los últimos años. "Necesidades de apoyo cada vez más complejas, cuya satisfacción está poniendo a prueba los actuales recursos y servicios destinados a la atención de la infancia y la familia", reza el documento.

Las múltiples acciones se irán evaluando por si fuera necesario modificar la estrategia.