El exadministrador único de Seguridad Integral Canaria (SIC), Héctor de Armas, no acusó al periodista Carlos Sosa, pareja de la juez y ahora diputada de Podemos, Victoria Rosell, de "orientar la defensa" del empresario Miguel Ángel Ramírez, como se publicó por error ayer.

El testimonio el miércoles de Héctor de Armas, antigua mano derecha de Ramírez en sus negocios, ante el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) durante el juicio que se celebra desde el pasado lunes para dilucidar si el magistrado de la Audiencia Provincial de Las Palmas Salvador Alba manipuló una instrucción para perjudicar a la juez Victoria Rosell, que acababa de ser elegida diputada, fue uno de los últimos de la semana y de los más esperados, informa Efe.

Esa expectación se debía a que ha pasado de ser testigo de la acusación, a testigo de la defensa, con una carta de por medio en la que se pone a disposición de Salvador Alba. De Armas ha contado al TSJC que su exsocio grabó al juez "para chantajearlo" y que cuando volvió de su reunión con él, estaba "feliz como un niño el día de Reyes", porque le había cogido en una conversación comprometedora. "Decía que era nuestro seguro de vida", relató este empresario, que sostiene que Ramírez quería utilizar esos audios para forzar a Alba a archivar su caso de fraude fiscal y a la Seguridad Social. Ramírez y Héctor de Armas dejaron de ser socios hace tiempo y hoy están enfrentados en los tribunales.

En su testimonio, el martes, Victoria Rosell dijo al tribunal que la persecución que ha sufrido por parte de Alba -que la ha denunciado siete veces- le ha robado tres años de su vida, le ha provocado daños personales, profesionales, políticos, económicos y hasta psicológicos. "Señoría, es que ese señor se ha cruzado correos con un condenado por homicidio para pedir información sobre mí", aseguró, en referencia a Francisco Arnau de la Nuez, el 'coronel Araña'. "No solo es temor. Alba infunde pavor", enfatizó la diputada. "Ese señor es nuestro Villarejo".

El juicio a Salvador Alba está sometiendo al Poder Judicial a un escrutinio muy poco frecuente y con derivadas que van más allá de Canarias, en el que se exponen en público las amistades, odios y relaciones con la política, el poder económico y la prensa de quienes visten la toga.

Este juicio, con uno de los empresarios más importantes y controvertidos de Canarias en el centro, se retomará el jueves de la próxima semana.