El Consejo de Gobierno acordó ayer la Declaración de Emergencia Climática en las Islas, una figura que permitirá acelerar en la implantación de las medidas necesarias para garantizar la sostenibilidad del Archipiélago. Si bien el alcance de la lucha por preservar el medio ambiente canario alcanza a prácticamente todos los ámbitos de la vida diaria, el presidente autonómico, Ángel Víctor Torres (PSOE), incidió en la relación que existe entre el maltrato al planeta y "la proliferación de incendios".

Con todos los integrantes de su Ejecutivo tras de sí, Torres explicó que el objetivo primero es "comprometer" todas las actuaciones que a partir de ahora adopten las administraciones públicas del Archipiélago en la línea de "contribuir a frenar la amenaza mundial" que constituye el cambio climático.

Periodos más prolongados de sequía y precipitaciones más escasas pero de mayor intensidad condicionan el futuro. Incluso en la propia política antiincendios, como aseguró hace unos días el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán.

La primera piedra, que tendrá además carácter angular, sobre la que se basarán el conjunto de las actuaciones será la Ley Canaria de Cambio Climático. La elaboración de esta norma gana ritmo con la declaración de emergencia adoptada ayer. ¿Cuándo podrá estar dispuesta y aprobada? "En el plazo más breve posible", aseguró el presidente.

Para fijar el proyecto de ley se contará con la comunidad científica, los siete cabildos y los 88 ayuntamientos. "Se hará procurando la mayor e intensa colaboración y participación activa de toda la sociedad", señaló el jefe del Ejecutivo isleño.

También se acelera el Plan de Acción Canario para la Implementación de la Agenda 2030 de Objetivos de Desarrollo Sostenible. Es decir, se recogerán los hitos a cubrir para garantizar el cumplimiento de los objetivos a cubrir durante los "once años", apuntó Ángel Víctor Torres, que los científicos han dado de plazo "para revertir el desgaste del planeta".

Es la sociedad en su conjunto la que debe cambiar para conseguir evitar que las heridas del planeta sanen. Se comprueba en la relación de objetivos contenidos en la declaración adoptada ayer por el Consejo de Gobierno.

Entre ellos están la "reducción de la demanda de energía hasta consumos sostenibles" o "la creación de espacios educativos y de información a la población sobre la emergencia climática", por ejemplo. Del mismo modo, toda la población deberá implicarse en el aprovechamiento de las herramientas que la Administración ponga a su alcance para que pueda alcanzarse "una política de residuos cero". En este caso, las instituciones pondrán en marcha las actuaciones necesarias para que la economía circular sea una realidad, pero la efectividad de las medidas será escasa si los ciudadanos no contribuyen "a través del consumo".

En su declaración, el Ejecutivo canario no detiene su mirada en el Archipiélago. De hecho, ya avanzó que la futura ley contemplará medidas que permitan "establecer y potenciar programas de colaboración y de actuación conjunta con África, la región macaronésica y otras islas del mundo en materia de adaptación, mitigación y lucha contra el cambio climático".