Gustavo Matos, nuevo presidente del Parlamento de Canarias, se autodefinió ayer como un parlamentario "combativo". Se trata de una tarjeta de presentación con la que el dirigente socialista pretende imprimir a la Cámara otro aire, donde se cultive más el debate que la confrontación y que se convierta en una institución más viva. Unos objetivos ambiciosos para un órgano del que se ha criticado en multitud de ocasiones que no refleja el sentir de la calle y que no se debaten los temas que realmente ocupan y preocupan a la ciudadanía de las Islas. Metas ambiciosas que llegan cuando la Cámara regional tienen diez diputados más y siete grupos políticos, lo que supone más voces a la hora de confrontar ideas y propuestas. A Matos le toca también driblar en un Parlamento donde el Gobierno no será de CC después de 26 años y un Ejecutivo de cuatro partidos, en el que el suyo presidirá el Ejecutivo, lo que le va a obligar a tener temple y mano izquierda para dirigir los tiempos y los debates.

Gustavo Matos nació en La Laguna de padre grancanario y madre tinerfeña, una circunstancia que puso en valor ayer en su primer discurso como presidente de la Cámara regional. Su padre, José Miguel Matos, fue miembro de UGT y del PSOE y concejal en el Ayuntamiento de La Laguna entre 1987 y 1991. Su entrada en la política activa fue precisamente como concejal de la Corporación lagunera en 1999 con Santiago Pérez al frente de la lista. Con posterioridad fue portavoz de su grupo y candidato a la Alcaldía, pero se fue del Ayuntamiento para no pactar con la CC del entonces alcalde Fernando Clavijo.

Entró en el Gobierno regional en la legislatura 2011-2015 como director general de Comercio y Consumo y la legislatura pasada fue su primera experiencia como diputado por su isla. Dentro de su partido Matos siempre ha sido un dirigente muy activo ya que dirigió Juventudes Socialistas, fue fundador de la corriente Bases 2020 y mostró su claro apoyo a Pedro Sánchez desde que éste comenzó a despuntar para liderar el PSOE. En 2014 se presentó a las primarias frente a Carolina Darias y Patricia Hernández, dirigente ésta última con quien ha mantenido diferencias dentro del partido. En las últimas primarias barajó presentarse pero no lo hizo finalmente a cambio de respaldar a Ángel Víctor Torres, que ahora le ha premiado con la presidencia del Parlamento, un puesto de notoria relevancia institucional.