Los partidos en Canarias engrasan ya su maquinaria para la posible convocatoria de unas elecciones generales en noviembre. Las fricciones entre el PSOE y Unidas Podemos se están convirtiendo en un escollo insalvable para impedir una nueva cita electoral, aunque aún queda plazo in extremis para la negociación y evitar, así, que la hastiada ciudadanía se enfrente, por tercera vez en un año, a un aparatoso y costoso proceso electoral: de nuevo, miles de urnas depositadas en las casi 3.000 mesas electorales en Canarias que serán custodiadas por miles de personas, donde habrán millones de papeletas, y una campaña precedente -esta vez más corta con una duración de una semana- con miles de panfletos, carteles, mítines, y todo esto en medio de un contexto de ralentización económica europea y con un brexit amenazante a las puertas de las Islas.
La mayoría de los partidos canarios se ha quedado con los bolsillos vacíos por los anteriores procesos electorales: las generales de abril y las europeas, autonómicas, insulares y locales, en mayo. Las formaciones en las Islas buscan recursos, de diferente manera, para poder afrontar la cita que se podría celebrar el 10 de noviembre. Por ello, prevén una campaña más "humilde", con programas similares a los empleados en las generales del 28-A y, previsiblemente, con la repetición de candidatos, al menos al Congreso.
En la próxima semana, España sabrá si afronta nuevos comicios fruto del bloqueo político. Es el tiempo que tienen Pedro Sánchez y Pablo Iglesias para tratar de alcanzar un pacto, pues el Rey Felipe VI ha acordado con la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, que celebrará una nueva ronda de consultas con los líderes políticos el lunes y el martes. Entonces decidirá si propone a Sánchez como candidato a la investidura o constata que no cuenta con los apoyos necesarios y opta por disolver las Cortes el día 23.
Parece ser la opción del PSOE, que confía en que ganará votos si va a las urnas. Al menos así lo dice, de nuevo, el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) que da una sólida ventaja a los socialistas -en Canarias un 40% votaría a Sánchez, según este sondeo-, si bien cabe hacer una leve matización: la encuesta fue realizada antes de la investidura fallida de Pedro Sánchez de finales de julio y de las tensas negociaciones posteriores con Pablo Iglesias. El resto de los partidos, poco menos, que se mofa de los resultados de este barómetro.
Ante este panorama, ¿va a afectar la eventual ruptura en Madrid a los pactos entre Podemos y el PSOE en Canarias?
Las dos formaciones políticas defienden la autonomía de los acuerdos electorales en las Islas, como en el Gobierno de Canarias o en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, y en principio no prevén que haya sangre en la contienda electoral. Pero una cosa es el dicho y otra el hecho y les será sumamente difícil justificar que, siendo ambas formaciones de izquierdas y con gobiernos en distintas autonomías e instituciones, no se pongan de acuerdo en el de España. Esas explicaciones llevarán, probablemente, al rifirrafe.
En cualquier caso, desde ambos partidos separan totalmente los pactos en las Islas con lo que suceda en Madrid. Pino Sánchez, secretaria de Organización de Podemos Canarias, y Héctor Gómez, diputado electo al Congreso por Santa Cruz de Tenerife y secretario de Relaciones Internacionales de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE, piden "prudencia". Coinciden en que aún queda tiempo para negociar pero cada cual defiende ya sus posiciones.
El dirigente socialista considera que el PSOE está haciendo todo lo posible por llegar a acuerdos con Podemos y que esta formación les ha puesto cortapisas aunque ahora acepten la oferta de julio - la vicepresidencia y tres ministerios-. En estos momentos ya no están en los mismos tiempos que en julio, indica, y al PSOE, con una investidura fallida a las espaldas, no se le olvida que es la primera fuerza política y Podemos la cuarta.
Para la formación de Iglesias, el PSOE se ha cerrado en banda y sería una "irresponsabilidad" por su parte que no flexibilizara su postura. Pino Sánchez invita a que miren cómo se fraguó el pacto de las Flores en Canarias, con negociaciones hasta el último minuto y que han propiciado un gobierno estable. Sobre si los socialistas ganarán votos con unas nuevas elecciones cree que, en general, se van a repetir los resultados y, por tanto, se va a producir el mismo dilema negociador. Ambas formaciones aluden a las primarias para la designación de candidatos, si bien probablemente repetirán los mismos.
¿Están preparados los partidos en Canarias para acudir a las urnas?
Todos asienten pero con diferencias. Coalición Canaria está analizando con su gabinete jurídico el coste de la campaña. Los procesos anteriores dejaron a la formación sin dinero. En teoría, tenían cuatro años para recuperarse pero, de celebrarse los comicios, habrán pasado seis meses desde las anteriores convocatorias. Están renegociando créditos para financiar esta campaña que tendrá una menor duración. "Al haber pasado solo varios meses el programa electoral sigue siendo el mismo", afirma José Miguel Barragán, secretario general de CC.
En los anteriores comicios obtuvieron dos diputadas al Congreso por Tenerife, Ana Oramas y Guadalupe González Taño, y ningún escaño por Las Palmas, y esperan que no varíen los resultados. Probablemente serán los mismos candidatos aunque con algunos cambios en las candidaturas al Senado.
También repetirán las premisas de sus programas electorales centrando el mensaje en la importancia de tener un grupo nacionalista en Madrid que defienda los intereses de Canarias. Barragán no cree que el hecho de haber sido desbancados de las instituciones de envergadura en Canarias, como el Gobierno regional, les pase factura, al ser unos comicios generales.
Problemas de financiación
Nueva Canarias también tiene estos problemas de financiación. La campaña será "supermodesta", indica Carmelo Ramírez, secretario de Organización. Como novedad, en esta ocasión el partido de Román Rodríguez se presentará en las dos provincias y en solitario, asegura. En las anteriores elecciones generales se produjeron contactos para concurrir con CC que no fructificaron, y optaron por no presentarse en la provincia tinerfeña donde esta formación tiene un escaso músculo electoral. NC se quedó sin la representación en el Congreso y en el Senado -Pedro Quevedo y María José López- que había obtenido en 2016 al ir de la mano con el PSOE. En las pasadas elecciones de abril , los socialistas dieron por finiquitada esta alianza. Probablemente estos candidatos repitan. La campaña de NC se basará en las mismas cuestiones que en las anteriores generales: en sus logros en Madrid, como la bonificación del 75% en los vuelos a la Península, entre otras cuestiones.
El PP está preparado para acudir a las urnas, expone la presidenta del partido, Australia Navarro, aunque también con menos recursos. Solo el PSOE no habla de la escasez de dinero. La elección de los candidatos se hará más adelante, pero probablemente sean los mismos. Navarro afirma que el espectáculo que están dando el PSOE y Podemos refuerza la necesidad de que la ciudadanía vote a las formaciones de derechas para lograr un gobierno estable. En su caso, a Pablo Casado como presidente. En Ciudadanos opinan lo mismo. El diputado en el Congreso por Las Palmas, Saúl Ramírez, cree que ni siquiera el electorado de izquierdas comprenderá la forma de actuar de Pedro Sánchez, que avasalla a Podemos, expone. Además, augura que eso podría penalizar al PSOE.
