La población de Canarias sigue aumentando gracias a la inmigración que recibe el Archipiélago. El pasado año llegaron a las Islas 30.177 foráneos, que compensaron la baja cifra de natalidad registrada en la comunidad autónoma -14.766 nacimientos- y el saldo vegetativo negativo (nacimientos frente a defunciones) de -1.479 personas . Estas cifras posicionan a Canarias como la segunda autonomía -junto con Madrid y por detrás de Baleares- en experimentar un mayor crecimiento de la población con un 1,39%, dato que por primera vez en la última década supera el 1%. Gracias a este aumento, el número de habitantes de las Islas se situó en los 2,2 millones.

Las cifras estadísticas de población en España a 1 de enero de 2019 son las más altas desde que hay registros, con 46,9 millones de personas, según los datos provisionales publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Se trata del crecimiento más elevado desde 2008 (cuando la población se engrosó en 570.333 personas), que permite superar el anterior valor histórico más alto alcanzado en 2012. Así, el aumento de la población durante el pasado año se debió a un saldo migratorio positivo de 333.672 personas, el mayor deshace una década.

A pesar de la crisis, la población extranjera en Canarias continúa creciendo, explica el profesor de Geografía Humana de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), Ramón Díaz, quien detalla que "antes se iban más de los que venían, pero a partir de 1974 se invirtieron los datos". En el Archipiélago, el porcentaje de población extranjera se sitúa en el 12,9%, casi un 3% por encima de la media española.

De las más de 30.000 personas que han incrementado la tasa demográfica de las Islas -cifra que equivale aproximadamente a la población de Agüimes-,11.883 proceden de Sudamérica. Este elevado registro se debe en parte a la crisis humanitaria de Venezuela porque, según el profesor de Geografía Humana de la Universidad de La Laguna (ULL), Vicente Zapata, Canarias se ha convertido en "un territorio muy atractivo para los venezolanos que abandonan su país por tener lazos históricos con las Islas".

De dónde vienen

Desde países europeos, sin contar España, llegaron al Archipiélago 10.329 personas; 3.377 vinieron de Centro América y el Caribe; 1.943 responden a movilidad intercomunitaria entre autonomías españolas; 1.285 llegaron de países africanos; 692 de estados asiáticos; 283 de América del Norte; y 14 de Oceanía.

"Estamos en una etapa en la que los flujos migratorios son asumibles, no hay que alarmarse o extrañarse por las cifras" advierte Zapata, quien sostiene que es bueno que las Islas continúen siendo "un territorio atractivo para que personas con capacidad, con recursos económicos y con ganas de aportar al Archipiélago sigan viniendo, porque la estructura sociodemográfica lo agradece".

El crecimiento natural de la población en las Islas es negativo y la tasa de fecundidad muy baja. Además, desde hace años el número de fallecimientos es mayor que el de nacimientos, es decir, que la tasa de reposición es prácticamente nula, por lo que la población envejece. En este sentido, ambos especialistas defienden que la inmigración es un factor positivo, ya que ayuda a "estabilizar" el desarrollo demográfico de la región. Por islas, donde más creció porcentualmente la población extranjera fue El Hierro (8,3%), seguida de La Gomera y La Palma (7,6%), Fuerteventura (7,2%), Tenerife (6,9%); Gran Canaria (5,6%) y Lanzarote (4,3%). A pesar de que el mayor incremento se registra en las islas occidentales no capitalinas, los colectivos humanos son pequeños. Si bien, Zapata defiende que en estos territorios, en los que la población está envejecida, la inmigración es necesaria porque "ayuda a reponer poco a poco su base demográfica".

La isla que registró un mayor incremento de su población fue Fuerteventura con una subida del 3,4%, seguida por Lanzarote y Tenerife, con un 1,7%. Por contra, donde menos creció el número de habitantes fue Gran Canaria con un 0,7%, y La Palma, donde el aumento fue del 0,9%. La población española solo se vio incrementada en Fuerteventura (1,1%), Lanzarote (0,7%) y Tenerife (0,1%). En el resto de las Islas los habitantes españoles disminuyeron entre un -0,6% en La Palma y un 0,07% en Gran Canaria.

La edad media de los españoles se sitúa en 2019 en los 43,4 años, frente a los 33,5 años de hace 40 años. En la actualidad, uno de cada cinco habitantes tiene más de 65 años, mientras que hace cuatro décadas era uno de cada diez. El profesor de la ULPGC advierte que los europeos que vienen a España son más jóvenes que la edad media nacional y está en 40,2 años, mientras que la edad de los extracomunitarios se sitúa en los 36,1 años. "Está viniendo mano de obra activa, porque la nuestra se está envejeciendo o porque se ha cualificado de tal manera que no tiene hueco en el mercado laboral español", concluye Díaz.