El consejero de Ciudadanos (Cs) en el Cabildo de Tenerife, Enrique Arriaga, prepara sin la autorización de la dirección nacional y regional de su partido una moción de censura para arrebatar al nacionalista Carlos Alonso la Presidencia del Cabildo. De prosperar CC perdería así su segundo gobierno municipal, después de Fuerteventura esta semana, y no sería el último. Ayer la dirección nacional del PP tuvo que emplearse a fondo para frenar vía telefónica a sus consejeros en La Palma que, ignorando sus órdenes, tenían ya preparado un acuerdo con los socialistas que les daría el bastón de mando insular.

La amenaza es la expulsión inmediata del partido si siguen adelante pero varias fuentes apuntan que "tampoco se puede rechazar el clamor de la mayoría de los comités locales, que no quieren un pacto con CC", como exige Madrid. La iniciativa con los socialistas está en cualquier caso muy avanzada y no se descarta que hoy mismo la presidenta insular, Elena Álvarez Simón, decida seguir adelante y registrar la moción de censura. De prosperar Mariano Hernández Zapara se convertiría en presidente de cabildo palmero pese a ser la tercera fuerza más votada el pasado 26 de mayo.

En la corporación tinerfeña, sin embargo, los populares han optado por seguir las instrucciones de Génova y olvidar la propuesta de los socialistas. Por la mañana, de hecho, firmaban un acuerdo que les daba tres de las diez áreas de gobierno. Si bien es cierto que con la suma de una y otra formación no se alcanza la mayoría, les falta un voto para lograr los 16 necesarios (11 de CC y 4 de PP). Ciudadanos - fundamental para conformar cualquier mayoría a izquierda o derecha- se convertía en su única esperanza si, como se asegura desde Madrid, las órdenes son mantenerse en la oposición. Por ello, el primer gesto fue tenderles la mano.

Por la tarde la negativa del representante de la formación naranja a descartar que fuera a participar en una operación junto al PSOE y Podemos para convertir al socialista Pedro Martín en presidente echaba por tierra todas las esperanzas.

Arriaga tilda de "mala noticia para Tenerife" que el "PP se haya entregado a Coalición Canaria" y sólo asegura que su partido se mantendrá en la oposición "todo el tiempo que sea necesario". ¿Hasta cuándo? Por el momento la pasada semana ya fue sorprendido en un céntrico restaurante de la capital tinerfeña reunido con el líder socialista en esa corporación, Pedro Martín.

El consejero de Cs mantiene que sigue existiendo una línea roja para integrarse en el gobierno insular: la de no pactar con cargos públicos que estén encausados judicialmente. Esta es la situación de Lope Afonso, imputado por el conocido como caso Mercadillos, -que ya ha sido juzgado y cuya sentencia puede conocerse en los próximos días-, y también la de su compañera de partido y consejera insular Águeda Fumero, que está siendo investigada en una pieza separada del caso Arona.

La dirección de Ciudadanos, por si cabían dudas y ante los rumores de que en el Cabildo se podría repetir la indisciplina que ya tuvo lugar en el ayuntamiento santacrucero, reiteró ayer en un comunicado la orden a sus dos representantes insulares de que deben mantenerse en la oposición y no apoyar una moción de censura contra Alonso. La postura del partido, pues, continúa siendo la misma.

Por su parte, Lope Afonso comentó respecto al impedimento que puede suponer su imputación para la integración de Cs en el acuerdo que esa es una situación que "se resolverá rápidamente", ya que se espera que la sentencia, -en la que se pide su inhabilitación para ejercer cargo público por un presunto delito de malversación durante su etapa como concejal en el Ayuntamiento de Puerto de la Cruz-, se conozca dentro de poco.

Afonso dejó claro que el PP había dado con la firma de este acuerdo un paso adelante responsable a favor de la estabilidad, y señaló que gobernar con CC es una de las alternativas que tenía su partido tras la directriz de la dirección nacional para no apoyar una moción de censura encabezada por el PSOE, formación con la que mantiene en la actualidad un fuerte enfrentamiento en el ámbito estatal. Además, el líder popular indicó que el acuerdo de gobierno "recoge ampliamente las aspiraciones con las que el PP se presentó a las elecciones".