El periodista y director del diario digital Canarias Ahora, Carlos Sosa, aseguró ayer durante su declaración en el juicio contra el magistrado Salvador Alba que la relación que ha mantenido con el empresario y presidente de la Unión Deportiva Las Palmas, Miguel Ángel Ramírez, se puede calificar de "institucional". Al ser preguntado por el contrato entre su empresa, Clan de Medios, y el equipo de fútbol local para explotar una frecuencia de radio, que era de su propiedad, por parte del club deportivo por "300.000 euros durante 15 años", Sosa negó ante la Sala presidida por José Félix Mota que mantuviera ningún tipo de relación con Ramírez.
El periodista afirmó que él no se hizo cargo personalmente de las negociaciones de ese contrato, que después fue cuestionado porque su pareja, la jueza Victoria Rosell, era la responsable de las diligencias previas contra Ramírez por un delito contra la Hacienda Pública contra Seguridad Integral Canaria. El acuerdo comercial se firmó "por error" el 26 de octubre de 2015, cuando la productora de la Unión Deportiva Las Palmas todavía no estaba constituida, así que el contrato se rompió y se volvió a rubricar días más tarde. Durante su intervención, Sosa apuntó "como anécdota" que el entonces ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, fue la persona que hizo llegar de forma anónima el contrato fechado el día 26 a la Fiscalía de Asuntos Económicos, que fue el detonante de que se pusiera en duda la imparcialidad de Victoria Rosell para dirigir las diligencias contra Ramírez.
Al inicio del juicio, la defensa del juez Alba -suspendido en sus funciones por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ)- dio un giro gracias a la carta presentada por Héctor De Armas, exhombre de confianza de Ramírez y actual propietario de Seguridad Integral Canaria, en la que reflejaba la existencia de una connivencia entre Sosa y Ramírez, algo que el periodista negó tajantemente ante el tribunal. "El contenido de esa carta es falso desde el principio hasta el final", apuntó Sosa, quien añadió que el objetivo del documento es "convertir al verdugo en víctima", en referencia al juez Alba. Además, defendió que la defensa del magistrado "se está aprovechando de la situación dramática" personal y profesional en la que se encuentra Héctor de Armas, y que está "buscando el cobijo" de la fiscal Evangelina Ríos.
Del mismo modo, De Armas presentó como prueba pantallazos de una conversación mantenida con Carlos Sosa a través de Whatsapp en la que le hacía llegar un escrito del abogado de Ramírez, José Antonio Choclán, y que como respuesta recibía un consejo jurídico del periodista. En ese sentido, Sosa puso en duda la veracidad de las imágenes y arrojó sobre la mesa la posibilidad de que hubieran podido ser manipuladas. "Yo no doy consejos jurídicos, bastante tengo con lo mío", sentenció Sosa.
Para Sosa detrás de esta situación, además de Alba, está Soria, contra quien ha interpuesto siete procedimientos penales. "Desde el principio", aseguró el periodista, detectó que lo que se publicaba con respecto a él y a su pareja, "era una cacería contra Rosell" y añadió que "Soria siempre ha querido nuestro asesinato cívico".
La defensa de Sosa le preguntó durante el interrogatorio sobre cómo había afectado el procedimiento a su vida y admitió que "han sido tres años muy duros" porque su nombre se había vinculado a "negocios turbios".t
