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Entrevista | Noemí Santana Perera

"Habrá que ver cómo se modifica el IGIC porque una subida es muy impopular"

"El estado de las cuentas que nos hemos encontrado no pondrá en jaque nuestra agenda social", afirma la consejera de Derechos Sociales, Igualdad, Diversidad y Juventud del Gobierno de Canarias

La consejera de Derechos Sociales, Igualdad, Diversidad y Juventud del Gobierno de Canarias, Noemí Santana, en su despacho. quique curbelo

¿De dónde saldrán los recursos económicos para poder poner en marcha todas las medidas sociales que han anunciado?

Hay que buscar fondos en la Comunidad Autónoma, porque los 9.000 millones de euros que tiene no son suficientes. Por ejemplo, la fiscalidad progresiva sería una herramienta muy poderosa para Canarias. No entendemos que haya desaparecido completamente el impuesto de sucesiones y donaciones, porque no es lo mismo heredar una cadena hotelera que un piso.

¿Habrá subida de impuestos?

La rebaja del 0,5% del IGIC solo ha servido para disminuir los ingresos de la Comunidad Autónoma. Los ciudadanos no lo han notado en sus bolsillos ya que seguimos teniendo la cesta de la compra más cara de España. En estos días hemos visto que vamos a tener dificultades derivadas de determinadas decisiones fiscales que tomó Coalición Canaria (CC), con la connivencia del Partido Popular. Todavía no hemos concretado el tema de los impuestos, pero el IGIC habrá que ver cómo se modifica, porque una subida es muy impopular. Se podrían grabar solo determinados productos de lujo, el tabaco o el alcohol. Lo que sí tenemos claro es que queremos que la gente que menos tiene sea la que menos esfuerzo haga.

¿El estado de las cuentas que se han encontrado condicionará las políticas sociales que plantean a corto plazo?

El vicepresidente, Román Rodríguez, nos trasladó la realidad económica de Canarias y no es tan halagüeña como pintaba. Esto pasa porque el anterior Gobierno bajó los impuestos a la vez que comprometieron gastos, sin saber de dónde iba a salir el dinero. Vamos a evitar que el estado de las cuentas ponga en jaque nuestra agenda social. Encontraremos más obstáculos por el camino y será más difícil de lo que creíamos, pero creo que todos tenemos claro que hay que cumplir con los objetivos marcados.

¿Habrá recursos para implantar la renta ciudadana?

A lo mejor hay que implantarla por fases, en vez hacerlo al 100% en el primer año. Tanto Nueva Canarias (NC) como Podemos la cuantificamos en 300 millones de euros. Ahora Hacienda está haciendo un estudio económico, para después preparar los presupuestos.

¿Qué pasos darán para instaurarla?

Primero habrá que fusionar las leyes planteadas por NC y por nosotros y abrirla a propuestas de todos los grupos parlamentarios para enriquecerla. Además, contaremos con el personal de la casa que nos puede guiar y también debemos de escuchar a los colectivo del tercer sector.

¿Harán algún tipo de estudio previo?

A veces entramos en el bucle de un diagnóstico constante y la situación de los colectivos más vulnerables de Canarias está suficientemente estudiada. Todos somos conocedores de cuál es el público al que puede llegar la renta ciudadana. Ya sabemos que en las Islas hay unas 80.000 familias que no tienen ningún tipo de ingresos y nuestro objetivo es que no haya nadie sin medios para llegar a fin de mes.

¿Está bien dotada de presupuestos su Consejería ?

Es evidente que en estos últimos presupuestos no se contemplaba la Ley de Servicios Sociales, que salió a final de legislatura, a pesar de que hay un compromiso presupuestario mayor en la propia ley. Si queremos garantizar el cumplimiento de esa norma, además de poner en marcha la renta ciudadana, está claro que necesitamos muchos más recursos de los actuales.

¿El anterior Gobierno puso las bases de la renta ciudadana con la Prestación Canaria de Inserción?

Al revés. Sabiendo que el Estatuto de Autonomía fija la renta ciudadana en su artículo 24, el Gobierno de Canarias de CC no quiso asumir ese reto, a pesar de que era una demanda de la oposición y de muchos colectivos. Ellos hicieron un parcheo de lo que tenían y reconvirtieron la Prestación Canaria de Inserción (PCI). Creo que lo que tenían que haber hecho era una nueva legislación que regulara la renta ciudadana. En este periodo de transición en el que estamos ahora son mejores esos apaños que lo que había antes, pero está claro que ese no es nuestro modelo.

¿Llevarán a cabo políticas transversales con otras consejerías para tratar de bajar la tasa de pobreza?

Ya hemos tenido una primera toma de contacto con Educación, Sanidad y Empleo para crear mesas de trabajo trasversal y abordar temas como la dependencia, el Plan Joven de Empleo o hacer pedagogía con políticas igualitarias. Creo que las sinergias y la coordinación puede generar un efecto multiplicador, más beneficioso que si cada uno trabaja sus propuestas de forma individual.

¿Qué novedades aporta el Plan de Inclusión Social y Lucha contra la Pobreza que anunció Ángel Víctor Torres durante su discurso de investidura?

No nos podemos quedar en un plan de contingencia porque el 40% de los canarios está en riesgo de pobreza y exclusión social. Hay que ir más allá y ahondar en el problema para evitar que esta situación se siga dando en el futuro y que las personas que entran en el bucle de la pobreza no vean la salida. Esta semana el Ministerio nos ha comunicado que en el menor tiempo posible saldrá adelante la partida presupuestaria de 18 millones de euros a la que se habían comprometido para luchar contra la pobreza. Esto se contemplaba en la agenda política del anterior Gobierno, pero es ahora cuando parece que llega el dinero y lo gestionaremos de la manera más ágil posible. Queremos ejecutar ese presupuesto, para no tener que devolverlo como ha pasado muchas veces.

¿A qué programas destinarán esa partida?

Miraremos los proyectos que tenía previsto el anterior Gobierno para ver si son los más idóneos o hay que modificarlos. Hay muchas ideas sobre dónde invertir para atajar la situación de la pobreza, pero utilizaremos lo que ya está en marcha para ponernos a ejecutar cuanto antes y no perder tiempo en volver a hacer otros análisis. El tiempo pasa haciendo estudios y nunca llegan las soluciones.

¿Qué papel considera que juega el tercer sector?

Para nosotros es fundamental. Son las personas que conocen de primera mano cuál es la realidad y los que están en contacto más directo con los colectivos vulnerables. Lo primero que estamos haciendo desde que llegamos a la Consejería es reunirnos con ellos para que nos trasladen cuál es su situación y poder colaborar.

¿En qué consistirá el Plan de Retorno de Talento Joven?

Este plan está menos desarrollado. Mucha gente joven con una gran formación se tiene que ir fuera en busca de oportunidades laborales y queremos darles incentivos a través de becas o acuerdos con diferentes entidades del mercado laboral. Otra de nuestras metas es mejorar la accesibilidad de los jóvenes a la vivienda.

¿Cómo lo harán?

Habría que hablar con la Consejería de Vivienda, con la que estamos muy en sintonía. Hasta ahora las únicas convocatorias eran unas ayudas al alquiler que llegaban mal y tarde y, en el último año, salieron unas ayudas para la compra de vivienda. Queremos simplificar los requisitos para acceder a estas subvenciones y ampliar el número de personas que pueden optar a ellas. Además, de cara a beneficiar a todos los sectores de la población, también se pueden mirar experiencias como la de Portugal, donde han limitado el precio del alquiler.

¿Tienen alguna propuesta para atender a los jóvenes que están en centros de acogida y que a los 18 años se ven en la calle?

La Comunidad Autónoma es la responsable de esos jóvenes porque ha sido su tutor y no se les puede abandonar a su suerte. Hay que activar programas para que salgan adelante, incentivando su formación o buscándoles una salida laboral. Apostamos por ampliar los pisos tutelados de la Comunidad y hacer un acompañamiento hasta que puedan valerse por si solos.

¿Qué medidas pondrán en marcha para atender a los dependientes y a sus familias?

Hay que sacar adelante la nueva Relación de Puestos de Trabajo (RPT) de la Consejería para dotarla de Recursos Humanos y cumplir con la Ley de Dependencia. Se esta trabajando con planes de choques para reforzar el sistema, pero no son suficientes. Se está incumpliendo la ley que obliga a atender los casos en seis meses y el plazo está siendo de dos años. Por lo que nos traslada el personal, hace falta modernizar y digitalizar del sistema para acabar con una estructura demasiado burocrática.

¿Han tomado alguna decisión para paliar la falta de personal?

Tenemos un plan de choque en marcha. Hemos ampliado seis meses el contrato de 72 personas de la Consejería que se marchaban en agosto y queremos consolidar sus puestos de trabajo a través de la RPT. Supongo que es algo que ya tendría en mente el anterior Gobierno, pero la Ley de Estabilidad Presupuestaria y Financiera hacía que fuera muy difícil. Ahora parece que hay ganas de flexibilizar las contrataciones, así que esperamos poder avanzar y encontrar una solución.

¿Piensan en la creación de centros para atender a más dependientes?

Ese es uno de los temas que hemos adelantado con la consejera de Sanidad, Teresa Cruz. Es evidente que hay una carencia enorme de centros de día y de infraestructuras sociosanitarias.

¿Tienen alguna solución para las ONGs que se quedaron fuera de las ayudas para proyectos sociales a cargo del IRPF?

Esa es una de la preguntas que le hice a la anterior consejera del área, Cristina Valido, y la explicación que me dio es que quiso abrir las ayudas a entidades pequeñas o medianas que antes no podían optar a ellas. Así se reparte más el dinero, pero las grandes entidades perdieron ayudas para proyectos potentes como el de inmigración de Cruz Roja. Entiendo que hay que dar la oportunidad a instituciones más pequeñas, porque también tienen proyectos interesantes, pero es algo que debemos replantear para próximas convocatorias. Tenemos que sentarnos con el sector para escucharles y buscar una fórmula que contente a todos.

¿Qué ingredientes hubo en Canarias para llegar a un acuerdo de Gobierno que no se dieron entre el PSOE y Podemos a nivel nacional?

Todavía estamos a tiempo de que la situación a nivel nacional se reconduzca. En el pacto de las Flores hubo mucha generosidad, honestidad y lealtad a la hora de negociar. Además, el deseo de un cambio político fue fundamental para llegar a un pacto. Si nos hubiéramos plantado en posiciones inmovilistas y solo hubiéramos mirado por nuestro interés partidista o personal probablemente el acuerdo se hubiera bloqueado. Está claro que eso fue lo que pasó con el pacto de derechas, se primaron los intereses personales del que no quería dar un paso atrás y del que no quería ser un monigote y al final explotó. En el pacto progresista priorizamos lo programático y después cada uno trasladó su interés por las áreas de trabajo. Hubo debate, pero en ningún momento vi que corriera riesgo el pacto.

¿Lo que faltó en Madrid fue hablar de programa?

Primero faltó priorizar el programa y luego darse tiempo. No se puede llegar a un acuerdo de Gobierno en tres tardes. Nosotros nos dimos tiempo y, a pesar de que en paralelo se daban las negociaciones para un pacto de derechas, seguíamos hablando todos los días y eso dio sus frutos.

¿Su interlocución con la cúpula de Podemos podría ayudar a llegar a un acuerdo con el ejemplo de Canarias?

Se están dando pactos entre el PSOE y Unidas Podemos en muchos territorios y hay mucha gente con ganas de que se llegue a ese acuerdo. Hemos trasladado a Podemos estatal que cuenten con nosotros si podemos facilitar las cosas y creo que el PSOE de Canarias ha hecho lo propio.

¿Puede ser que en Madrid cueste llegar a un acuerdo porque Podemos da más miedo a nivel nacional que en formato pequeño?

Miedo damos a todos los niveles. Aquí hemos escuchado comentarios de miembros de la patronal diciendo que el nuestro era un pacto radical de izquierda y comunista y que Podemos no podía llevar ninguna competencia que incidiera en la economía. Es verdad que en el Estado hay un nivel de responsabilidad enorme, pero también hay muchas competencias cedidas a las autonomías. Decían que no podíamos optar a las carteras de Estado, en las que creo que Podemos no tenía un especial interés, aunque tenemos perfiles que lo podrían hacer muy bien, como, por ejemplo, Victoria Rosell, quien sería una maravillosa ministra de Justicia. Lo que sí creo es que deberían darnos áreas en las que podamos hacer un buen trabajo, porque las carteras que nos ofrecía son las que precisamente tienen las competencias cedidas a las comunidades autónomas. No queremos estar solo por imagen, queremos poder hacer políticas que incidan en la vida de la gente.

¿Cree que después del fracaso en las negociaciones el liderazgo de Pablo Iglesias está maltrecho?

A mí me parece que Pablo Iglesias ha actuado con la decencia que muy pocos políticos han tenido en este país. No todo el mundo es capaz de dar un paso a un lado con la generosidad que lo dio él. Mucha gente que lo podía acusar de engreído o macho alfa debe reconocer que tiene la capacidad de sacrificar su interés personal por el interés general. Me parece que eso demuestra mucha altura política.

¿El riesgo de unas segundas elecciones le pasará factura a la izquierda?

Si no se llega a un acuerdo y vamos a unas segundas elecciones, probablemente el próximo Gobierno será del trío de Colón. Las fuerzas progresistas deben dejarse la piel para que salga adelante un acuerdo.

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