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CC no se mueve del 'no' a Sánchez aunque Iglesias se apee de la ecuación

El bloqueo entre PSOE y Podemos daba argumentos a los nacionalistas para una posible abstención

El Rey recibe a Oramas en la ronda de contactos para la investidura a principios de junio. EFE

El estrepitoso fracaso de la reunión de ayer entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias sobre la investidura del líder socialista abre un escenario nuevo para CC y su posición inicial de rechazar al candidato a la presidencia del Gobierno. La posibilidad, cada vez más cercana, de que Sánchez se presente a la sesión parlamentaria del día 22 sin ningún acuerdo con Unidas Podemos abre una incógnita teórica en los nacionalistas ya que no se daría la principal circunstancia en la que justificaban el 'no' al candidato. Con todo, CC mantiene sus posiciones iniciales en espera de la reunión que sus diputadas en el Congreso, Ana Oramas y Guadalupe González, se reúnan en los próximos días con los negociadores socialistas, José Luis Ábalos y Adriana Lastra, así como que el propio Sánchez presente su programa y que se conozcan también las posiciones definitivas tanto de Unidas Podemos como de los independentistas catalanes.

Sólo en el improbable caso de que el PP y Cs permitieran con su abstención la investidura de Sánchez, el único escenario en el que CC se ha planteado desde el principio darle una oportunidad al candidato socialista, la formación canaria se inclinaría a su vez por la abstención. De mantenerse el 'no' de populares y 'naranjas', tal como ayer pareció quedar claro, los nacionalistas canarios consideran que no se dan las condiciones para cambiar de posición aunque no haya acuerdo entre el PSOE y Unidas Podemos. CC fundamentaría en ese caso su rechazo a la investidura de Sánchez en dos elementos claves: que su voto no tendrían ninguna incidencia en el resultado de la investidura, y que responsabilizaría al ahora presidente en funciones de no haber hecho los deberes con las distintas fuerzas parlamentarias para asegurarse la elección porque en realidad estaría apostando por ir a nuevas elecciones en otoño.

En todo caso, el hecho de que socialistas y morados se mantengan a solo quince días de la primera votación de la investidura muy lejos de cualquier posibilidad de acuerdo y prácticamente con los puentes rotos, obliga a CC a reajustar su argumentario sobre su inicial rechazo a Sánchez, ya que éste se basaba en un previsible pacto para o un gobierno de coalición, o un acuerdo programático de gobernabilidad. En cualquiera de los casos se superaba la línea roja que desde el principio Oramas expuso en sus sucesivos encuentros con el Rey y con los negociadores socialistas, es decir, el compromiso contraído por las dos diputadas de CC de no apoyar ningún gobierno que se apoyara, por activa o por pasiva, en la formación morada o en los independentistas catalanes y vascos. La misma idea la reiteró el pasado día 3 al contestar al presidente del PP, Pablo Casado, cuando éste se ofreció a mediar entre CC y Sánchez para un voto nacionalista favorable a la investidura que, junto a UPN, la permitiera, a cambio que el PSOE facilitara un gobierno de la derecha en Navarra.

El escenario que se abre con el fracaso de la reunión de ayer entre Sánchez e Iglesias, la quinta desde que se iniciaron las negociaciones, por el rotundo rechazo del líder socialista al Gobierno de coalición que le exige su presunto socio, mantiene a los nacionalistas canarios en un periodo de impasse en espera de lo que dé de sí la reunión con Ábalos y Lastra y de la propia sesión inicial de investidura el día 22. Todo ello sin retocar oficialmente el 'no' a Sánchez y de seguir apostando por un gobierno en minoría con apoyos parlamentarios puntuales en los que CC sí colaboraría para la gobernabilidad, siempre sobre la base de exigir el cumplimiento del REF y del Estatuto.

En las filas nacionalistas se insiste en que el profundo desacuerdo entre Sánchez e Iglesias parte del hecho de que al primero no le importa ir a nuevas elecciones porque cree que "no tienen nada que perder", y que es Unidas Podemos quien de ninguna manera se puede permitir una segunda vuelta electoral.

Oramas ha considerado en varias ocasiones que el candidato socialista iría a una segunda investidura antes de que concluyera el plazo para la celebración de elecciones, el 10 de noviembre, tras el fracaso de la primera, pero ahora la idea generalizada, tanto en la propia CC como en el resto de formaciones políticas, es que no se dará ese escenario y que Sánchez y el PSOE apuestan claramente por una nueva cita con las urnas, sobre todo a la vista de las encuestas que están apareciendo en los últimos días y en las que los socialistas ganarían claramente posiciones.

CC, en todo caso, está ya preparando su estrategia en el Congreso más allá de lo que ocurra en la investidura y hoy presentará una batería de iniciativas con las que quiere marcar el impulso político para los primeros meses de la legislatura en cuanto ésta empiece a andar. Aunque Oramas y González Taño esperan a que se forme gobierno y establecer esa estrategia política de fondo en función del tipo de Ejecutivo que se forme y de los pactos parlamentarios que se pudieran establecer, ambas diputadas quieren poner ya sobre la mesa los temas de la agenda canaria en Madrid.

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