Los empresarios canarios advierten que aumentar la presión fiscal en estos momentos no es una buena idea. No solo por sus consecuencias, que tildan de nefastas en el caso del empleo, sino porque las condiciones actuales -la desaceleración económica y los síntomas de agotamiento del turismo, principal motor del Archipiélago- no componen el mejor escenario para introducir nuevos tributos o subir impuestos.

Los cuatro partidos que formarán Gobierno -PSOE, NC, Podemos y Agrupación Socialista Gomera- incluyeron entre las bases del pacto para la gobernabilidad de Canarias "la necesidad" de establecer una "política fiscal justa y suficiente" para nutrir una de las prioridades de la alianza liderada por los socialistas: la mejora de los servicios públicos y el impulso de medidas sociales como la lucha contra la exclusión social y la pobreza. El documento suscrito prevé el aumento de tipos, la creación de tributos medioambientales, como la aplicación de una tasa turística, y la eliminación de deducciones fiscales.

El tejido empresarial no ha recibido de buen grado esta propuesta, pues alertan que el resultado final puede ser contrario al perseguido por las malas perspectivas económicas que se vislumbran. Los empresarios exigen una mejora de la eficiencia del gasto público y se muestran partidarios de revisar la orientación de los recursos, pero no de impulsar una subida tributaria que desemboque, según prevén, en la pérdida de competitividad, en más desempleo y, en definitiva, en un frenazo de la economía.

El debilitamiento del sector turístico por la reapertura de destinos competidores en la cuenca mediterránea y la incertidumbre que siembre el brexit en Reino Unido, principal mercado de las exportaciones agrícolas y país que más turistas aporta a las Islas, no supone el mejor aliciente, a juicio de los empresarios, para impulsar un alza fiscal. Sobre todo porque los indicadores apuntan a una desaceleración de la economía, afectada precisamente por esa ralentización que sufre la actividad turística. Alemania, el segundo mercado para Canarias en cuanto a la aportación de visitantes se refiere, registró un insignificante crecimiento durante el último trimestre mientras que los tres meses previos los cerró en números negativos. Italia se recuperó con un tímido avance de la recesión en la que cayó a finales de 2018 y Reino Unido sigue sumido en la eterna duda de un brexit pactado o una desconexión abrupta. La Confederación Canaria de Empresarios reclama promover medidas para generar actividad económica y no solo pensar en cómo gravarla. Su secretario general, José Cristóbal García, apunta a que una subida impositiva puede enfriar y perjudicar la competitividad de las empresas. "Hay que analizar bien la situación porque puede tener efectos contrarios a los deseables", subraya. En el caso de la tasa turística, recalca, supone "echar leña al fuego".

La patronal tinerfeña tampoco comparte la supresión de algunas de las deducciones fiscales puestas en marcha por el Ejecutivo liderado por Fernando Clavijo (CC). El secretario general de CEOE-Tenerife, Eduardo Bezares, propone trabajar en la eficiencia de los recursos ya financiados con impuestos. "Es notable la diferencia de productividad entre el sector público y el privado. Drenar recursos de esos modelos privados ya eficientes para camuflar la ineficiencia de los recursos públicos no es una medida acertada", sostiene.

El pacto de Gobierno, apoyado por el 95% de las bases de Podemos, recoge entre sus ejes programáticos potenciar la persecución del fraude fiscal, crear tributos vinculados a un plan de lucha contra el cambio climático, exigir "una mayor esfuerzo a los que más tienen" y revisar algunas deducciones que los cuatro partidos del futuro gobierno tildan de "desacertadas".

El presidente de la Cámara de Comercio de Gran Canaria, José Sánchez Tinoco, advierte que en ocasiones la eliminación de bonificaciones resulta más perjudiciales que la subida impositiva. Su homólogo en la entidad cameral de Santa Cruz de Tenerife, Santiago Sesé, señala, al igual que el presidente de la patronal de los concesionarios e importadores de vehículos (Fredica), Rafael Pombriego, que conviene esperar a que las intenciones del acuerdo se concreten en medidas. No obstante, Sesé recomienda "mucha prudencia" y consultar "en todo momento" a los agentes económicos. Pombriego considera, por su parte, que un aumento impositivo es un "retroceso" porque implica restar capacidad adquisitiva en una región con salarios bajos y una medida "suicida" para su sector. Juan Miguel Sanjuán, presidente de Satocan, espera, a su vez, que las intenciones del nuevo Gobierno se queden en eso para evitar destrucción de empleo.