Unos 350 militares del Mando de Canarias, que forman el contingente de apoyo a Irak y que partió a mediados de mayo de Fuerteventura para instruir y capacitar al ejército iraquí para garantizar la seguridad de su país, especialmente en la lucha contra el terrorismo del grupo yihadista Daesh, llega al ecuador de su misión de seis meses de duración. El actual contingente es la décima rotación desde el inicio del despliegue en 2015, que se produjo en respuesta a la solicitud de ayuda del gobierno iraquí a finales de 2014 como consecuencia de los avances del grupo terrorista Daesh, y procede en gran medida de la Brigada Canarias XVI, completada con personal de otras unidades del Ejército de Tierra, del Ejército del Aire y de la Guardia Civil.

Desde entonces España participa en la misión internacional Operación Inherente Resolve con el objetivo de adiestrar a las fuerzas de seguridad iraquíes para que lleguen a ser autosuficientes y capaces de proteger a su población y cumplir sus misiones constitucionales. De esta forma, trabajando por alcanzar la estabilidad en Irak también se consigue contribuir a la seguridad de España, sostienen desde el Ministerio de Defensa.

Estas labores son llevadas a cabo por los instructores españoles que se encuentran en Besmayah, el principal campo de maniobras de Irak situado a unos 30 kilómetros al oeste de Bagdad y donde se encuentra la mayoría de los efectivos. Además de Besmayah, existen otros lugares en los que también hay tropas españolas. En Bagdad y Al Taqaddum, fuerzas de operaciones especiales instruyen a unidades iraquíes específicas dedicadas a la lucha anti terrorista, y en Taji tiene su base la unidad de helicópteros, la cual proporciona transporte aéreo en el interior de la zona de operaciones.

Transcurridos estos tres primeros meses de misión, la Task Force Besmayah ha instruido cerca de 3.000 iraquíes y actualmente, se encuentra inmersa en la instrucción de otras dos nuevas brigadas. Esa instrucción está compuesta por aspectos tan variados como primeros auxilios, tiro de armas individuales y colectivas, localización y neutralización de explosivos improvisados (C-IED), combate en zonas urbanizadas, checkpoints o movimientos de unidades de distintas entidades.

La moral del contingente continúa siendo alta, en parte, debido a que los éxitos de las Iraqi Security Forces (ISF) en sus operaciones contra el Daesh suponen una inyección de moral que muestra la evidencia del trabajo y sacrificio da sus frutos. Además, los lazos de unión se estrechan fácilmente cuando aprecian la humildad y ganas de los soldados del contingente español en ayudarles, se explica desde el Ministerio de Defensa.

Los próximos meses, la Brigada Canarias XVI seguirá aportando su grano de arena con este compromiso, tratando de mantener los procedimientos para trabajar con las fuerzas de seguridad iraquíes, con el objetivo final de mejorar sus capacidades y establecer las condiciones necesarias para conseguir una estabilidad en Irak.

La Brigada Canarias XVI no solo se ha desplegado desde mayo en Irak sino también en Mali, otra misión internacional para la asistencia a las fuerzas locales que velan por la seguridad en ese país.