Hace ahora 83 años, el 18 de julio de 1936, el general Francisco Franco, en ese entonces comandante militar de las Islas Canarias, se sublevó contra el Gobierno de la Segunda República. En recuerdo de aquella España previa a la Guerra Civil una bandera tricolor ondeó ayer ante el Palacio Militar de Las Palmas, junto al Parque San Telmo, desde el que, precisamente, el militar ferrolano proclamó el estado de guerra en todo el Archipiélago. La iniciativa partió de un grupo de ciudadanos de Las Palmas de Gran Canaria, entre los que se encontraban algunos históricos militantes de formaciones de izquierdas, que buscaban recordar el sistema político que imperaba en el país hasta que un grupo de militares dio el golpe de Estado, que terminaría desencadenando el enfrentamiento entre nacionales y republicanos y la dictura Franquista.

"Esta iniciativa parte de un movimiento que busca mejorar la calidad de la democracia y que los valores republicanos den solución a este marasmo de confusión política y social en el que estamos envueltos", aseguró uno de los portavoces del grupo de simpatizantes que desplegó la enseña de 20 metros y que colgó otras 500 réplicas en farolas de diferentes núcleos urbanos de Gran Canaria, acompañadas del lema Viva la República.

Los viandantes se vieron sorprendidos por esta actuación y hubo reacciones de todo tipo. Pasaron por allí desde despistados que desconocían el simbolismos de la bandera, a jóvenes que reconocían los colores entre risas o partidarios de la República, que aprovecharon para hacerse fotos con el móvil e inmortalizar el momento. Incluso, algunos turistas se acercaron a preguntar por qué colgaban la bandera en ese lugar y se sorprendieron al descubrir que el prólogo de la historia de la Guerra Civil se escribió en Canarias, ya que tras declarar el estado de guerra en las Islas, Franco se trasladó a un pequeño embarcadero del antiguo muelle de San Telmo para dirigirse hasta Gando y allí coger el avión Dragon Rapide que le llevaría hasta Tetuán -al norte de Marruecos-, donde se puso al frente del Ejército de África y se dio por comenzada la guerra.

Algunos conductores pasaban por las calles aledañas haciendo sonar el claxon de sus coches y otros gritando "Viva la República". Pero también hubo quienes al ver la bandera se cuestionaban si era necesario "vivir en la nostalgia" y recordar hechos que sucedieron hace más de ocho décadas.

"Consideramos que la monarquía, que puede parecer una tema meramente decorativo, es un instrumento para consolidar las estructuras de dominación", asegura uno de los promotores, que prefieren mantener el anonimato, "no por temor a las represalias, sino por evitar que les pongan etiquetas".

Tanto la Policía Nacional como la Policía Local se personaron en San Telmo al recibir denuncias sobre la colocación de la bandera. Tras solicitar su retirada, "para evitar altercados", y recibir una negativa por parte de los organizadores, los identificaron y se retiraron sin más incidentes.