No hay nada escrito aún sobre el devenir de la nueva legislatura estatal. El socialista Pedro Sánchez tiene todas las cartas a su favor para conseguir la investidura y mantenerse en la Moncloa gracias al importante triunfo electoral de su partido el pasado 28 de abril, pero la sesión constitutiva del Congreso ayer, bronca y tensa, demostró que la gobernabilidad no será fácil y que la división en frentes casi irreconciliables va a marcar buena parte de la dinámica parlamentaria y el acontecer político de los próximos años. Todo el mundo parece estar aún metido en campaña electoral y esperando el resultado de esa 'segunda vuelta' que representan las elecciones autonómicas, municipales y europeas del próximo domingo.

También los diputados canarios afrontaban ayer su primera cita con el escaño en clave electoral y sin atreverse la mayoría de ellos a concretar sus expectativas hacia el nuevo tiempo político. Como expresión de esa mirada de reojo sobre la cita del día 26, CC dio una de cal u otra de arena en el estreno de sus dos diputadas, Ana Oramas y Guadalupe González Taño, en el nuevo hemiciclo, dejando claro que su apoyo a la socialista Maritxell Batet para presidir el Congreso no solo no rebaja sus líneas rojas para respaldar la investidura de Sánchez, sino que eleva el tono y las advertencias. Las dos diputadas nacionalistas sumaron sus votos a los de PSOE, Podemos, PNV, Compromís y Partido Regionalista Cántabro para alcanzar los 175 que le dieron la presidencia a Batet en segunda votación. Pero para compensar este gesto, ambas apoyaron a su vez a la popular Ana Pastor para la Vicepresidencia tercera.

"Hemos decidido apoyar tanto a Batet como a Pastor porque nos parecen dos personas con el perfil adecuado. Han sido votos que ni nos pidieron, ni responden a ninguna negociación. Después de las elecciones del domingo veremos qué pasos da el candidato socialista, pero no vamos a apoyar ningún tipo de gobierno que tenga acuerdos programáticos o de coalición con Podemos y con los secesionistas catalanes y vascos", recalcó Oramas. Ante la evidencia de que muchos estaban interpretando este apoyo de CC a Batet como hipotético socio parlamentario del PSOE, Oramas se apresuró a poner las cosas en su sitio: "Si hay otra situación, como un posible gobierno socialista en minoría, que semana a semana y tema a tema tenga que buscar los apoyos necesarios de un lado o de otro, lo analizaremos. Todo lo que sea bueno para España y para Canarias lo apoyaremos", aclaró la diputada tinerfeña.

Las dos diputadas apoyaron también a la socialista Sofía Hernanz para una de las secretaría de la Mesa, descartando respaldar al popular Adolfo Suárez Illana. En el Senado, la socialista Olivia Delgado fue elegida secretaria de la Mesa de gobierno de esa Cámara.

En la sesión inaugural de ayer en el Congreso era evidente el alivio con los representantes canarios del PSOE y de Podemos afrontan la legislatura por la oportunidad que se les brinda a ambas formaciones de llevar a cabo ese "programa progresista" que comparten en lo fundamental. Pero todavía se palpa la desconfianza y las reservas que hay entre ellos sobre cómo enfocar el posible pacto y el tipo de Gobierno para desarrollarlo. Unos de forma explícita y otros sin verbalizar lo que tienen en mente, todos los electos isleños reconocen que habrá que esperar a los resultados del domingo y que los pactos que de ellos se desprendan en los ámbitos autonómicos y de las grandes ciudades dependerá el arranque de la XIII Legislatura, a la que habrá que sumar en unos meses la evolución de la cuestión catalana. En todo caso, la mayoría cita cuestiones como las inversiones y los nuevos convenios, el cumplimiento del REF, la aprobación de una nueva financiación justa con Canarias, y un ambicioso plan de medidas en el ámbito social para combatir los datos de paro y pobreza en las Islas como las prioridades de su actividad en el Congreso.

Los cinco diputados canarios del PSOE eran obviamente los más expectantes sobre el inicio de la legislatura. Elena Máñez, nueva diputada del PSOE por Las Palmas, aseguraba que "siempre que ha habido un presidente socialista ha habido una agenda canaria en el programa de gobierno y no va a ser ahora ser una excepción". Tras confiar en que además también sea un socialista quien presida el Gobierno de Canarias tras las elecciones del domingo, aseguró que "esperamos abrir un tiempo de nuevas oportunidades para trabajar desde Canarias con el Gobierno de España desde la lealtad, pero también con exigencia. Es tiempo de diálogo, sensatez y de trabajar en positivo para la ciudadanía", remarcó.

Su compañero Héctor Gómez, nuevo diputado por Santa Cruz de Tenerife, también garantizó el "desarrollo de una agenda intensa para Canarias". Además de destacar el objetivo de "trabajar en la senda de la protección social por los preocupantes indicadores de pobreza y exclusión social en el Archipiélago" , afirmó que "en materia de infraestructuras, creemos que Canarias debe salir de la realidad actual del bloqueo de numerosos proyectos importantes". Ariagona González, por su lado, expresó que "es un orgullo estar en el Congreso representando a Canarias y sobre todo siendo yo la única diputada de Lanzarote, representando también así a mi isla". "Vamos a construir una sociedad de progresos para todos los españoles y canarios con una política de diálogo y de consenso para que nuestro programa político se pueda ejecutar de manera efectiva", declaró.

Por el PP, Guillermo Mariscal insistió en dar por hecho un pacto de Gobierno entre el PSOE y Podemos y que tras el domingo "empezarán a negociar la composición del Ejecutivo y la entrada en él de dirigentes de la extrema izquierda con el apoyo de los que quieren irse de España". Aseguró que los tres diputados del PP canario exigirán a Sánchez "se cumpla el REF y que la capacidad de un canario para trasladarse a la Península, que el precio que paga por el agua y la energía eléctrica y que los servicios fundamentales estén equiparados al del resto de los españoles, y las condiciones idóneas para que las empresas canarias puedan competir en igualdad de condiciones.

Victoria Rosell, de Unidas Podemos, vuelve "emocionada" al Congreso tras las circunstancias que le impidieron presentarse en la pasada legislatura y confesó un "sentimiento agridulce". Reclamó un Gobierno de coalición entre PSOE y la formación morada porque "la mayoría parlamentaria es lo que da estabilidad a un Gobierno y no tener que estar negociando cada proyecto de ley o medida gubernamental".

Melisa Rodríguez, diputada de Cs por Santa Cruz de Tenerife, avanzó que "vamos a trabajar para que se firmen los convenios entre Canarias y el Estado que todavía están pendientes, y nuestras prioridades van a ser la educación, la familia y la sanidad". " Garantizar el Estado de Bienestar es lo que más beneficia a los canarios y reclamaremos al Gobierno regional que surja de las elecciones del domingo que hay que atender a las inquietudes de los canarios".

Por su parte, la segunda diputada de CC por la provincia occidental, Guadalupe González Taño, anuncio que sus primeras iniciativas desde el escaño que estrena irán encaminadas a reclamarle al Gobierno actual, aunque esté en funciones, "que las partidas que ya están consignadas para Canarias se transfieran de manera urgente". "Desde que se inicie la actividad vamos a exigir que se transfieran a las Islas los fondos que nos corresponden", avanzó.