La viñeta de Padylla ha ofendido a Vox. La formación liderada por Santiago Abascal hizo llegar al periódico LA PROVINCIA una nota de réplica para "expresar su más enérgica protesta" por la publicación de la ilustración en clave de humor publicada el 28 de agosto en la que se ironizaba sobre el rechazo de Vox a firmar la declaración institucional del Senado en apoyo a las personas afectadas por los incendios que asolaron la isla de Gran Canaria durante el mes de agosto. El rechazo se produjo porque el documento contenía una referencia al cambio climático, algo que consideran "una consigna progre" y no una amenaza medioambiental real que afecta a todo el planeta.

La viñeta incluye una caricatura de Abascal en medio de un bosque con el brazo en alto señalando al sol, acompañado por un bocadillo en el que se lee "Negamos el cambio climático porque queremos que todo el planeta se ponga cara al sol". Si bien es cierto que Vox nunca ha utilizado explícitamente en sus actos públicos gestos o himnos franquistas es, quizá, desmesurado considerar que Padylla utiliza su publicación para "desviar la atención de las causas del trágico incendio" y que ha manipulado la tragedia "con fines partidistas e ideológicos". Aunque el humorista gráfico Padylla no sigue instrucciones de la dirección de LA PROVINCIA, el periódico y su director Antonio Cacereño, como no podía ser de otra manera porque así lo establece la ley, asumen la responsabilidad de todo lo que se publica en las páginas del medio de comunicación.

El documento redactado por Vox y firmado por Carmelo González, candidato del partido a la presidencia del Gobierno de Canarias en las pasadas elecciones, recoge una reflexión sobre las consecuencias del fascismo y el comunismo con datos de dudoso rigor histórico. Critican que se le atribuyan en la viñeta "actitudes fascistas que, junto con los regímenes totalitarios socialistas y comunistas, fueron responsables de la tortura y muerte de 10 millones, en el caso de los fascistas, y 100 millones de personas en el caso de los socialistas y comunistas en el aún reciente siglo XX", cuando según estudios sobre la II Guerra Mundial las muertes registradas durante todo el enfrentamiento bélico alcanzaron los 100 millones.

Vox reivindica en la carta su derecho a analizar y atribuir las causas del incendio "a los factores que la evidencia señala y a no entrar en la demagogia barata de otros grupos políticos".

El rechazo de Vox a la declaración institucional se produjo porque al final, como conclusión, se recogían algunas medidas que se deben poner en marcha para evitar que vuelvan a darse incendios forestales de grandes dimensiones, entre ellas "prestar una atención prioritaria a la lucha contra las causas del cambio climático, la despoblación y el abandono del medio rural, razones últimas en muchos casos de los grandes incendios que vienen asolando en los últimos años el planeta".

"Valentía"

También negó su apoyo institucional porque consideraba que el documento del Senado "justifica políticas fracasadas en las comunidades autónomas" y "propaga las ideologías progresistas". Según la formación, "el texto se suma al relato del cambio climático, que nada tiene que ver con las consecuencias de los incendios". Además, acusa al resto de partidos de "blanquear la mala gestión" del Gobierno regional y el Estado durante la crisis.

Si bien Vox no apoyó la declaración por contener carga ideológica, en su nota de réplica pone en duda la gestión del in- cendio por parte del Cabildo de Gran Canaria y del Gobierno regional y destaca que son insti-tuciones "gobernadas precisamente por partidos de ideolo-gía socialista, comunista y nacionalista".

La negativa de Vox fue anunciada por el portavoz del Grupo Mixto, Alberto Catalán (de Navarra Suma), "en contra de su voluntad", ya que su grupo se veía obligado a retirar su firma debido a las discrepancias de Vox con el contenido. La declaración institucional, que es solo un documento simbólico pero que requiere la unanimidad de todos los grupos parlamentarios, además de mostrar apoyo a las cerca de 10.000 personas que tuvieron que ser evacuadas como consecuencia de los incendios, servía de agradecimiento a los equipo contraincendios que participaron en la extinción del fuego. "Cabe alabar la entrega, el sacrificio y la valentía de todos los profesionales que han dado lo mejor de sí mismos para controlar extinguir el incendio", apuntaba la declaración institucional que Vox se negó a respaldar.

Para la formación política, rechazar la declaración institucional fue "un acto de valentía", ya que así ponían "sobre el tapete la discusión sobre la causas" y así facilitan, según el documento, "la toma de medidas para que esto no vuelva a suceder".

En este sentido, la formación de Abascal se alinea con los negacionistas del cambio climático, con Donald Trump a la cabeza, que se resisten a creer en las evidencias científicas que indican que la intervención del hombre está modificando los ciclos climáticos. Entre otros negacionistas ilustres estuvo Mariano Rajoy, quien en 2007 siendo solo presidente del PP, aseguró que había que estar atentos a las emisiones de CO2, pero poco más, porque un primo suyo catedrático de Física le había asegurado que era imposible predecir el tiempo, por lo que no podíamos convertir el cambio climático "en el gran problema mundial".

Por otro lado, Vox asegura que estuvo "desde el primer minuto y muy discretamente, al servicio de la extinción del incendio", algo que aseguran pueden demostrar con mensajes al delegado del Gobierno en el Archipiélago y al presidente del Gobierno de Canarias.

Según indica la formación en el documento enviado a LA PROVINCIA, el único senador de Vox Francisco J. Alcaraz, quien llegó a la Cámara Alta por designación autonómica de Andalucía, promoverá una serie de acciones institucionales en ese sentido", pero no especifica cuáles serán las medidas que tomarán ni cuándo las pondrán en marcha.

Alcaraz se estrenó en el Senado vetando declaración institucional contra la homofobia en el deporte por considerarla "un panfleto ideológico" en el que los grupos firmantes (todos) intentaban "colar la ideología de género por la puerta de atrás".