"Soy la sombra de un almendro, soy volcán salitre y lava", canta Jorge Marrero desde el escenario del Auditorio del Conservatorio de Música de Las Palmas de Gran Canaria y una vez fuera de él. "Es mi parte favorita, no me la quito de la cabeza", apunta este niño de doce años del CEIP Villa de Firgas quien considera que "la primera parte del himno canario es la estrofa que más identifica la esencia del Archipiélago y de quienes vivimos en él". Marrero compartió ayer nervios y escenario con sus compañeros de colegio y con los más de 260 alumnos de los distintos coros de Gran Canaria que participaron en el tercer Encuentro Musical de Coros Escolares. El evento, que se celebra por tercera vez consecutiva, consiguió conectar las voces de 1.200 niños de las ocho Islas, que a las 12:30 coincidieron cantando el Himno de Canarias.

En total subieron a escenario estudiantes de veinticinco centros educativos, 100 de La Graciosa, 225 en Lanzarote, 189 en Fuerteventura, 221 en La Palma, 57 en La Gomera, 88 en Tenerife, 95 en El Hierro y 267 en Gran Canaria. Todos ellos interpretaron al unísono el famoso arrorró con motivo de la celebración del Día de Canarias el próximo 30 de mayo. La melodía sonó a la vez en la Iglesia Nueva Señora del Mar de La Graciosa, el Teatro de Tías, el Auditorio Insular de Puerto del Rosario, el Conservatorio de la capital grancanaria, el Auditorio del Conservatorio en Santa Cruz de Tenerife, el Teatro Circo de Marte de Santa Cruz de La Palma, el Salón de actos del Cabildo de La Gomera y en el Centro Cultural Asabanos en El Hierro.

Alberto Acosta, compañero de Marrero del CEIP Villa de Firgas asegura que el momento en el que coincidieron cantando fue "mágico" y recuerda el instante cómo un gran "subidón de energía". Este niño de 13 años asegura que tras llevar cuatro en el coro no se le han quitado las ganas de continuar, "me quiero quedar hasta que termine el instituto", apunta. Acosta subraya que la canción que más le gusta es Vivo en un Archipiélago, tema que los coros interpretaron juntos momentos antes del himno. "Hemos dedicados nuestros recreos a aprendernos estas canciones pero ha valido la pena", señala con orgullo.

Daila Pérez, alumna del CEIP Huertas del Palmar fue una de las más nerviosas sobre el escenario. "Menos más que ya lo cantamos, no podía aguantar más", asegura esta pequeña de 10 años quien confiesa llevar "meses practicando para este día". A pesar de la tensión del momento Pérez asegura que "fue una experiencia muy bonita" y prometió "repetir" el próximo año.

A las12.30 los coros coincidieron cantando pero desde las diez de la mañana ya ensayaban e interpretaban distintos temas acompañados de músicos profesionales de las orquestas de las Islas.

Una de las agrupaciones que participó en el evento fue la Orquestasdel Conservatorio Profesional de Música de Las Palmas de Gran Canaria. Claudia Guerra es una de sus integrantes, a sus 18 años lleva once de ellos tocando el violín y asegura que estas iniciativas conectan a la gente, "la música es lo único que une a todo el mundo, es un lenguaje internacional", asegura.

La consejera de Educación y Universidades del Ejecutivo regional, Soledad Monzón, no faltó al evento aunque llegó tarde. "Aunque solo he podido escuchar una parte me voy con toda la energía que he recibido aquí", destacó momento antes de la interpretación del himno. Monzón quiso resaltar la importancia de "continuar ampliando el encuentro de coros escolares año tras año, en una celebración que permita a los alumnos compartir a través de la música las señas de identidad del Archipiélago, crear vínculos y conmemorar el Día de Canarias con una actividad didáctica que une a todas las Islas".

El evento pretende contribuir a que el alumnado y quienes lo escuchen tomen conciencia de que Canarias es un único territorio, con rasgos en común entre todos sus habitantes, a pesar de la fragmentación en ocho islas. La iniciativa superó los 2.000 participantes en total, ya que los coros contaron, no solo con el apoyo de los músicos sobre el escenario, sino que también con el de un amplio público compuesto por compañeros de sus centros y familiares. Las lágrimas y los "pelos de punta" se repitieron en los ocho rincones de las Islas donde las voces de estos niños afloraron el sentimiento canario que se celebra cada 30 de mayo.