Como estaba escrito en el guión desde hace semanas, el Parlamento de Canarias eligió ayer a Ángel Víctor Torres presidente de Canarias. El aruquense se convierte así en el segundo jefe del Ejecutivo regional socialista, y primero de los últimos 26 años, tras Jerónimo Saavedra. Los 37 parlamentarios de PSOE (25), Nueva Canarias (cinco), Podemos (cuatro) y Agrupación Socialistas Gomera (tres) le permiten ponerse al frente de un Gobierno que será "de carne y hueso".

Relacionadas

Tras su proclamación, Torres pidió un turno extraordinario de palabra a su compañero de partido y presidente de la Cámara autonómica, Gustavo Matos, para agradecer la confianza otorgada y esbozar las líneas por las que se conducirá la gestión de su equipo. Así, mostró su deseo de que el Ejecutivo pueda convertirse "en el ayuntamiento de las ocho islas". Jugó de esa manera con la etimología que sitúa el origen de la palabra en el hecho de juntar.

Esa cercanía que se autoimpuso en su labor y demandó del resto de socios del cuatripartito firmante del pacto de las Flores -"lo regaremos diariamente", aseguró Torres- servirá, además, para desterrar el supuesto "miedo" que, según parte de la oposición, debe tenerse al nuevo Ejecutivo.

"La mayoría" de los ciudadanos no tienen nada que temer, porque, según el nuevo presidente autonómico, estarán plenamente representados por el "Ejecutivo y un Parlamento que defiende la justicia social, el desarrollo sostenible y una Canarias responsable, que cuida el medio ambiente y con servicios básicos dignos".

Fin de los "privilegios"

Ahora bien, sí contempló la posibilidad de que exista una minoría con motivos para la inquietud. Se trata de quienes "no quieran repartir la riqueza o los que pretendan revertir derechos como el matrimonio igualitario o las leyes contra la violencia machista", expuso Ángel Víctor Torres. En definitiva, tienen motivos para no dormir tranquilos "quienes quieran decidir en política sin estar en el Parlamento" y los que "quieran mantener sus privilegios".

El nuevo presidente del Gobierno de Canarias tomará posesión de su cargo el próximo martes en Santa Cruz de Tenerife. Según él mismo avanzó en la Cadena Ser, al acto acudirá el ministros de Fomento en funciones y secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos.

Precisamente uno de los integrantes del Ejecutivo de Pedro Sánchez con el que más enfrentamientos mantuvo el Ejecutivo saliente de Coalición Canaria (CC). Hasta el punto, según estos últimos, de ni cogerles el teléfono. El primero de ellos a cuenta de la entrada en vigor del incremento hasta el 75% del descuento en los billetes de avión y barcos para los desplazamientos a la Península de los residentes canarios; discusión en la que también tuvo gran protagonismo quien ahora será vicepresidente del Gobierno de Canarias, Román Rodríguez.

Igual o más sonado, sobre todo porque está sin resolver, es la sentencia del Tribunal Supremo que obliga al Estado a devolver a las Islas 991 millones de euros correspondientes al convenio de carreteras suspendido unilateralmente por el primer Gobierno de Mariano Rajoy en plena crisis económica.

Sobre la conformación de la mayoría que sustentará a su Gobierno, el también secretario regional de los socialistas aseguró que nunca tuvo dudas de que se sumaría a ella y decantaría la balanza hacia la izquierda la Agrupación Socialista Gomera (ASG) de Casimiro Curbelo. Aun reconociendo que se trata de formaciones distintas y que compiten en las urnas, el nuevo presidente sostuvo que los dos partidos no son "enemigos". De ahí su convencimiento de no iban "a dejar pasar esta oportunidad".

Alabó la "radiografía real" sobre las carencias que soporta el Archipiélago realizada por el también presidente del Cabildo de La Gomera durante su intervención. Por ello, determinó que no existe "otra solución" que "luchar contra la pobreza y por la inclusión social" de los colectivos más afectados por el desempleo o los problemas de acceso a la vivienda por ejemplo.

Pelear con el Estado

Como ya hizo el jueves durante la primera sesión del debate de investidura, Ángel Víctor Torres reconoció el esfuerzo que habrá de realizarse para mejorar los ingresos y la importancia que tendrá en ese capítulo "pelear una buena financiación con el Estado. Da igual del color que tenga el Gobierno, no hay duda de que la voy a pelear", aseguró el presidente.

En la medida en que lo logre, vivirá más tranquila Noemí Santana (Podemos), que se encargará de las políticas sociales en el Ejecutivo. "Tienen un área que no es para sacar fotos, sino para gestionar bien", señaló. En esa línea, se mostró seguro de hallar los recursos necesarios para poner en marcha la renta ciudadana con la que pretenden completar los ingresos de quienes menos tienen para garantizar la dignidad de su existencia.

Coincidió con quien será su vicepresidente, Román Rodríguez (NC), en la dificultad que supone tener unos presupuestos estatales prorrogados a la espera de que pueda existir un acuerdo que propicie la investidura de Pedro Sánchez. Del mismo modo, aludió al complicado escenario postbrexit al que se enfrenta el Archipiélago por la pérdida de fondos que eso puede acarrearle.

Ante esos obstáculos, Torres aseguró que no hay espacio para la resignación, ya que la falta de fondos deriva en una "injusticia social" que conduce a la "indignación ciudadana".