Carlos Alonso arranca su tercer mandato en el Cabildo de Tenerife con una primera preocupación: el escoramiento del nuevo Gobierno de Canarias hacia Gran Canaria. Tres de los cuatro líderes que firman el pacto de gobernabilidad proceden de esta isla y el cuarto de La Gomera. Por ello pide al futuro Ejecutivo que trabaje de "manera equilibrada" con todas las Islas. Tiende la mano para colaborar conjuntamente y buscar acuerdos, pero avisa de que elevará "el tono" si es necesario en defensa de Tenerife.

Consciente, no obstante, de que hay que dar la "cortesía" de que empiece a trabajar, lamenta que Podemos entre en el Ejecutivo y que haya "todo lo bueno y lo malo" de un Gobierno de coalición de esas características, - "radical de izquierdas"- que podría aplicar una subida de impuestos, tal y como han defendido en campaña electoral.

Alonso tomó en la tarde-noche de ayer posesión de su cargo sin haber podido conformar una mayoría que dé estabilidad al Gobierno insular. Tras las infructuosas negociaciones con el Partido Popular y Ciudadanos, el nacionalista se vio obligado a recoger el bastón de mando con un Ejecutivo en minoría.

Ante la posibilidad de que el socialista Pedro Martín pueda presentar una moción de censura, para la que ya se han producido contactos entre diferentes fuerzas políticas, Alonso manifestó tener la "garantía" de PP y Ciudadanos de que lo respaldarán. "No dudo de la palabra de la gente con la que hablo", afirmó horas antes en la Cadena Ser, y destacó que el objetivo, una vez llegado de haber llegado a la constitución de la corporación sin pacto previo, es construir una "complicidad" con ambos partidos y perfilar un acuerdo programático de gobierno en las próximas semanas o meses.

"Lo importante es el programa, y veo bastantes coincidencias con el PP y Ciudadanos", apuntó, incidiendo en que también se debe conformar una estructura de gobierno "seria" y reeditar el Pacto por Tenerife, al que quiere añadir al PSOE por su "posición relevante" en el Estado y el Gobierno de Canarias.

Precisamente el cabeza de lista de los populares, Lope Afonso, resaltó en su discurso tras tomar posesión como consejero del Cabildo de Tenerife que "desde la oposición también se puede ser útil a los tinerfeños" y tendió la mano a todas las fuerzas para llegar a acuerdos. En ese sentido, Afonso se comprometió a contribuir a la estabilidad del Cabildo de Tenerife, pues aunque el PP es la tercera fuerza en la institución no pierde de vista su "visión mayoritaria" y por eso, dijo, "queda la mano tendida para trabajar desde el ángulo que nos corresponde".

Durante su discurso de toma de posesión Carlos Alonso resaltó el esfuerzo inversor que ha realizado el Cabildo en los últimos años. "Diez años y 2.000 millones para ejecutar todas y cada una de las actuaciones incluidas en el Pacto por Tenerife que queremos reeditar con nuevos propósitos para seguir avanzando en un objetivo común", destacó.

Entre los desafíos para los próximos años, remarcó, por ejemplo, la búsqueda de un "acuerdo insular" para mejorar la cualificación de los tinerfeños menos formados, condición que afecta a más de 50.000 personas, atender al crecimiento de la población, de unos 10.000 habitantes al año, o mejorar la gestión de la dependencia, los residuos e incrementar el desarrollo de las energías renovables.

"Invito a todos los consejeros y consejeras de este Cabildo a que se sumen a esta causa común, que no es otra que la de pensar y diseñar políticas para las personas, que son quienes deben centrar toda acción política", señaló antes de finalizar un acto que abarrotó el palacio insular.

Los 31 consejeros electos tomaron posesión de su cargo en un ceremonia que no estuvo exenta de olvidos, cambios de registro y anécdotas que que-darán en el recuerdo de los asistentes. Las primeras de ellas se produjeron durante la toma de posesión de los consejeros que representan a cinco partidos distintos. Las fórmulas para jurar o prometer el cargo fueron más o menos similares entre los representantes de cuatro de las cinco formaciones, aunque mientras que unos se comprometían a "guardar y hacer guardar" la Constitución y el Estatu-to de Autonomía de Canarias, otros se olvidaban de la segun-da opción.

Los tres consejeros de Podemos modificaron también la fórmula y se comprometieron "por imperativo legal" a guardar lealtad al Rey. Además, añadieron otros compromisos con la ciudadanía de Tenerife.

La de ayer fue una noche de muchos nervios y emoción que a varios de los protagonistas les ocasionaron algunos descuidos. Como el de la consejera popular Zaida González, que estuvo a punto de olvidar que tras jurar el cargo tenía que recibir la medalla de la Corporación insular. Otro error en el protocolo tuvo como protagonista a José Manuel Pitti, que quiso entregar al bastón de mando a Carlos Alonso, antes de que el presidente jurara su cargo.

Durante los discursos, que estuvieron todos plagados de citas a personajes relevantes de la literatura y filosofía, no faltó tampoco la emoción, como la que embargó al presidente cuando recordó a su familia, en una de las partes más emotivas de un acto que marco el inicio de una nueva legislatura en el Cabildo insular.